Los sindicatos advierten que Telefónica excluye los perfiles más tecnológicos de su plan de bajas, con un coste de 1.500 M€

El operador azul quiere competir con las grandes tecnológicas, pero eso supone un enorme esfuerzo, sobre todo, a nivel de recursos humanos que es donde están las grandes diferencias

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El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, lleva años trabajando en una idea concreta: «Construir la teleco de los próximos 100 años». Pero eso tiene un coste en materia de recursos humanos -y también económico-, tal y como se ha podido comprobar con el último plan de bajas voluntarias que se centran en determinados perfiles. Además, los planes de formación y adaptaciones a nuevas capacitaciones no están funcionando.

Telefónica ha propuesto un programa plurianual de bajas incentivadas voluntarias (PSI) que puede afectar hasta 5.000 trabajadores. En esta ocasión los motivos no son solo de edad, sino que existe el argumento de que, tras el apagón del cobre (ADSL), ya no se necesitarán algunos perfiles

Este nuevo PSI, a la espera de conocer el número definitivo de empleados, tendría un impacto cercano a los 1.500 M€ si el número definitivo de trabajadores que se suman estuvieron en torno a los 2.800. Hasta la fecha, lo que ha costado por empleado cada uno de los PSI ha fluctuado entre los 603.000€ y los 463.000€. 

Pero el problema en estos momentos reside en la evolución laboral de la compañía. Fuentes sindicales aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que «esto solo es la punta del iceberg del problema con el que se va a encontrar el presidente con la filosofía que pretende aplicar». La compañía ha relanzado su apuesta por la ciberseguridad, la inteligencia artificial y, en definitiva, nuevas capacitaciones que muchos de los actuales empleados de Telefónica ya no tendrían. Por eso se promueve este nuevo PSI, entre otras cuestiones. 

Según consta en la memoria anual de la compañía, durante 2022 cada empleado -de media- tuvo acceso a 15 cursos de formación para adquirir nuevas habilidades laborales. Sin embargo, los sindicatos denuncian que estos cursos son, en realidad, de información más que de formación. 

Sostienen que en muchos casos de trata de meras formaciones online que, en ocasiones, no se dan con la suficiente seriedad. Esto profundiza en el problema. Telefónica necesita nuevos perfiles, pero la compañía no logra de manera interna promover esa cultura. Por tanto, seguirá saliendo de la empresa una tipología de trabajador con menores habilidades tecnológicas

Telefónica pide más que nunca 

Telefónica, tras la salida de más de 10.000 empleados desde que se iniciaron estos programas de bajas incentivadas, ha empezado a solicitar a sus trabajadores que se readapten a tareas diferentes. No solo eso, también se les ha pedido que hagan nuevas labores, y todo ello con una gran presión. 

En paralelo se insiste con estas formaciones que, en muchos casos, denuncian desde ámbitos sindicales, «solo se ofrecen de cara a la galería». Lo justifican en que no existe tiempo material para compaginar las labores ordinarias con auténticos planes de adaptación y formación. 

Muchos de estos cursos y formaciones se dan online. De hecho, Telefónica explica en su memoria anual de 2022 que se ha pasado de un 30% de estas actividades de manera virtual en 2019, a un 92%. Una situación que en muchos casos solo ha supuestos que haya ‘salas online’ con decenas de trabajadores que acceden a cursos, pero que no son efectivas a la hora del aprendizaje. Y menos para cuestiones tan técnicas. 

Las telecos ligeras 

Desde hace años las empresas de telecomunicaciones tienen un mantra en la cabeza: ser más ligeras. Se trata de un concepto integral. Más ligeras a nivel de infraestructura, por eso están vendiendo sus redes; y ser más ligeras a nivel de empleo, con perfiles muy concretos. 

En el caso de los recursos humanos, Telefónica no quiere centrarse en edades concretas en este nuevo PSI, sino que todo va enfocad a capacidades. El problema es que, si no se da soluciones concretas para adquirir nuevas habilidades, muchos de los empleados ya están sentenciados en los próximos planes de bajas. 

Telefónica quiere lanzar un mensaje claro para el próximo 8 de noviembre en la presentación de su nuevo ‘plan estratégico’: la división Tech es la joya de la corona; y la compañía está adelgazada a nivel laboral abandonando la antigua idea de que era una especie de ministerio.

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