3 rutas en Jerez para descubrir el arte de Lola Flores
Mientras el museo de Lola Flores ultima su apertura, Jerez presenta tres rutas temáticas inspiradas en la vida y obra de La Faraona
Lola Flores tendrá su propio museo en Jerez de la Frontera. Un museo que “deprenderá la energía” de La Faraona, según la alcaldesa de la localidad gaditana, Mamen Sánchez, un lugar a la altura del mito de una artista de cuyo nacimiento se cumplían el pasado 21 de enero cien años y que se inaugurará -por fin- esta primavera.
Mientras llega el ansiado homenaje a la cantante, que estará ubicado en la Nave del Aceite en el corazón de Jerez y que contará con numerosos objetos cedidos por su familia, entre ellos trajes de flamenca y batas de cola, así como piezas audiovisuales de actuaciones y entrevistas, el alma de esta artista irrepetible puede encontrarse por las calles y plazas de la localidad a través de tres rutas temáticas que el Ayuntamiento ha puesto en marcha con motivo del centenario.
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El 21 de enero de 1923 nacía Lola Flores en Jerez, una tierra donde aprendió el arte de vivir tan auténtico y genuino que después enseñó por todo el mundo. La ciudad fue además fuente constante de inspiración para la artista: sus calles, sus espectáculos flamencos, su feria, su Semana Santa, sus zambombas o sus vinos resonaban en sus canciones.
Para recordarla, la ciudad propone visitar los lugares que retienen momentos y recuerdos de Lola, entornos que moldearon el genio y el espíritu, la gracia y la pasión de una mujer que fue además su mejor embajadora, desde la iglesia donde la bautizaron al teatro en el que debutó, con solo 16 años.
Los tres confluyen precisamente en el Centro de Interpretación Lola Flores, un lugar que, cuando se abra, permitirá conocer más de la artista gracias proyecciones de sus actuaciones y sus entrevistas, ver de cerca sus vestidos, pero también sus fotografías, cartas y otros recuerdos de una vida llena de arte.
Ruta 1: Las huellas de la niña Lola
El primero de los itinerarios arranca en la iglesia de San Miguel, para algunos la catedral y para otros la ‘Nôtre Dame’ de Jerez, de majestuosas dimensiones y que se mueve entre el gótico jerezano, la plenitud del renacimiento y el más bello de los barrocos y donde fue bautizada la niña María Dolores Flores Ruiz, conocida después como Lola Flores.
En sus primeros años, el carácter y el temperamento de la artista comenzaría a forjarse en torno a los ambientes flamencos y los cantes improvisados en los tabancos, como alumna en las academias de baile y mostrando su talento en los bautizos en las iglesias de la ciudad.
Así, la ruta conduce en su recorrido por la iglesia del Cristo de la Expiación y la Capilla de la Yedra, la calle Sol, la plaza de las Angustias, el monumento a la artista en la calle Ramón de Cala, inaugurado en 2003, la plaza del Arenal, la iglesia San Dionisio, la Basílica Menor El Carmen, o las iglesias de San Juan de los Caballeros, de San Lucas y la de Santiago.
Ruta 2: Paseos de luz y alegría
La segunda ruta, que sigue las huellas de Lola en su juventud, conduce de la alameda Cristina a la alameda Vieja entre iglesias, bodegas, palacios, tabancos y comercios tradicionales.
Entre estas calles y plazas llenas de vida es fácil imaginarse a Lola Flores paseando del brazo de sus amigas y sus pretendientes, yendo al mercado o aprendiendo el arte de vivir de su ciudad.
Los puntos imprescindibles del itinerario incluyen el céntrico y elegante paseo de la Alameda Cristina, el Palacio Domecq, los claustros de Santo Domingo, la calle Larga Mercado de Abastos, la plaza del Arenal, la capilla de los Remedios, el alcázar y la catedral, para acabar en la hermosa zona verde de la Alameda Vieja.
Ruta 3: Los caminos del arte de Lola
Ya convertida en una artista global que triunfaba en todo el mundo, Lola revivía en cada visita a Jerez la autenticidad de sus orígenes. El cante y el baile no faltaban a los lugares en los que La Faraona se reencontraba con sus orígenes y donde recibía el cariño y el aplauso de su gente.
Ella misma devolvía el cariño dejando su firma en las mejores botas de las bodegas de Jerez.
Este tercer camino conduce así a lugares como el barrio de la Albarizuela, donde tantas veces cantó y bailó Lola Flores, la iglesia de San Pedro, el Tabanco La Pandilla (aprovecha para degustar vinos de la tierra y tapas tradicionales), la taberna flamenca La Moderna, El Gallo Azul (uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad), el Tabanco el Pasaje, el Teatro Villamarta, donde La Faraona debutó, el Tabanco San Pablo, el Tabanco Las Banderillas y la Bodega González Byass – Tío Pepe, entre otros.
Como los demás, el broche final lo pone el futuro Centro de Interpretación Lola Flores, un “espacio vivo”, prometen desde el Ayuntamiento, con una parte reservada a la colección permanente y otra que albergará exposiciones temporales que inviten al visitante “a volver y seguir descubriendo más cosas sobre Lola”.