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De Ourense a Ferrol, las zonas calientes de las municipales gallegas

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El mapa del poder político en las ciudades gallegas tiende a la estabilidad, pero con dos grandes zonas de batalla: Ourense, donde nadie está seguro de qué puede suceder tras el radar que cazó a Manuel Baltar a 215 kilómetros por hora y los audios que vinculan a su antiguo aliado, el alcalde Gonzalo Pérez Jácome, con prácticas delictivas; y Ferrol, la plaza donde el PP ve mejores opciones para recuperar el bastón de mando y volver a gobernar en una de las siete urbes.

Esa victoria de José Manuel Rey Varela, quien ya fue alcalde entre 2011 y 2015, sería clave para los intereses de Alfonso Rueda, que necesita de unos buenos resultados para consolidar su liderazgo en su primera prueba electoral desde que Alberto Núñez Feijóo lo designó como sucesor. Dos elementos juegan a su favor: por un lado, el desmantelamiento de Ciudadanos, que intenta evitar desaparecer de las corporaciones; y la inoperancia de Vox en Galicia; por otro, que lo único que tiene que defender es la Deputación de Ourense, pues los populares no gobiernan en ninguna ciudad y el PSOE controla las otras tres instituciones provinciales. En este escenario, mantener el feudo de Baltar y lograr la alcaldía de Ferrol ya supondría una mejora respecto a 2019.

El poder del PSOE y las generales

La implicación de los líderes políticos en la campaña llevará el terreno de debate a terrenos extramunicipales. Lo demostró este sábado Mariano Rajoy, que estuvo en Vigo y Pontevedra hablando de «Gobierno Frankenstein», de Bildu y de ETA. Claro que también Alfonso Rueda dedicó tiempo en Cervantes (Lugo) y Verín a la política del País Vasco y al «desgobierno de Moncloa». Los populares creen que el desgaste del Ejecutivo central implicará también una caída de apoyos en Galicia al partido que gobierna en cinco de las siete ciudades. Y de paso, ayuda a preparar las generales a Alberto Núñez Feijóo, que también se implicará en esta campaña.

Yolanda Díaz está previsto que participe en actos de Compostela Aberta en Santiago, donde hay una candidatura de unidad a la izquierda del PSOE, y, quizá, en apoyo de Podemos en A Coruña. En la ciudad herculina no sucede lo mismo y se presentan por separado Podemos y Marea Atlántica, otrora partido de Gobierno que Pablo Iglesias sacaba a relucir como ejemplo de gestión. La ministra de Trabajo hace malabares para respaldar a sus afines, a veces en las listas de Podemos y otras compitiendo contra la formación morada, mientras no cuaja la unidad en Sumar.

Las zonas frías

Todas las encuestas externas, de los medios de comunicación, e internas, de los partidos, dan una cómoda victoria a Abel Caballero (PSOE) en Vigo, con mayoría absoluta, y a Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) en Pontevedra. El PP aspira en estas plazas a mejorar resultados y tratar de competir por la Diputación con su implantación en los municipios pequeños. Alfonso Rueda nunca fue capaz de alcanzar esta meta desde la presidencia del PP pontevedrés, pero confía que la apuesta por Marta Fernández Tapias, a la que colocó como delegada de la Xunta y, después, como candidata por Vigo, acerque a los populares a este objetivo. La propia Fernández Tapias sonaba en los mentideros políticos como alternativa a Carmela Silva en caso de alcanzar la meta.

Las zonas templadas

En Lugo todo apunta a que PSOE y BNG podrán formar Gobierno. Elena Candia aspira a absorber los escaños que había obtenido Ciudadanos en 2019 y competir la alcaldía a Lara Méndez, para lo que necesitaría una mayoría absoluta. La revelación de que denuncias contra José Ramón Gómez Besteiro, uno de los principales activos del PSdeG tras salir absuelto de las causas, partieron de ella, le puede perjudicar.

En Santiago y A Coruña, donde se prevé que Sánchez Bugallo e Inés Rey repitan mandato con apoyo del BNG o de las mareas, la disputa entre populares y socialistas es por ver quién es la lista más votada. Además, el partido de Ana Pontón aspira a recoger apoyos de las mareas y acercarse a los ediles del PSOE, principalmente en Santiago, donde podría tocar techo. En la capital gallega hay una candidatura de unidad, Compostela Aberta, mientras que en A Coruña se presentarán Podemos y Marea Atlántica por separado.

Las zonas calientes

Ourense es la ciudad con gobierno más incierto. PP y PSOE, las fuerzas más votadas en las pasadas elecciones, se encontraron con una resistencia insospechada de Democracia Ourensana, que retenía prácticamente todos sus ediles meses antes de la campaña a pesar de la ruptura del equipo de Gobierno y las denuncias contra el alcalde desde sus propios compañeros de partido. En este escenario, Manuel Cabezas y Francisco Rodríguez, candidatos popular y socialista, acordaron que dejarían gobernar al más votado para evitar tener que alcanzar pactos con Jácome.

Antes del arranque de la campaña todo saltó por los aires debido a los audios que publicó La Región y que vinculan al regidor con mordidas y blanqueo. El PP teme que la revelación beneficie a PSOE y BNG debido al pacto con Manuel Baltar que permitió a Jácome llegar a la alcaldía. Esto no solo pondría en peligro una mayoría de los populares, sino que también podría facilitar un gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas. Pero para eso Democracia Ourensana tendría que ceder parte de sus siete concejales y todavía no hay encuestas que midan el impacto de los audios de Jácome.

Sin pacto con Baltar, Jácome no tendrá opciones de repetir en la alcaldía, por lo que Ourense y Ferrol son las urbes donde se espera un cambio de color en el Consistorio. En el caso ferrolano, Rey Varela llegó a la campaña con sondeos que le daban mayoría absoluta y en el PP ven una tendencia al alza del exconselleiro de Política Social. La izquierda necesita una suma de tres partidos, PSOE, BNG y Ferrol en Común para evitar el gobierno de los populares.

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