El PP valenciano lanza una ofensiva contra Ximo Puig por su debilidad en la guerra del agua
El PP valenciano ha cogido con fuerza la bandera del agua, un tema que, pese su esencia económica y medioambiental, se embarra en el terreno político. El gobierno murciano del PP ya ha presentado alegaciones al Consejo de Estado por el plan del Tajo, lo que sirvió a Carlos Mazón para demostrar la inacción de Ximo Puig. Mientras tanto, el PSOE se centró en censurar al PP (aunque por motivos distintos según si la declaración se lanza desde Valencia o desde Castilla-La Mancha). Y lejos de los datos, el debate se encrespa con acusaciones más semánticas que numéricas.
Tras la petición de cese de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, por parte de Asaja Alicante, la respuesta ministerial fue semántica. Asegura el Ministerio que no se han elevado los «caudales ecológicos» porque dicho concepto no existía ya que previamente se hablaba de «caudales mínimos». De hecho, ese era el término en los años 80 mientras que una sentencia del Supremo de 2019 utiliza el adjetivo «ecológico».
La primera respuesta de ayer a la polémica del trasvase la protagonizó Fernando López Miras, presidente de Murcia, al presentar sus alegaciones al Consejo de Estado contra el plan del Tajo por tener «defectos de forma en la tramitación», un error que, en el caso de demostrarse, es el método más efectivo para detener una tramitación, aunque no necesariamente esté ligado el defecto al motivo político porque el que se alega.
Esta decisión llevó al PP valenciano, presidido por Carlos Mazón, a exigir a Ximo Puig que siga el ejemplo de Murcia y presente alegaciones contre el recorte del Tajo-Segura. “Puig ha perdido toda la legitimidad para hablar del agua y está pensando más en clave electoral”, señala el presidente del PPCV, que desde su posición como presidente de la Diputación de Alicante siempre ha tenido el agua como bandera mientras el enfado que tienen los agricultores en Alicante por el freno al trasvase de agua desde el Tajo refuerza la posición de Mazón.
La síndica del PSPV-PSOE en Les Corts Valencianes, Ana Barceló, contestó ayer que «el único que no está legitimado para hablar del Tajo-Segura es el PP», pues los regantes «se quedaron sin agua cuando gobernaban ellos». Mazón añadió: “He visto a Puig rendirse, callarse y hasta abstenerse ante el mayor recorte de la historia del agua para la provincia de Alicante, que fue en el pasado Consejo Nacional del agua».
Barceló apuntilló: «Tomaremos todas las acciones necesarias para que se cumplan los acuerdos». La socialista valenciana defendió «el compromiso y los pasos dados por el president de la Generalitat, Ximo Puig, para garantizar el agua para siempre en la provincia de Alicante«. De paso, el PSOE incide con el «agua para siempre», que tiene que ver con el agua desalada, frente al «agua para todos», que se remontá a 20 años atrás con el suprimido trasvase del Ebro por parte de Zapatero.
La réplica y contrarréplica se ha desatado con acusaciones al partido rival lejos del intento de conciliación que el miércoles intentó el conseller valenciano de Hacienda, Arcadi España. La guerra del agua se ha avivado con dos frentes autonómicos en el que la posición geográfica es determinante para defender una cosa o lo contrario y toda declaración obtiene su respuesta.
El gobierno socialista de Castilla-La Mancha acusa al PP de no defender a los suyos. El PP acusa al gobierno socialista de la Comunidad Valenciana de no defender a a los suyos.
La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández dijo ayer: «Es importante que el líder de la oposición (del PP) no se calle, ya que se calla permanentemente frente a los líderes de su partido, que apuestan claramente por el agua para Murcia o el agua para el Levante, y no rechista, al menos que pueda afearle a esas personas que se dedican a insultar al presidente de Castilla-La Mancha solo por el hecho de defender lo que es su obligación por otra parte, que es defender a esta tierra».
El paralelismo entre las acusaciones de inacción del gobierno manchego frente a su oposición del PP con respecto al PP valenciano respecto a Ximo Puig pone de manifiesto que la guerra del agua se mueve en el terreno político. El lunes se retomará la organización por parte de Scrats (sindicato central de regantes del acueducto Tajo-Segura), que es quien organiza una concentración en Madrid donde se medirá el respaldo social y el nivel de crispación política.
Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras murcianos ya han anunciado que se estarán el 11 de enero frente al Ministerio de Transición Ecológica. El Partido Popular de la Comunidad Valenciana tambieŕn acudirá. Falta por confirmar, ayer no hubo contestación a la pregunta de Economía Digital, si Ximo Puig o alguno de sus consellers, se presentarán a la concentración.
Mientras ocurre esto, el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, desde una de las patronales con más peso en la Comunidad Valenciana, manda un mensaje a la clase política para que «que reduzcan la crispación y el enfrentamiento y lo transformen en sensatez, porque su encrespada actitud a lo único que nos aboca es al más absoluto fracaso como sociedad». Lafuente concluye con: «Deseamos que este año gane el sentido común en las urnas y pedimos a los partidos llamados a gobernar que no nos llenen la cabeza de pájaros y que atinen en sus promesas electorales, las cumplan y las mantengan sin dar un paso atrás en todo lo conseguido».