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Ford estudia ceder a Ilunion el negocio de Rhenus, que amenaza con huelga indefinida por su cierre
Ford ha dado otra vuelta de tuerca más a su esctructura de costes de producción en Almussafes. La parte logística de Rhenus Automotive, tras un ERE a 118 empleados, cerrará. Los trabajos de montaje, secuenciación y logística que realizan para la Transit Connect y el Kuga los pasará a realizar Ilunion, del grupo Once, e Improving, según las fuentes sindicales consultadas. Esta es la hoja de ruta de unos acuerdos que todavía no estarían firmados.
Ambas empresas son centros especiales de empleo que contratan personas con discapacidad y cuyos costes laborales son menores que los de las empresas tradicionales. Esta situación supone un ahorro en las piezas que hacen este tipo de centros y que Ford Almussafes recibe desde su parque de proveedores.
Francis Gimeno, negociador para el ERE de extinción de 118 empleados de la parte logística de Rhenus por parte de Comisiones Obreras, explica que el viernes 16 de noviembre se iniciará el periodo de consulta del ERE. Sin embargo, tal y como informó À Punt, ya existe la voluntad del comité de empresa de convocar una huelga indefinida en Rhenus. El comité de empresa lo forman seis miembros de CGT y tres de Comisiones Obreras. Al tratarse de un cese de actividad en un proveedor, automáticamente pararía todo el parque de proveedores y la fábrica en caso de iniciarse la huelga que, sin estar oficialmente solicitada, se prevé para el miércoles de la semana que viene.
La amenaza es similar a la que planteó SAS hace ahora cinco meses y de la que ya informó este diario. Sin embargo, la situación de SAS y Rhenus no es comparable aunque ambas formen parte del desmantelamiento progresivo que sufre el parque de proveedores de la automoción valenciana mientras Ford sigue sin concretar los modelos que fabricará.
Sas forma parte junto con Faurecia y Lear del grupo de empresas que con el fin de la producción de la Transit Connect iban a tener problemas de empleo. Así lo advirtió Economía Digital en diciembre de 2022 y se ha ido confirmando con el paso de los meses. El motivo era el fin de la producción de la furgoneta y la dependencia de estos proveedores de ese vehículo comercial.
El resultado es que Lear y Sas van a acabar cerradas. El fabricante de asientos Lear intentó antes una bajada de salarios a cambio de producción mientras que Sas intentó la mencionada amenaza de huelga que acabó con unas condiciones de despido muy beneficiosas: 45 días por año trabajado sin tope y compensación por los días de ERTE consumidos.
Y partir de aquí empiezan las diferencias con Rhenus. Los despidos de Sas no tienen tope efectivo de mensualidades en el cálculo del indemnización porque nadie llegaba a los 24 meses, que es el tope que tiene el acuerdo aunque a nadie se le vaya a aplicar por falta de antigüedad. La plantilla de Sas es joven pero no la de Rhenus. «Hay una parte importante de la plantilla con 15 y 20 años de antigüedad», apuntan desde Comisiones Obreras al analizar la situación de Rhenus.
Otra gran diferencia es el poder de negociación. SAS amenazó en junio de 2023 que se iba a la huelga cuando Ford necesitaba de sus servicios hasta marzo de 2024. Rhenus acaba de plantear un ERE de extinción de toda la plantilla, que según la Dirección General de Empleo todavía no está registrado, y en el plazo de 30 días espera tener la solución tomada.
Además, tiene un factor que todo lo cambia: los centros especiales de empleo de Ilunion e Improvin asumirán la faena que hace la empresa que cerrará. De este modo, Ford ya tiene el parche antes de que le brote la herida.
Por tanto, el daño que puede realizarse a Ford si los trabajadores de Rhenus van a la huelga es diferente al que ocurriría en un contexto de producción normal (aunque esto sea ya un concepto olvidado en el sector). Para empezar, la semana que viene se trabaja ya a medio gas en la factoría. Es decir, el turno de tarde de la semana del 20 al 24 de noviembre tiene jornadas de brazos cruzados porque no hay producción, ni ERTE con el que suspender el empleo ni jornadas industriales con las que recurrir a la flexibilidad laboral en días de problemas o ausencia de producción. La producción en diciembre rondará las dos semanas efectivas a falta de que Ford confirme este pronóstico.
La huelga de Rhenus, según apuntan fuentes del sector, podría incluso beneficiar a Ford en el sentido de que le daría un nuevo argumento para parar la producción mientras no tiene pedidos suficientes como para poner la cadena de producción al máximo rendimiento para sacar Kugas y Transits Connect de la las líneas.
Aquí también hay otra diferencia sustancial. La visión desde la factoría de Ford, que lleva el prisma de UGT, visualiza el problema general de la automoción valenciana mientras que CGT y Comisiones Obreras, que en las últimas elecciones han sido borradas del comité de empresa de Ford tiene una visión focalizada en la situación de las empresas proveedores donde aún tienen representación, como es el caso de Rhenus.También existen diferencias entre el anarcosindicalismo de CGT, basado en el conflicto, frente al talante más negociador del que parte CCOO.
Este nuevo pulso sindical se desata con el director de Operaciones de Ford, Kumar Galhotra, en Almussafes visitando la fábrica durante la jornada de hoy y de mañana. Conocedor de que las vueltas de tuerca para apretar a los proveedores en Valencia son recurrentes (Rhenus fue antes Valmo y antes H&L, empresas que han ido despareciendo mientras ganan peso los centros especiales de empleo), el objetivo de Galhotra es visitar la planta y revisar la estrategia para Europa.
La reunión con el comité de empresa se producirá el viernes aunque según varias fuentes consultadas no está previsto que la visita del director de operaciones culmine con una decisión firme que garantice una plan de inversiones y de producción para Ford Almussafes.