6 planes para descubrir los secretos del vino de las piedras
La Ruta del Vino Campo de Cariñena propone descubrir los paisajes y pueblos de su terroir aragonés y, de paso, degustar a este exquisito vino conocido como el ‘vino de las piedras’
El pasado mes de septiembre, la Denominación de Origen Protegida Cariñena cumplía 90 años. Localizada en la provincia de Zaragoza, es la más antigua de Aragón y una de las más antiguas de España.
Con el sobrenombre de ‘el vino de las piedras’, el secreto de su marcada personalidad es, precisamente, su terruño, con piedras siempre presentes junto a los cultivos de vid, quizás el secreto de unas uvas concentradas, intensas y aromáticas con las que se elaboran sus preciados vinos.
Cariñena y garnacha son las variedades por excelencia de esta tierra que, además de ‘beberse’ se puede conocer a través de la Ruta del Vino de Cariñena con diferentes propuestas en torno al vino, la cultura, la naturaleza y la gastronomía.
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De visitar viñedos y bodegas a conocer la casa donde nació y vivió Francisco de Goya pasando por descubrir arte urbano, participar en un curso de cerámica y disfrutar de espectáculos de teatro, danza, poesía, performance, humor y música en directo, siempre enraizados con la historia y tradición local, estas son algunas de las actividades que merecen una escapada ya.
Qué es la Ruta del Vino de las Piedras
Al frío y la nieve, chimenea y copa de vino. A 50 kilómetros de Zaragoza, al sur del río Ebro, en el llamado Campo de Cariñena que limita al sur con la Sierra Virgen y al oeste con la región de los vinos de Calatayud, encontramos la Ruta del Vino de las Piedras.
Un territorio que comprende los municipios Aguarón, Aladrén, Alfamén, Almonacid de la Sierra, Cariñena, Cosuenda, Encinacorba, Longares, Mezalocha, Muel, Paniza, Tosos y Villanueva de Huerva, a los que acaban de sumarse Fuendetodos y Vistabella de Huerva enriqueciendo aún más un territorio con una historia ligada al vino que puede rastrearse hasta el siglo III a. C., antes de ser conocida por los romanos como Carae, cuando ya se elaboraba aquí algún tipo de bebida alcohólica (probablemente hidromiel).
La tradición vinícola prosperó después bajo la protección de los monasterios durante la Edad Media. Hoy, la oferta va mucho más allá del vino, con alrededor de 40 establecimientos que van más allá de las bodegas y que potencian el enoturismo, la cultura y la gastronomía.
Mejores planes de naturaleza en Cariñena
Entre los mejores (y más desconocidos) planes en la Ruta del Vino Campo de Cariñena están la Sierra de Algairén y la zona del Valle del Huerva.
Grandes desconocidas del territorio, su riqueza botánica y ambiental las hacen imprescindibles para los amantes del senderismo, del turismo micológico o para cualquiera que quiera dar un paseo y disfrutar de su entorno natural y vitivinícola.
Los escarpes rocosos del Huerva en Mezalocha, las estepas de Muel, las cumbres y barrancos de la Sierra de Algairén o los árboles monumentales como el pino Pindera de Villanueva de Huerva son algunos de los enclaves que no hay que perderse y que pueden observarse siguiendo rutas que van del senderismo a la escalada.
Arte urbano (pero muy rural)
Aunque lo más conocido de su patrimonio cultural son sus joyas arquitectónicas (especialmente medievales, mudéjares y renacentistas), el arte contemporáneo también está presente en estas localidades.
Es el caso de la localidad de Aladrén, con el Festival Ababol de arte público, memoria y despoblación que se celebra en esta localidad, y Alfamén, adonde también llega el Festival Asalto (la cita de arte urbano que desde el año 2005 inunda durante varios meses las calles de la ciudad de Zaragoza y otras localidades con propuestas artísticas vanguardistas), convirtiendo ambas localidades en museos al aire libre con obras de reconocidos artistas.
La tierra de Goya
Aunque, si hablamos de arte, hay que poner rumbo a Fuendetodos, uno de los últimos municipios que se han incorporado a la D.O. Cariñena y cuna de Francisco de Goya.
La Ruta del Vino Campo de Cariñena ofrece también saborear la cultura y, para ello, la Fundación Fuendetodos Goya programa visitas a la casa donde nació y vivió el pintor. Además, allí se puede visitar también el Museo del Grabado de Fuendetodos.
La villa de la cerámica
Siguiendo las huellas del genial pintor llegamos a Muel. De apenas 1.400 habitantes, en la ermita de la Virgen de la Fuente de la localidad, edificada en 1777 y renovada en 1817 sobre un antiguo dique romano, Goya pintó unos frescos de extraordinaria factura que representan a los cuatro padres de la Iglesia: San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio y San Jerónimo.
Localizados en las pechinas de la cúpula que cubre el crucero, las pinturas fueron realizadas al óleo, técnica que le permitió una rápida ejecución, y para las figuras se inspiró en los modelos de Francisco Bayeu que utilizaría también en 1773 para la realización de otra serie en la iglesia parroquial de Remolinos (Zaragoza).
Tan famosa como las pinturas de Goya es la cerámica de Muel. Con una producción alfarera que data de finales del siglo XIV, la localidad fue uno de los núcleos de cerámica mudéjar más importantes del Reino de Aragón (con especial relieve de la azulejería) y sus piezas pueden verse hoy en museos e instituciones como el Museo Arqueológico Nacional (España), el Instituto Valencia de Don Juan, el Museo de Bellas Artes de Zaragoza y el Walters Art Museum de Baltimore, entre otros.
Aquí se puede observar alguna de las exposiciones o incluso participar en uno de los cursos que organiza el Taller Escuela de Cerámica.
32 bodegas visitables
Por supuesto, hay que reservar la visita a una de las 32 bodegas que componen la D.O. Cariñena.
Muchas veces junto a los propios bodegueros o enólogos se pueden conocer sus terrenos, sus paisajes con encanto, las uvas que ahí se cultivan y los vinos que emanan de su tierra pedregosa, llena de vida y dedicación.
Cariñena Wine & Music Festival
Diferentes eventos potencian a lo largo del año el interés por esta ruta, entre ellos el acto de la Exaltación del Vino durante la Fiesta de la Vendimia, cuando la Fuente de la Mora de Cariñena mana vino, y el Paloteo de Longares (las dos están declaradas Fiestas de Interés Turístico de Aragón).
Además, en su última edición, los Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) reconoció como Mejor Iniciativa Enoturística el festival Cariñena Wine & Music Festival.
Un gran evento que aúna, durante el mes de septiembre, un gran abanico de disciplinas artísticas como el teatro, la danza, la poesía, la performance, el humor y la música en directo que además se enlazan con la historia y tradición locales, haciendo partícipe en todo ello al mundo y la cultura del vino.