Casos en los que puedes recibir una pensión por incapacidad permanente
Las personas interesadas en cobrar la ayuda deben cumplir una serie de requisitos, independientemente del grado de incapacidad
Las personas que ven reducida o anulada su capacidad para desarrollar una actividad laboral a causa de una enfermedad o un accidente pueden acogerse a una prestación económica concedida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
A través de este subsidio, el Gobierno aspira a cubrir la pérdida de ingresos que sufren las personas que se encuentran en esta situación.
¿Qué grados existen?
Teniendo en cuenta que la afectación en cada caso es diferente, el organismo distingue entre distintos grados de incapacidad. Si bien todos dan derecho a la correspondiente prestación económica, la cuantía varía según el grado de incapacidad.
La gran invalidez es el grado que reconoce una incapacidad más severa, puesto que se concede cuando el trabajador necesita la asistencia de otra persona para llevar a cabo los actos más esenciales de su día a día.
Le siguen la incapacidad absoluta, que inhabilita al trabajador para toda profesión u oficio, así como la incapacidad total, que inhabilita al trabajador para su profesión habitual, pero puede dedicarse a otra distinta.
La incapacidad parcial es la que causa al empleado una disminución superior al 33% a la hora de ejercer su profesión
Por último, la incapacidad parcial, hace referencia a aquella que ocasiona al trabajador una disminución superior al 33% a la hora de ejercer su profesión.
Independientemente del grado de incapacidad, los interesados en percibir la ayuda han de cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, es indispensable estar dado de alta en la Seguridad Social, así como no haber alcanzado la edad legal de jubilación, que este año es de 64 años y cuatro meses.
¿Qué enfermedades dan acceso a la prestación?
Si bien no existe un listado oficial por parte de la Seguridad Social respecto qué enfermedades dan derecho al cobro de la prestación, a continuación te concretamos las patologías más habituales en la concesión de la incapacidad permanente:
- Alcoholismo
- Agorafobia
- Alzheimer
- Ansiedad
- Aneurisma
- Apnea del sueño
- Arterosclerosis
- Artritis
- Artrosis reumatoide
- Asma
- Enfermedad de caderas
- Cáncer
- Cardiopatías
- Enfermedad en los codos
- Colitis ulcerosa
- Charcot-Marie-Tooth
- Demencia
- Depresión
- Dermatitis
- Desprendimiento de retina
- Enfermedad de Behcet
- Enfermedad de Crohn
- Epilepsia
- Efisema Pulmonar
- Enfermedad de Perthes
- Esclerosis Múltiple
- Esclerosis Lateral Amiotrófica
- Esquizofrenia
- EPOC
- Espondilitis Anquilosante
- Fibromialgia
- Fatiga Crónica
- Glaucoma
- Gonartrosis
- Hernia Cervical
- Hipoacusia
- Hipertensión pulmonar
- Enfermedad del hombro
- Ictus
- infarto agudo de miocardio
- Insuficiencia mitral
- Insuficiencia renal crónica
- Ludopatía
- Lumbalgia
- Lupus
- Miastenia Gravis
- Migraña
- Neuropatía
- Neuropatía óptica
- Obesidad mórbida
- Pancreatitis
- Parkinson
- Enfermedad de pies
- Enfermedad de manos
- Pérdida de visión
- Síndrome de Arnold Chiari
- Síndrome de Burnout
- Sarcoidosis
- Síndrome de cola de caballo
- Síndrome de Lambert-Eaton
- Taquicardias
- Síndrome de Ménière
- Síndrome de Wolf-Parkinson-White
- Tetralogía de Fallot
- Trasplante de riñón
- Trastorno bipolar
- Uveítis
- Sensibilidad química
- Traumatismo craneoencefálico
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
- Trastorno de estrés postraumático