9 playas de la Costa Brava perfectas para hacer snorkel
Tubo, gafas... y acción. Ni pesados equipos ni gran preparación: bastan la curiosidad y la lista de lugares adecuados para descubrir fondos de ensueño en la Costa Brava
Más allá de las exuberantes playas, los chiringuitos más apetecibles y hoteles míticos que son destinos en sí mismo, como el de Santa Marta, la Costa Brava atesora un entorno natural único para vivir experiencias espectaculares en el agua.
Sus más de 200 kilómetros de costa dan para muchísimo más que relajarse en la arena tomando el sol y admirando el Mediterráneo. Kayak, vela, kitesurf, paddle surf o submarinismo son solo algunos ejemplos, aunque en este caso apostamos por un deporte que exige aún menos material y preparación que os anteriores, apto para todo aquel que sepa nadar.
Hablamos de snorkel, una actividad con la que, equipados con un tubo y unas gafas, es posible descubrir las maravillas que habitan bajo las aguas y que incluyen, en esta zona de Cataluña, praderas de posidonia, bosques de algas, peces, crustáceos y hasta algún pecio hundido.
Islas Medas
Frente a la localidad de L’Estartit, en la Costa Brava, se encuentra este archipiélago de siete islas declarada reserva marina desde 1983 y con una de las biodiversidades más importantes de Europa.
De hecho, la protección que recibe esta zona unida al agua dulce que llega del río Ter ha hecho del lugar hogar de muchas especies vegetales y animales, que habitan en las grandes praderas de posidonia que se extienden a poca profundidad, perfectamente visibles haciendo snorkel.
También es uno de los pocos lugares de la costa española donde pueden verse corales que, con suerte, se intercalarán con la vista de alguna barracuda o un curioso delfín.
Solo se puede acceder por mar a las Islas Medas (Illes Medes en catalán) por lo que resulta interesante contratar la experiencia con una de las empresas locales que, como Medaqua, además del traslado y los guías, ofrecen el material necesario (neopreno, aletas, máscara y tubo) para disfrutar al máximo de la actividad.
Playa Illa Roja, Begur
Presidida por una roca rojiza que emerge del mar y de la que toma su nombre, la playa Illa Roja es una cala tranquila y sin aglomeraciones que encontramos en la localidad de Begur, en el Baix Empordà.
De unos 180 m de largo, arena y aguas transparentes, además de ser un paraíso para quienes practican el nudismo, resulta perfecto para la práctica del snorkel.
Cala del Senyor Ramón, Santa Cristina d’Aro
Entre entre Tossa de Mar y St. Feliu de Guíxols, a 11 kilómetros del núcleo urbano de Santa Cristina d’Aro, que acoge en verano uno de los markets más atractivos de la Costa Brava, una pequeña cala se abre en un paisaje idílico, rodeada de acantilados y vegetación.
De unos 350 metros de longitud y arena gruesa, y también catalogada como nudista, presume de aguas turquesas, así como de espectaculares fondos marinos que la hacen ideal para el snorkel.
Cala Jugadora, Cadaqués
Rincón casi virgen que esconde el fantástico entorno natural del Cap de Creus, Cala Jugadora, en Cadaqués, que protegida de manera natural de la tramuntana, lo que hace de ella un lugar tranquilo.
La naturaleza rocosa del lugar es responsable de sus aguas transparentes y sus fondos marinos que alternan arena blanca y diferentes tonalidades de azul. Unido a la abundante vida submarina, hacen de ella uno de los mejores puntos de la Costa Brava para desconectar.
Sa Conca, s’Agaró
Situada en el entorno de s’Agaró, en Platja d’Aro, la playa de sa Conca tiene un atractivo peculiar que le dan sus dos tramos separados y bien diferenciados entre sí.
En total, casi 400 metros de longitud y 42 de ancho, con una zona de fondo arenoso y la otra de perfil rocoso, un contraste que la hace muy atractiva para el snorkel.
La arena, como es habitual en Platja d’Aro, es gruesa y la pendiente de entrada al agua es bastante acentuada. Con Bandera Azul, cuenta con todo tipo de servicios y el acceso es más sencillo que en las calas de tipo salvaje.
Cala Montjoi, Roses
En la costa de Roses, Ferran Adrià convirtió este nombre en un referente culinario mundial, ya que justo al lado de la playa se encuentra el que fue templo de la gastronomía, el restaurante El Bulli, hoy un inusual museo dedicado a la innovación y la creatividad del genial chef.
En cuanto a Cala Montjoi, reclama por sí misma atención. Dentro del Parque Natural de Cap de Creus, es una playa de impresionante belleza natural, alejada del bullicio, donde las colinas de exuberante vegetación abrazan una cala de aguas cristalinas que la convierten en lugar ideal para el snorkel.
Cueva de la Sal, Torroella de Montgrí
En Torroella de Montgrí, muy cerca del municipio de L’Escala y en la misma bahía que cala Montgó, encontramos otro de los rincones mágicos para practicar snorkel en la Costa Brava.
Se trata de la Cueva de la Sal, una cueva marina de unos 20 metros de anchura por unos 25 de altura máxima.
Solo accesible por agua (el kayak o el paddle surf son buenas maneras de acceder, ya que la distancia es corta), una vez allí se descubre un fondo submarino mágico, además de las condiciones óptimas para practicar este deporte sin peligro (siempre que las condiciones del mar lo permitan).
Muy cerca de la cueva está también la Isla Mateua y su playa, sin duda otro de los lugares preferidos por quienes practican snorkel en la zona.
Es Codolar, Tossa de Mar
Ubicada a los pies de la muralla de la Vila Vella, en el núcleo histórico de Tossa de Mar, esta pequeña cala sigue siendo lugar de partida de pescadores, además de lugar de paso quienes transitan el camino de ronda.
De arena y guijarros, su ubicación entre paredes rocosas y el castillo la protegen de viento del norte (la Tramuntana). En la parte derecha los salientes rocosos son el hogar de peces y algas, lo que la hace especialmente interesante para observar con nuestra máscara se snorkel.
Cala Roques Planes, Calonge y Sant Antoni
Terminamos en la hermosa villa medieval de Calonge, perfecta para perderse por su hermoso casco antiguo y maravillarse con la calle porticada de Càcul, la plaza de la Doma o la plaza Major y descubrir por qué esta es la primera booktown de Cataluña.
También para descubrir rincones increíbles como la cala Roques Planes, un paisaje inolvidable de la Costa Brava y, sin duda, totalmente diferente a las postales que estamos acostumbrados a ver de la zona.
Protegida al norte por el cabo de Roques Planes, tiene una diminuta playa de arena rodeada de rocas y todo tipo se salientes de tipo granítico y poca altura perfectas para recorrerlas o incluso tumbarse a tomar en sol en ellas.
Con aguas turquesas y un fondo marino rocoso, la claridad del agua permite disfrutar de la animada vida animal ya que abundan especies como mejillones, erizos de mar y cangrejos.