El enfado del Gobierno con Ferrovial amenaza sus 5.000 millones de los Next Generation

Parte del Consejo de Ministros presiona para que se arrebate a la constructora de Rafael Del Pino las ayudas públicas recibidas

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La salida de España de Ferrovial ha conmocionado a la clase política, pero especialmente a los partidos de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, que no han escatimado en ataques a la compañía y directamente a su presidente, Rafael del Pino, increpado personalmente por Pedro Sánchez. Nadia Calviño, considerada la más business friendly del Ejecutivo, también ha tenido duras palabras contra el grupo constructor y de concesiones, y estudia las maneras de evitar o penalizar la decisión

Una que podría ponerse sobre la mesa muy pronto son los fondos europeos. De hecho, varios ministras, principalmente de Podemos, han planteado posibilidades como que se excluya de las licitaciones públicas a Ferrovial –recordemos que en los últimos cinco años, ha ganado concursos en España por 1.300 millones de euros–, o que devuelva ayudas públicas como la de los ERTE. 

Los fondos Next Generation son otra vía de ayudas; de hecho, son las más cuantiosas en los últimos dos años, y Ferrovial, como gran empresa que es, ha solicitado un total de 5.000 millones de euros. Los fondos, aunque son europeos, los reparte el Gobierno, tanto directamente a empresas a través de varios ministerios, como a comunidades autónomas y administraciones locales para sus propias convocatorias. Por ello, el grifo está en manos de Sánchez y Calviño. 

El Ministerio de Economía está analizando los argumentos esgrimidos por Ferrovial para abandonar España, como las mayores facilidades para lograr financiación, talento, inversores y para dar el salto a la bolsa de Estados Unidos, su mercado más importante, cuando lo considere oportuno. Por ahora, Calviño prefiere ser técnica y no se ha metido aun a analizar las ayudas, subvenciones y fondos recibidos. Pero Podemos presiona. 

Ferrovial es una de las empresas que más fondos europeos ha solicitado: 5.000 millones en 37 proyectos, como anunció la compañía en la junta de 2021. Pero además participa como socio en 24 proyectos más que suman otros 8.700 millones. Ni Economía ni la compañía aclaran qué parte de esos 5.000 millones cuyo liderazgo caía en manos de la compañía que dirige Ignacio Madridejos han sido adjudicados, pagados y gastados y qué parte está pendiente. El porcentaje de ejecución de los fondos es aun bajo. 

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino. EFE

Los proyectos que lidera Ferrovial están vinculados a la movilidad urbana, a la digitalización y conectividad de corredores de transporte, a la producción de energía renovable a partir de residuos y a la transformación integral de polígonos industriales. También anunció que se presentaría a las convocatorias en otros países de la Unión Europea en los que está presente. 

Uno de los programas más llamativos era de taxis voladores. En concreto, el diseño, construcción y operación de una red de al menos 20 vertipuertos, para que los futuros taxis voladores puedan conectar diferentes ciudades españolas. Serían pequeños aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical. 

Los fondos europeos están vinculados a proyectos concretos y las empresas tractoras se presentan con socios. Por ello, no parece fácil dejar a una compañía sin los mismos sin dejar la iniciativa en el aire y perjudicar a todas las empresas implicadas. Sin embargo, varios ministros han mostrado su predisposición a actuar decididamente contra Ferrovial. 

Los motivos de la salida de Ferrovial

La compañía controlada por la familia Del Pino anunció este martes que pasará a tener la sede en Países Bajos mediante una fusión inversa entre Ferrovial SA y su filial en el país. Eso le ahorrará unos 40 millones al año en impuestos, según cálculos de Banc Sabadell, si bien en su argumentario de la decisión no cita las cuestiones fiscales sino que asegura que tendrá más palancas para acelerar su crecimiento internacional. 

No obstante, Rafael del Pino lanzó hace muy poco, en enero, un aviso que entonces nadie interpretó hasta que punto iba en serio ni fue capaz de divisar que terminaría con Ferrovial como empresa neerlandesa: «Debemos convertir España en un destino atractivo para invertir y en imán de talento. Para ello necesitamos un marco laboral competitivo y seguridad jurídica». Justo la seguridad jurídica, que sea atractiva para empresas e inversores y la atracción de talento estaban entre sus razones para instalarse en Países Bajos. 

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