Tropezón de Altri, que recorta un 76% beneficios antes de decidir sobre su fábrica en Galicia
Como le sucedió a Ence, los resultados de la pastera portuguesa Altri se han resentido por la caída de precios que afrontó el sector. La compañía, que proyecta una inversión de más de 800 millones en Galicia, ha recortado ingresos y beneficios en el tercer trimestre, encogiendo los márgenes a menos de la tercera parte de los que presentaba hace un año. La salida del stock acumulado por las fábricas, bajando precios en un contexto de inflación, pasó factura, dejando la cifra de negocio del tercer trimestre del ejercicio en 174,4 millones, un 38,6% menos en comparación con el mismo periodo de 2022, y el ebitda en 16,3 millones, una caída del 82,4%.
Pese a este balance, el consejero delegado del grupo, José Soares, se ha mostrado optimista respecto al cierre del año y las previsiones para el próximo ejercicio, coincidiendo también con lo que manifestaba la papelera española Ence en su presentación de resultados hace 15 días. «A pesar de que el mercado europeo y norteamericano continúan mostrando alguna debilidad, estamos asistiendo a una fuerte recuperación en Asia, principalmente en China. Esta mayor demanda ha provocado recientemente sucesivos aumentos de precios en China, con impacto positivo también en los precios en Europa. Llegamos, así, a los últimos meses del año con una perspectiva más positiva, tanto para este trimestre como para 2024″, explicó el CEO de Altri.
El momento de la verdad para Altri
En este escenario afronta la pastera la decisión final sobre su inversión en Palas de Rei para construir una fábrica de fibras textiles con una capacidad de 200.000 toneladas anuales de pasta soluble y 60.000 toneladas de lyocell, uno de los proyectos estrella impulsados en Galicia para optar a los fondos Next Generation. Y es precisamente ese asunto, el acceso a las ayudas europeas, el que está dilatando la decisión de Altri. En su informe de resultados solo señala que la tomará «en el corto plazo», después de retrasarla en repetidas ocasiones.
La posibilidad del grupo luso de acceder a los fondos parecía encauzada el pasado 10 de octubre, cuando el ministro de Industria en funciones, Héctor Gómez, que la compañía podría presentar su proyecto hacia una línea del Perte de Descarbonización dotada con 250 millones, 150 millones en ayudas y 100 millones en créditos blandos. Esto cubriría el objetivo de Altri de obtener entre el 20% y el 25% de la inversión mediante fondos europeos. Sin embargo, este jueves el secretario xeral de Industria, Nicolás Vázquez, advertía que que «se está llegando al final del camino» y que está en riesgo la «posibilidad histórica» de contar con esa factoría, aludiendo a que la pastera todavía «sigue esperando por convocatorias o fondos».
Un año difícil
Los resultados del tercer trimestre, con un margen de ebitda del 9,3% frente al 32,6% del mismo periodo de 2022, dan continuidad a la tendencia negativa registrada durante todo el año. De hecho, incluso mejoran ligeramente el trimestre pasado en cuanto a ingresos. El balance en los nueve primeros meses del ejercicio muestra una cifra de negocio de 601 millones, una caída del 25,4%, mientras que el ebitda se situó en los 97,5 millones, un retroceso del 56,3% respecto a 2022. Los beneficios también se desploman, pasando de los 117,4 millones del año pasado a solamente 27,6 millones, un 76,4% menos.
Pese al mal comportamiento en lo que va de curso, dos elementos allanan el camino para que Altri mejore sus números. Por un lado, la progresiva reducción de los costes después de la fuerte presión inflacionista del año pasado. En el tercer trimestre cayeron un 17,5% en comparación con el mismo periodo de 2022, lo que permite a la compañía encadenar tres trimestres consecutivos a la baja en esta materia. Por otro, la pastera considera que ha finalizado el drenaje del stock acumulado desde finales del pasado ejercicio en el mercado europeo. «Dada la tendencia global de destocking en la cadena de valor de la industria de pasta y papel, durante 2023 el nivel de stock en los puertos europeos registró un aumento a niveles por encima de las medias históricas. Sin embargo, esta tendencia ya se invirtió, contando en el tercer trimestre con valores alineados con la media histórica», explica la compañía.
La deuda neta de Altri, que cuenta con tres fábricas en Portugal con una capacidad de producción de 1,1 millones de toneladas anuales, se situaba a cierre de septiembre en los 391,4 millones, con un ligero descenso respecto a los 401 millones de hace tres meses.