CLABE (Club Abierto de Editores) es una relativamente joven organización que aspira a convertirse en la patronal más representativa de los medios de comunicación. El grupo Economía Digital se adhirió recientemente a ella con el fin de potenciar el asociacionismo y la transparencia en un sector demasiado dado al autismo y la opacidad.

El próximo 17 de octubre, CLABE, cuyo presidente es Arsenio Escolar, ha organizado una jornada contra la desinformación. Hasta aquí todo perfecto. ¿Cómo negar que la desinformación es una plaga que asola el panorama informativo actual? El problema surge cuando se lee el borrador del programa de esta jornada. No habría que ser un observador demasiado quisquilloso para darse cuenta de que la selección de los ponentes parece querer decir que la bandera de la lucha contra las fake news sólo la enarbola la izquierda.

En ese programa proliferan, además de ministros, los medios afines a la línea gubernamental mientras que, por el contrario, hay una ausencia absoluta de críticos. No es una buena iniciativa si CLABE quiere realmente representar al sector en su conjunto y no convertirse en un instrumento más de la polarización social que nos invade.