El FMI rebaja el déficit y mejora las perspectivas de deuda de España

El organismo internacional prevé que el déficit de España para 2023 será del 3,9%, seis décimas menos de lo que calculaba en abril

El economista jefe del FMI, Pière-Olivier Gourinchas, en la reunión anual del FMI con el Banco Mundial. Foto Mohamed Siali

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Más previsiones del FMI sobre la economía española: el organismo financiero prevé que el déficit del país sea menor al esperado, en torno al 3,9%; al reducirlo seis décimas por debajo de lo que esperaban hace seis meses.

Para el FMI esta rebaja se ha obtenido por «el impacto de la inflación en los ingresos fiscales y la retirada de las medidas de apoyo por la pandemia» precisó la asistente del director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Era Dabla Norris.

En el informe de vigilancia fiscal que ha publicado este miércoles el FMI estima que el déficit se reducirá aún más el año que viene, al llegar a un 3% del PIB (cinco décimas menos), y que en 2025 estará en un 3,4% (cuatro décimas menos).

Además, el organismo también alivia las perspectivas de deuda para este año, que se situará en el 107,3 % del PIB, 4,3 puntos menos que en 2022 y 3,2 puntos menos que en sus estimaciones de abril; para después bajar al 104,7 % del PIB en 2024 y el 103,9 % del PIB en 2025.

El FMI advierte de las presiones al sistema previsional

Aunque la economía española es “sensible a la subida de los tipos de interés”, Dabla Norris apunta que los largos plazos de vencimiento mitigarán el efecto de posibles subidas de tipos y, además, los fondos de recuperación permitirán acceder a financiación a costes bajos.

El FMI también rebaja las perspectivas de deudas de España.

En cualquier caso, consideró que la consolidación fiscal debería empezar por eliminar progresivamente las medidas contra la información y pronosticó que el Gobierno deberá tomar «medidas adicionales» para afrontar las presiones en el sistema de pensiones.

Impuestos sobre la banca y energéticas

Los impuestos extraordinarios sobre las compañías energéticas, la banca y las grandes fortunas aportarán entre 3.500 y 3.600 millones de euros, lo que supone «una importante contribución» a los esfuerzos para afrontar las consecuencias de la pandemia y la crisis energética.

Sin embargo, matiza la economista, «estas medidas deberían ser temporales y no considerarse sustitutas de la necesaria reforma fiscal que las autoridades pretendían implementar» con el Plan de Recuperación.

De mantenerse en el tiempo, añade, estos impuestos podrían tener «efectos económicos adversos» en la inversión en el sector energético y asegura que para colocar la deuda en una senda descendente sería necesario ensanchar las bases imponibles del IVA y reforzar los impuestos medioambientales.

Mejora tras las reformas fiscales

Norris defendió que la propuesta de reforma de las reglas fiscales europeas es «una clara mejora» con respecto a las actuales, ya que cree que ayudarán a controlar mejor el déficit y la deuda.

Sin embargo, puntualiza que excluir las inversiones en la transición energética de la regla de gasto podría llevar a que la financiación de este tipo de medidas dependa de forma excesiva del gasto, lo que llevaría a un deterioro de las posiciones fiscales.

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