Tiendas de culto, cementerios, churros y cocidos: 15 direcciones top de Madrid (según el ilustrador Ricardo Cavolo)
Libros, discos, el ‘Little Italy’ madrileño, un tablao flamenco o un cementerio desconocido forman parte de esta personalísima guía ilustrada de Madrid
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Ojos, llamas, corazones o todo a la vez, el arte de Ricardo Cavolo (Salamanca, 1982) es, como a él le gusta decir, “una chispa necesaria para encender el amor y el ánimo”. Actualmente afincado en un pequeño pueblo valenciano, el ilustrador guarda una relación muy estrecha con Madrid, donde residió tras cursar sus estudios.
Fue mucho antes de exponer en Nueva York, París, Montreal, Ciudad de México o Hong Kong. Entonces su carrera apenas estaba despegando y, como recuerda con cariño, “conecté con la ciudad y, desde entonces, Madrid es siempre casa para mi”.
Aquí empezó a moverse profesionalmente y, casi más importante, “pude desarrollarme como persona y artista sin ninguna presión o necesidad de encajar en algún sitio en concreto. La sensación de libertad y atmósfera cercana y casera me ayudaron a poder empezar a volar”.
Por eso no solo vuelve cada vez que tiene ocasión, sino que sigue atesorando direcciones, planes y tips que no duda en compartir, ya sea para comprar libros y discos, para evadirse paseando por un cementerio desconocido o el ‘Little Italy’ madrileño, para comer una buena tortilla de patata o para escuchar flamenco en vivo en una casa palacio del siglo XIX.
Porque puede que ya no exista el pequeño restaurante Casa Fadrique que era su refugio en sus días en el barrio de Malasaña, pero siempre hay ganas de descubrir nuevos lugares, platos y sabores, pero también tiendas repletas de tesoros o, incluso, aventurarse más allá de la M30.
Ahora Cavolo comparte sus direcciones en Madrid desde mis ojos, una guía ilustrada creada junto al Canopy By Hilton Madrid Castellana donde recopila sus propuestas de moda, diseño, arte, gastronomía, parques o monumentos de la ciudad que escapan de las guías tradicionales (y, sí, también hay churros, tortillas y cocidos espectaculares, imprescindibles en la época invernal).
Una ruta y 15 paradas
La ruta ideal para Ricardo Cavolo en Madrid que, pese a las temperaturas, es “una ciudad cálida y fantástica si sabes a dónde ir”, arranca tomando fuerzas con un pincho de tortilla en El Rincón (Espíritu Santo, 26).
Recuerdo de sus días como vecino del barrio de Malasaña (más alternativo antes que ahora), se trata de un local de “decoración y ambiente 100% local”, perfecto para saborear la ciudad a bocados y donde, a su juicio, firman una de las mejores tortillas de la ciudad.
Llenos de energía hay que poner rumbo a la Iglesia de Antonio de los Alemanes (Calle de la Puebla, 22). De principios del siglo XVII, se trata de una pintoresca iglesia barroca que destaca por su bóveda y, especialmente, por los frescos que cubren sus muros.
Tiene además una curiosa historia ya que inicialmente la iglesia fue cedida a los peregrinos portugueses (y bautizada como San Antonio de los Portugueses). Pero tras la pérdida de Portugal en 1640, Mariana de Austria la cedió a los alemanes católicos y comenzó a ser conocida por el nombre que aún ostenta hoy, San Antonio de los Alemanes.
De un templo a otro, en este caso de libros. La siguiente dirección que propone Cavolo la encontramos también en Malasaña, concretamente en la calle Hernán Cortés. Se trata de Phanta Rei, la maravillosa librería-galería fundada en 2001 por Ingrid y Lilo. Siguiendo el concepto que retrata su nombre (todo cambia, todo fluye, nada permanece), el espacio no ha dejado de evolucionar, incorporando por ejemplo talleres para dar rienda suelta a la creatividad de sus clientes. Además, la librería mima el género de la ilustración en el que se mueve Cavolo.
Un cementerio singular
Otra de las direcciones preferidas del ilustrador de Romancero gitano o Poeta en Nueva York de Lorca (ambos en Lunwerg) es el Cementerio británico. Ubicado en la zona de Urgel (Comandante Fontanes, 7), se trata de un camposanto muy singular, creado específicamente para enterrar a los ciudadanos ingleses que vivían en Madrid y que, al ser cristianos no católicos, no podían recibir sepultura en los cementerios españoles.
Desde 1854, aquí se han enterrado también personas de diferentes nacionalidades y creencias, siempre entre frondosos jardines al más puro estilo inglés, entre los que se alojan unas 600 tumbas, entre ellas los de miembros de la familia Loewe o el empresario circense William Parish.
El ‘Little Italy’ madrileño y más direcciones gastro
¿Sabías que en el castizo barrio de Chamberí, entre las calles Ríos Rosas, Cristóbal Bordiú, Alonso Cano y Modesto Lafuente, se esconde el ‘Little Italy madrileño’? Este piccolo pezzo d’Italia guarda algunas direcciones muy a tener en cuenta por los amantes de la gastronomía del país de la bota, desde trattorías tradicionales a pizzerías donde comerse una buena pizza al horno de leña.
Y ya que estamos en el apartado gastro, la ruta continúa en el restaurante La Cocinilla (Lope de Vega, 15). En pleno centro, destaca su carta “elaborada con mucho mimo y cariño” y «100% casero”, recalca Cavolo. Tip de experto: cuenta además con opciones para vegetarianos y veganos.
¿Hay algo que más madrileño en el plato en esta época del año que un cocido? Por supuesto que no, aunque no tiene por qué ser el de siempre.
Ricardo Cavolo ha seleccionado el que preparan en Escándalo, el restaurante principal de Canopy By Hilton Madrid Castellana (Plaza Carlos Trias Bertran, 4), la primera marca de estilo de vida de la cadena Hilton que ofrece, todos los miércoles, su propia versión de esta especialidad.
En cuatro vuelcos y con todos los clásicos de este plato, incluye un sorbete de menta y manzana verde sumando así un toque refrescante en el paladar.
Aunque si hablamos de cosas típicamente madrileñas hay algo que tampoco podemos pasar por alto: el chocolate con churros para merendar que, en este caso, tomamos en uno de los templos de Madrid dedicados a esta delicatessen: San Ginés (Pasadizo de San Ginés, 5).
129 años de historia, 156 millones de tazas de chocolate y más de 3.234 millones de churros lo avalan, como también todo tipo de personalidades que van de Jimmy Carter a Gina Lollobrigida, Lola Flores o Mark Zuckerberg.
Tardes de parque, cuadros y discos
Las siguientes no son precisamente secretas, de acuerdo, pero un paseo por el Parque del Retiro curioseando alguna de sus exposiciones o espectáculos de títeres o simplemente disfrutando al aire libre en este pulmón madrileño es imprescindible, como también lo es una visita al Museo del Prado, donde Cavolo recomienda detenerse frente a las obras de Francisco de Goya, entre ellas los cartones que hizo para la Real Fábrica de Tapices o Las pinturas negras con las que cubrió los muros de su casa y que se guardan en esta pinacoteca.
La ruta incluye también algunas direcciones para darse un capricho, ya sea en forma de ropa y calzado de lo más cool, como los que venden en Mini City Shop (Conde Duque, 22) con su aire tan british y sus ediciones limitadas de prendas de firmas, o de discos, como los que pueden encontrarse en La Metralleta (Postigo de San Martín, 1). Esta última resiste desde su fundación a finales de los años 60 vendiendo discos y películas entre los que localizar verdaderas joyas indies (y a buenos precios).
Termina la jornada en un espectáculo flamenco, como el que ofrece el Tablao de la Villa (Torija, 7) un plan que, afirma Cavolo, “me pone feliz y recomiendo a todo aquel que viene a Madrid”. Porque descubrir música nueva está muy bien, pero también lo está profundizar en géneros con tanta tradición como el flamenco, más aún si es en vivo, con grandes artistas y en un tablao tan auténtico como este.
Bonus Track: Cercedilla
Más allá de la M30 sigue habiendo mucho Madrid por descubrir. Si tienes tiempo, Cavolo recomienda acercarte a Cercedilla. En la sierra pero a apenas una hora de Madrid, en pleno corazón del Parque Nacional de Guadarrama, es especialmente encantador cuando aparece cubierto por un manto de nieve.
