Calviño traslada a los ministros de telecos europeos su preocupación tras el asalto de STC a Telefónica

Los grandes operadores de telefonía europeos comparten un mismo problema: tienen a los principales fondos americanos como principales accionistas. Además, se están haciendo con las redes fijas. Desde España quieren dejar clara la importancia de la soberanía digital en materia de telecomunicaciones, y más tras lo sucedido con Telefónica y el asalto accionarial de STC.

Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, en la ‘Reunión informal ministerial de Telecomunicaciones’ que se celebra la próxima semana en León, y que reúne a los ministros del ramo teleco y digital, la comitiva española hará un especial énfasis en temas como la soberanía digital y la autonomía tecnológica. 

Con la ministra de Asuntos Económicos y Agenda Digital, Nadia Calviño, como punta de lanza, esta reunión llega en un momento crucial para las telecos europeas en ese sentido. Hace apenas un puñado de horas se ha hecho formal la oferta de KKR por la red fija de Telecom Italia; y esto coincide en el tiempo con la entrada de la saudí STC en el accionariado de Telefónica. 

Cabe recordar que parte de la red de fibra óptica del operador azul ya está en manos de fondos. Son europeos, pero es un síntoma en esa pérdida de control. Asimismo, Telefónica estudia en estos momentos potenciales alternativas de venta por su red de fibra.  

Para encarar esta situación, la representación española en la reunión de ministros de telecos de la próxima semana quiere dejar claro que esta situación debe abordarse de manera inmediata. 

Un síntoma inversor 

Dentro de los cuatro grandes campeones nacionales en el sector de las telecomunicaciones en la Unión Europea, Telefónica es la que ha quedado más expuesta a dueños ajenos a la UE. 

La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete tiene un 29% de accionistas con sede social en Estados Unidos, por un 28% en España, y ahora sobrepasa el 10% con nacionalidad árabe. 

Esta situación es muy diferente en sus pares europeos, sobre todo, en Orange y Deutsche Telekom donde los gobiernos regionales tienen una fuerte presencia. La teleco gala tiene un 56% de acciones con sede local por un 23% de EEUU. El operador germano tiene el 55% con inversores bávaros, por un 17% de americanos. En el caso italiano, la francesa Vivendi rompe la balanza del control transalpino, donde EEUU tiene un 17%. 

La situación española 

Con estas cifras no es de extrañar que exista preocupación en el seno del Gobierno español. Al margen de Telefónica, como gran compañía nacional, el problema de las redes es que cada vez está en manos más ajenas a las europeas. 

Una situación relativa puede darse tras la fusión de Orange y MásMóvil donde, al menos, quedará como gran compañía una empresa con el gobierno francés como gran accionista. Por el contrario, Vodafone España también puede pasar a manos americanas si finalmente la oferta de Apollo se impone a la de Zegona. 

La situación va más allá. El último en irrumpir en el sector de las telecomunicaciones, Digi, cuyo origen es rumano, ahora también negocia la venta de la fibra que está desplegando en España con dos fondos (Macquarie y Abrdn). 

La ministra Calviño intentará trasladar ese mensaje de soberanía digital en la importante reunión de León donde, además, se hablará mucho de inteligencia artificial (IA). Otra cuestión que, todavía no legislada, pero que precisamente no debería dejar fuera de juego a las compañías europeas.