Camino de Hierro: la ruta más vertiginosa entre Salamanca y Portugal
Los últimos 17 km de la antigua línea férrea que unía Salamanca con la frontera portuguesa ofrecen hoy un itinerario senderista solo apto para valientes en la comarca de las Arribes
Una vieja (y faraónica) construcción ferroviaria, 20 túneles, 10 puentes, profundos desniveles y cortados, una orografía escarpada y el bellísimo paisaje de Las Arribes del Duero son los ingredientes que hacen del Camino de Hierro, en apenas 17 km, una de las rutas de senderismo más espectaculares de España.
En la provincia de Salamanca y sobre el trazado de la antigua línea férrea que unía su capital con la frontera portuguesa a través de La Fregeneda discurre este original itinerario que aprovecha una de las más imponentes obras de ingeniería civil del siglo XIX y la convierte una propuesta que aúna monumentalidad, historia y naturaleza.
El renacer del Camino de Hierro
La faraónica construcción de la línea se inició en agosto de 1883 y, tras cuatro años de trabajos, en 1887, tuvo lugar la inauguración en un acto donde dos trenes, uno portugués y otro español, se unieron en el centro del Puente Internacional de Vega Terrón, en La Fregeneda.
Hoy en día es en la estación de este municipio donde se inicia la ruta de 17 kilómetros por puentes y túneles hasta el muelle fluvial de Vega Terrón.
Sin embargo, este tramo es solo una pequeña parte del total de 77 km que integran el ramal español de la denominada Línea del Duero, por discurrir casi en su totalidad en paralelo con el río.
Se trata de una ruta que nace en la Fuente de San Esteban, donde se une a la línea Medina del Campo-Salamanca-Fuentes de Oñoro, y conecta en la localidad fronteriza de Barca d’Alva con el tramo portugués que se dirige hacia Oporto.
Del trazado de 17 km hasta 4 de ellos lo conforman túneles, mientras que los puentes ocupan otro kilómetro y medio de longitud
De este modo, la segunda ciudad lusa quedó unida con Salamanca y, por extensión, con línea procedente de Francia que llegaba hasta Medina del Campo. Fue empleada durante casi un siglo para realizar viajes regulares de pasajeros y mercancías entre Oporto y Salamanca.
El 1 de enero de 1985 y debido a cuestiones de rentabilidad económica, la línea fue suspendida y abandonada lo que no evitó, sin embargo, que en el año 2000 esta gran obra de ingeniería fuese declarada Bien de Interés Cultural.
El Camino de Hierro hoy
Por la penillanura del noroeste salmantino, entre La Fuente de San Esteban y la estación de La Fregeneda, la línea discurre atravesando bellos paisajes de dehesa y con una orografía mucho menos exigente donde , aún perviven, en forma de estaciones, vestigios de la importancia que tuvo la llegada del ferrocarril a esta zona históricamente aislada.
Sin embargo, son los 17 km finales, los que se adentran en las Arribes del Duero, los que obligaron a construir una verdadera línea alpina para este tren, con abruptas caídas y desniveles que pasan de los 527 metros de altitud de la Estación de La Fregeneda a los 133 de Barca D’Alva.
Más de 2.000 trabajadores participaron en su construcción, todo un desafío por las dificultades geográficas que había que salvar.
En 17 km y unas 6 horas la ruta alterna increíbles paisajes con la espectacular ingeniería civil del siglo XIX
Justamente este es el tramo, entre La Fuente de San Esteban y el muelle fluvial de Vega Terrón en Barca d’Alva, el que se ha convertido en el Camino de Hierro, una espectacular ruta senderista jalonada por 10 puentes que salvan el cauce del río Águeda hasta desembocar en el Duero.
No menos llamativos resultan los 20 túneles que suman más de 4 km de longitud, donde habitan, entre la oscuridad y el silencio, algunas colonias de murciélagos.
Cómo hacer el Camino de Hierro
Las viejas vías del ferrocarril han sido ahora adaptadas y reconvertidas en un recorrido peatonal, con vallas, barandillas y quitamiedos para garantizar la seguridad.
Cerrada al tráfico y acondicionada, conforma una ruta de 17 km que se realiza aproximadamente en unas 6 horas y donde la grandiosidad del paisaje se funde con la no menos espectacular ingeniería civil del siglo XIX dibujando magníficos contrastes.
Nada más iniciar la ruta se encuentra el Túnel número 1, el más largo del recorrido y con más de 1,5 kilómetros de longitud.
A la salida, en suave pendiente de descenso, comienzan a aparecer otros túneles y puentes siguiendo el cauce del río Águeda hasta desembocar en el Duero, donde se encuentra el único muelle fluvial de Castilla y León que marca el final del recorrido.
Para quien no quiera hacer el camino de ida y vuelta (34 km), un transporte facilita el regreso al punto de partida.
La ruta, que ya ha realizado 40.000 personas desde su puesta en marcha en 2021, tiene un coste de 8 euros (con opciones de tarifas reducidas para determinados colectivos) que incluye un seguro individual para el senderista y el servicio de transporte de vuelta hasta la estación de La Fregeneda.
Se accede desde Salamanca por la carretera C-517, por Vitigudino y Lumbrales, desde Ciudad Rodrigo por la SA-324 y desde Portugal por la N221 a través de Barca d’Alba.
En cualquier caso es imprescindible reservar a través de la web (solo para mayores de 10 años) y atender una serie de condiciones de acceso, entre ellas un horario estricto que, en invierno (del 15 de octubre al 31 de marzo) es de 9 a 10 horas -es muy importante ya que no se permite el acceso después de esa hora-, con las 16.30 como hora límite para realizar la ruta.
En horario de verano (del 1 de abril al 14 de octubre) el acceso se realiza entre las 7.30 y las 8.30 de la mañana y las 15.00 es la hora límite para finalizar la ruta.
Además, es obligatorio el uso de los elementos de seguridad que se facilitan en el inicio (chalecos reflectantes), circular sin salirse del itinerario y atender a las indicaciones. Por ejemplo, el túnel 3 puede estar cerrado en algunas épocas coincidiendo con la cría de los murciélagos, por lo que habrá que usar un sendero alternativo.