Alicante rechaza el agua desalada que produce para Murcia e insiste en el trasvase del Tajo
La provincia de Alicante, con Asaja y la Cámara de Comercio como arietes, han iniciado una cruzada para recuperar el trasvase Tajo-Segura ya que el agua se considera la base de la economía local de la quinta provincia española por PIB y población. El agua desalada, ofrecida como alternativa a los regantes del sudeste español, ha sido rechazada por los alicantinos. Pese a que la producción la lidera la desaladora de Torrevieja, el agua desalada que desde el PSOE han identificado como sustitutivo del trasvase (con el concepto de «agua para siempre») acaba siendo consumida en su inmensa mayoría por los murcianos.
José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, explicó ayer en Alicante ante unos 50 empresarios que de los 120 hectómetros anuales prometidos en 1980 sólo estaban llegando 65 hectómetros, que se convertirán en 35 tras el último recorte acordado. Andreu recordó que “nos ofrecen como alternativa la desalación y el agua reciclada”, mecanismos que no llegan a cubrir ni el nuevo déficit de 30 hectómetros ni la falta estructural de agua que tiene la provincia.
“La desalación no puede cubrir lo que falta y, como mucho, van a aportar 11 hectómetros. Es lo que han pedido los agricultores de Alicante ya que la desalación no es asumible para la agricultura de aquí”, ha asegurado Andreu. Este nuevo argumento diferencial de las necesidades de agua de Alicante frente a las de Murcia o Almería no se había anunciado nunca de una forma tan clara como ayer reflejó Asaja Alicante y supone una enmienda a estrategia del agua desalada en la Comunidad Valenciana.
El motivo de esta baja petición se sustenta en la incompatibilidad del agua desalada con cultivos como los cítricos o los granados, más presentes en Alicante que en Murcia, y los efectos negativos que produce el agua desalada en los cultivos alicantinos por la alta presencia de boro en el agua que sale de las desaladoras.
Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, aseguró: «El agua desalada incrementa sobremanera los costes, el proceso de desalación contamina y además su uso acaba empobreciendo y haciendo improductiva la tierra que se riega con ella. Y eso es letal a nivel económico, social y medioambiental».
La situación en Murcia es distinta. Según explicó Andreu, actualmente hay 100 hectómetros de agua desalada que se usan para el riego en Murcia “y pueden llegar a 200. En Alicante no se consume el agua desalada porque la agricultura que desarrollamos aquí no es capaz de asumir los costes que implica este tipo de agua”. Los incrementos del agua desalada producida en las instalaciones de Murcia se gastarán íntegramente en esa región mientras el aumento de producción de la desaladora de Torrevieja no aumentará el riego en Alicante sino el de Murcia y Almería.
La otra alternativa al trasvase Tajo-Segura, tal y como recordaron desde Asaja Alicante, es la depuración, una opción con poco margen de mejora. Los datos de los agricultores alicantinos es que la depuración en Europa es del 3% del total del agua, del 7% en España pero del 85% en el sur de la provincia de Alicante, que es donde se encuentran los cultivos afectados por la falta de agua. Por tanto, hay un margen de maniobra escaso.
Alianza inédita con repaso histórico
El acto realizado ayer en Alicante supone una alianza inédita por el agua entre Asaja Alicante, cuya actividad es la agricultura, y la Cámara de Comercio, que entre sus socios no tiene agricultores y su implicación en el agua se fundamenta en que el agua es la base de la economía de la provincia ya que, sin ella, se verá afectado el comercio, la industria y el turismo, es decir, los socios de la Cámara de Comercio.
Junto a Asaja y la Cámara de Comercio de Alicante estuvo Mercadona junto a representantes de la CEV, de la Cámara de Comercio de Orihuela, los presidentes de la asociación de la alcachofa de la Vega Baja, de campos de golf de la Costa Blanca y la Comunidad Valenciana, comunidad de regantes del Levante, sindicato central de regantes así como directivos de UEPAL, Facpyme y juristas valencianos, entre otros.
Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, anunció que está fraguando una alianza con las cámaras de comercio de Orihuela, Lorca, Murcia y Almería para presentarse como el sudeste español en Madrid para cambiar la política hídrica ya que, al margen de la mayor posibilidad de uso o no del agua desalada en determinados cultivos, el agua del trasvase es más barata, de mayor calidad y con menor impacto medioambiental en el sentido de consumo energético que el agua desalada.
“Estamos provocando conversaciones”, asegura Baño, que detalló a ECONOMÍA DIGITAL que tiene el respaldo de José Vicente Morata, presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana aunque la batalla del agua no afecte a las provincias de Valencia y Castellón.
Aunque con temática distinta, el concepto de unir fuerzas económicas de varias provincias del Mediterráeno guarda similitud con el movimiento #QuieroCorredor, impulsado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobby en el que están Juan Roig y Vicente Boluda, entre otros, empujando por el corredor mediterráneo.
Entre las diferencias está el abismo presupuestario entre ambas iniciativas y que el corredor tiene a empresarios como baluartes de la iniciativa mientras la campaña iniciada por Carlos Baño se ha iniciado con representantes empresariales. El músculo de las manifestaciones que los agricultores han realizado en Madrid en los útimos meses han contado con el respaldo económico de empresarios que fletaron los autobuses y permitieron y apoyaron la presencia de sus trabajadores en las manifestaciones más que por el respaldo de las patronales, que siempre encuentran rencillas en las pugnas provinciales que acaban frenando su unidad y capacidad de acción.