Los agricultores de Alicante piden inversiones en agua reutilizada para salvar 25.549 explotaciones
La sequía se ha convertido en un problema económico crítico para la sociedad por el efecto dominó que crea en la cesta de la compra y la inflacción. La garantía de recursos hídricos es ahora todavía más estratégica. Desde la provincia de Alicante, donde a la falta de lluvia general se ha sumado el anunciado recorte del trasvase Tajo-Segura, se ha identificado la reutilización del agua de las depuradoras con una fuente que aumenta la capacidad productiva agrícola sin agotar recursos.
Los agricultores de Alicante, en voz de Asaja Alicante, parten de la base de que sus comunidades de regantes (incluyendo el campo de Cartagena), tenían derecho a 128 hectómetros cúbicos al año del trasvase del Tajo-Segura aunque en estos últimos 40 años han recibido en la provincia de Alicante 105,56 de media. Tras la aprobación del último recorte, recibirán en el entorno 32 hectómetros cúbicos.
En juego hay 25.549 explotaciones agrarias que ocupan una extensión de 54.594 hectáreas de terreno, tal y como atestiguan los datos que Asaja Alicante ha compartido con ECONOMÍA DIGITAL. Todos estos campos son los que llegaron a tener derecho para 128,5 hectómetros cúbicos de agua del trasvase, han estado recibiendo los últimos años una media de 64,25 hectómetros y tras el último recorte se van a quedar en escasos 32,125 hectómetros de agua del Tajo.
Asaja Alicante asegura que no queda otra que «ir a un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo del Estado. Es por ello que desde Asaja Alicante apoyamos esta iniciativa adoptada por las distintas administraciones y sobre todo la adoptada por el representante de todos los regantes del Trasvase Tajo Segura, el Scrats».
Aunque el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura y la petición de medidas cuatelares al Gobierno son actuaciones principales, «de properar alguno de estos recursos judiciales ante el tribunal Supremo, en Alicante se pueden recuperar 30 hectómetros al año«. Y, esto, claramente, «no es suficiente».
Por ello se plantean un plan complementario que consiste, básicamente, en el mismo concepto que se desarrolló décadas atrás cuando se pugnó por el trasvase del Ebro. Quieren aprovechar el agua que se tira al mar. Y el problema empieza en muchos puntos porque el mar contamina de sal el agua depurada que podría ser óptima para el cultivo.
Los parámetros del estudio realizado por Asaja concluye que los recursos hídricos que se podrían utilizar y que ahora se desperdician son, incluso, superiores a los que van a llegar vía el trasvase desde Castilla-La Mancha. De las 25 depuradoras de Alicante, actualmente se está depurando 80,7 hectómetros de los que sólo se reutilizan 20,7.
Esto significa que hay 47,1 hectómetros en depuradoras en la costa, otros 8,2 en el interior más 4,2 en el Vinalopó que una vez son depurados son desperdiciados.
La depuradora de Alicante Rincón de León es uno de los puntos críticos. Depura un volumen de agua de 18,4 hectómetros de los que se reutilizan 6,1, por lo que se pierden 12,2 hectómetros cúbicos cada año. Esto equivale a un 40% del último recorte del trasvase sólo desde una parte de la ciudad de Alicante. Los datos de Benidorm también son demoledores. Se depuran 13,9 hectómetros y se reutilizan 4,5 mientras que 9,3 se desperdician.
Ante esta situación, desde Asaja Alicante consideran que la primera infraestructura necesaria es una tubería desde Denia- Benidorm hasta Benferri y la Murada en Orihuela con conexión en el Bajo Vinalopó que actúe como eje hídrico vertebrador en la provincia de Alicante, con conexión a todas las comunidades de regantes mediante contadores robotizados de tal manera que el agua esté disponible en las comunidades de regantes de forma continua y digitalizada.
Esto se complemantaría como una red de embalses conectados por dicha tubería de tal forma que el excedente de cualquier zona pueda ser usado por el resto. Se realizará un embalse en la zona de Denia, Benidorm, Altea, Villajoyosa, otro en Muchamiel, otro en Bacarot, otro en la zona de Elche/Crevillente, y el de cola en la zona de Orihuela (Murada Norte). Con un control digitalizado y robotizado de todos ellos.
Por último, en la zona de La Pedrera, Orihuela, San Miguel de Salinas, Almoradí, Bigastro, Pilar de la Horadada, se deben realizar cuatro embalses, dos de ellos de recogida de pluviales y dos para la regulación de los volúmenes recogidos, y una tubería con contadores digitalizados para distribución del agua a las comunidades de regantes de la Pedrera.