La economía valenciana, víctima de las cesiones a Puigdemont: en riesgo 777 empresas y facturación de 2.000 millones
Las cesiones a Puigdemont tienen a la Comunidad Valenciana como víctima. La inseguridad jurídica que provocó la declaración de independencia en octubre de 2017 provocó que 777 empresas con una facturación conjunta de 2.000 millones de euros abandonaran Cataluña en busca de la estabilidad de Valencia, Alicante y Castellón, según los datos de Informa D&B.
El principal objeto de deseo de los independentistas es el sistema financiero, que se encuentra profundamente arraigado en la Comunitat Valenciana, pero también hay empresas de renombre como Idilia Foods (Nocilla) o MRW que desde Junts y ERC anhelan su vuelta.
El Banco Sabadell ya ha dicho que el traslado de su sede social, que está en el Alicante, es un asunto que «no está encima de la mesa». Caixabank opta por un «sin comentarios» mientras Banco Mediolanum, que igual que la entidad presidida por Goirigolzarri tiene la sede social en Valencia, reduce todavía más su reacción al pacto de Sánchez y Puigdemont optando por un riguroso silencio.
La banca ni se plantea salir de la Comunitat Valenciana pero el pacto de Sánchez y Puigdemont enciende las alarmas porque la búsqueda de beneficios para Cataluña a costa de los valencianos tiene precedentes. La parálisis injustificada de la ampliación del Puerto, que va camino a pasarse un año sin ser aprobada por el Consejo de Ministros pese a tener todos los informes necesarios para que reciba el visto bueno, es la prueba más palpable del interés de los independentistas de reducir el potencial económico valenciano.
La otra prueba es su interés por arrancar el sistema financiero que ha logrado en la Comunitat Valenciana gracias al clima de confianza y falta de conflictividad de la que carece Cataluña por su pugna independentista. Pero lejos de los intereses de Junts y ERC, el movimiento desde Cataluña a la Comunidad Valenciana no se limita a estas poderosas empresas sino que tiene en las pymes su continuidad incluso cuando ya han pasado más de seis años desde la declaración de independencia.
El traslado del sistema financiero fue la punta de lanza en 2017 de un total de 221 empresas que salieron de Cataluña hacia Valencia en 2017 sobre un total de 1.863. Es decir, la Comunidad Valenciana se llevó el 11,8% de las empresas. Madrid, por ejemplo, recibió el 55,8% de las mercantiles que abandonaron las tierras con independentistas.
En 2018, cuando se produjo el aluvión de cambios de sedes sociales, la Comunitat Valenciana captó 284 empresas pero como a Cataluña se le fueron 2.812 esto sólo significó un 10% del total, que es el porcentaje más habitual en las estadísticas regionalizadas cuando se analiza el peso de Valencia en el conjunto de España.
Sin embargo, si nos trasladamos al último año con estadísticas (2022), la Comunitat Valenciana aumenta su protagonismo. Salieron de Cataluña 845 empresas y 102 recalaron en la Comunitat Valenciana. Esto significa elevar el peso hasta el 12% del total. Este movimiento ahora es mucho más silencioso y también más numeroso. En comparación con el impacto social que tuvieron las primeras salidas de empresas (221 en 2017), en 2022 aún se mantuvo el imán para que saltaran la línea divisioria entre las autonomías más de un centenar de empresas.
Entre las pymes que han cambiado su sede social hay una gran concentración de empresas en Vinaroz, último pueblo al norte de la Comunidad Valenciana que ha recibido empresas del sur de Tarragona. Un ejemplo de ello es el fabricante muebles García Sabate, que tiene la fábrica en La Sénia, a escasos metros del cambio de autonomía en el lado de Cataluña, mientras que su sede social está ubicada en Vinaroz.
Igual que le pasó a comunidades autonómas como la madrileña, la valenciana ganó empresas de Cataluña en los años 2017, 2018, 2019, 2021 y 2022 mientras que en el año del inicio del Covid (2020) se le fueron 47 empresas con una facturación acumulada de 211 millones de euros. Teniendo en cuenta este año, el balance de captación de empresas de Cataluña asciende 777 empresas con 1.998 millones, lo que supone una media de empresas de 2,57 millones de euros de facturación. Las 6.984 empresas de Cataluña que facturaban 46.483 millones tenían una cifra de negocios media de 6,55 millones de euros. Andalucía, que es la tercera región en captación de empresas catalanas, ha incorporado a su tejido productivo 675 empresas con una facturación de 1.152 millones, lo que implica una facturación media de 1,7 millones de euros.