Repsol tensiona sus finanzas al forzar los descuentos de luz y gasolina
La 'guerra comercial' del sector energético está siendo difícil para las empresas que no pueden bajar el pie del acelerador
El momento energético es decisivo, y Repsol lo ha interpretado a la perfección. Con una posición de desventaja en el sector eléctrico; y una gran competencia en el segmento de los combustibles, la petrolera está forzando la máquina para captar clientes. Aunque el precio está siendo elevado.
El último movimiento de la compañía dirigida por Josu Jon Imaz ha mezclado, precisamente, el negocio de la electricidad y el gas -a nivel comercial- con los servicios de hidrocarburos. En concreto, tiene activada una megapromoción para conseguir atraer nuevos clientes en ambos nichos.
Para los usuarios que contraten la electricidad del hogar o el gas con Repsol se verán fuertemente bonificados a la hora de echar gasolina. La petrolera promete hasta 120€ de regalo directo de saldo en Waylet, la app digital de la compañía; y hasta 150€ adicionales que se podrá acumular con los repostajes. No obstante, hay diversos asteriscos que deben consultar bien los clientes en relación con la tipología cruzada de servicios.
En todo caso, y para quienes sí puedan beneficiarse de la oferta, se trata de un golpe sobre la mesa para todos sus rivales, tanto en el ámbito de la electricidad y el gas; como el resto de estaciones de servicio.
El problema de todos estos movimientos es que Repsol está gastando demasiados recursos económicos para la captación. Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, pese a que la petrolera está manteniendo un buen ritmo de crecimiento durante los últimos trimestres, la falta de rentabilidad se estaría dejando notar en el negocio eléctrico.
Principalmente, porque la empresa debe salir al mercado para comprar la energía, y todavía se mantiene a altos costes; y, además, porque en esa estrategia de promociones para poder competir en el mercado libre, el margen es ajustado.
Repsol y la gasolina
A falta de unos días para conocer en profundidad las finanzas de Repsol del ejercicio 2022, lo que se ha conocido hasta ahora es que el impacto en caja debido a los descuentos de la gasolina ya se ha dejado notar.
Todo ello es debido a que Repsol siempre ha ido un paso más allá en los descuentos. La compañía inició el año con su apuesta y, de manera excepcional, con rebajas desde el 1 de enero y hasta el 31 de marzo de 2023, con su descuento de 10 cts/L de carburante a los usuarios de Waylet, al repostar en las más de 3.300 estaciones de servicio que la compañía tiene en España.
Toda esta situación, cabe recordar, que lo hace con la investigación de la Comisión de los Mercados y la Competencia (CNMC) abierta, y en la que el regulador, por el momento, está esperando a que se sumen más empresas. El reverso de esta situación, y que forma parte de la estrategia de Repsol, tiene que ver con el impacto en las cuentas.
Hace meses el CEO de la compañía, Josu Jon Imaz, explicaba que los descuentos debían ser una palanca para la empresa de cara a fidelizar nuevos usuarios. Y, en ese escenario, asumía que la estrategia podría no salir gratis. Y así ha sido.
Según las cuentas oficiales de la compañía, y las proyecciones del consumo llevado a cabo en el último trimestre, el deterioro en el balance a final de 2022 rondaría los 300 M€. En concreto, en el Q2, trimestre en el que se iniciaron los descuentos, la erosión para el negocio de los carburantes fue de 100 M€. Posteriormente, en el Q3 del pasado ejercicio, la cifra ascendió a 86 M€ que la compañía había dejado de ingresar con respecto al mismo periodo del año anterior. Habría que añadir la última parte de año para cuadrar dicho impacto.
En su momento, explicaban que este impacto «fue debido al liderazgo de descuentos en combustible que la compañía ha ofrecido en España a sus clientes, erosionado los márgenes comerciales en un contexto internacional de subida de precios de la gasolina y el diésel. Esto fue parcialmente compensado por unas mayores ventas directas».