Cataluña solo produce un 14% de la energía de fuentes renovables pese a la subida de la eólica
El viento genera un 11% más de electricidad en la comunidad en el primer semestre, pero no consigue compensar el bajón de la hidráulica
Cataluña sigue sin impulsar la transición energética, pese al incremento de la potencia instalada por tecnología eólica. La comunidad autónoma solo generó el 14,6% de la electricidad necesaria para cubrir la demanda eléctrica del primer semestre a partir de fuentes de energías renovables, en una época donde la sequía sigue obstaculizando la producción de energía hidráulica.
Según datos de Red Eléctrica analizados por la agencia especializada Dialec, las fuentes limpias aportaron 3.070 gigavatios hora (GWh) entre enero y junio para cubrir una demanda de 21.096 GWh, un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior, en un contexto generalizado de caída de demanda energética. En el primer semestre del año anterior, el registro fue levemente mejor, con una aportación a la red del 15,3% del consumo.
Durante estos meses, la fuerza del viento fue una de las pocas tecnologías que incrementó el volumen de energía producida en 2022. La eólica aportó 1.504 GWh a la red catalana, un 11% más que durante la primera mitad del ejercicio anterior, incrementado su cuota en el cómputo total: cubrió el 7,1% de la energía requerida por los catalanes, mientras que en 2022 proporcionó el 6%.
Esta mejora se debe, básicamente, a la puesta en servicio de nueva potencia eólica por primera vez en años. Los registros de Red Eléctrica muestran cómo hasta julio del año pasado en Cataluña había 1.285 MW de potencia eólica instalada. En agosto, se conectaron a la red 50 MW más, procedentes de dos nuevos parques promovidos por Naturgy, ubicado en el sud de la provincia Tarragona, en la comarca de la Terra Alta, alcanzando una capacidad total de 1.337 MW. En noviembre se enchufaron 44 MW más, tras la puesta en servicio de los 20 aerogeneradores levantados poeo Eolia Renovables en la demarcación de Lleida, llegando a una potencia eólica de 1.379 MW.
Sin embargo, el impulso de la energía generada por la fuerza viento no fue suficiente para sufragar el bajón de la tecnología hidráulica, que ha sido superada por la eólica como la primera fuente de energía renovable que más presencia tiene en la red catalana. Con los embalses a mínimos por la escasez de agua, las centrales hidráulicas generaron en el primer semestre del año solo 1.186 GWh, un 29% menos que en 2022, reduciendo su aportación a la red hasta cubrir apenas el 5,6% de la demanda. En la primera mitad del año pasado, cuando la escasez ya había lastrado su capacidad de producción, generó el 7,5% de la demanda eléctrica.
La solar sigue sin arrancar
Por su parte, la energía solar fotovoltaica produjo un 2,6% más de electricidad que en el primer semestre de 2022, pero apenas da entrada a 205 GWh a la red, menos de un 1% de la demanda total. El resto de las fuentes renovables generaron 174 GWh, poco más del 0,85 de la energía utilizada por los usuarios catalanes.
Con la baja implementación de las energías verdes en Cataluña por los escollos burocráticos y los reiterados cambios legislativos, las fuentes no renovables siguen generando el 77% de la electricidad demandada en la comunidad. Las tres centrales nucleares catalanas coparon más de la mitad de la energía producida en el primer semestre, el 54,4% del total, tres décimas más que en el año pasado. Concretamente, la energía nuclear generó 11.466 GWh de enero a junio, un 5,5% menos que en el primer semestre del año anterior, por la caída general de la demanda de electricidad.
Por su parte, la quema de gases fósiles en los ciclos combinados y en las instalaciones de cogeneración cubrieron el 21,5% de la demanda eléctrica, pese a reducir su producción en comparación con un 2022, un periodo en el que su aportación fue anormalmente elevada. En el primer semestre del año pasado, generaron el 23% de la electricidad total.
Los ciclos combinados siguen siendo la segunda fuente de energía que más electricidad aporta a la red catalana, con una generación de 2.616 GWh en los primeros seis meses del año, un 14% menos, pese a sus altos niveles de contaminación. La cogeneración produjo 1.933 GWh en este periodo, un 9,7% menos que en 2022, pero se mantiene como la tercera fuente de energía eléctrica en Cataluña.
Por último, en el primer semestre del año la comunidad autónoma incrementó su dependencia exterior de energía eléctrica. Si en entre enero y junio de 2022 el 7,25% de la electricidad consumida procedía de otras comunidades autónomas, esta cifra alcanzó en 2023 el 8,4%, después de incrementar la importación de electricidad un 9,22% hasta los 1.771 GWh.