Repsol carga contra la transición energética: «Ha fallado»
El consejero delegado de Repsol, Josu Ion Imaz, considera que el error ha sido poner "el foco en la sostenibilidad" antes de garantizar la accesibilidad a nuevas fuentes de energía
El consejero delegado de Repsol, Josu Ion Imaz, ha aprovechado su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos para cargar contra la transición energética. «Ha fallado», ha aseverado con contundencia. Y es que, a su juicio, el error radica en haber puesto «todo el foco en la sostenibilidad» sin antes asegurar los suministros y la accesibilidad a nuevas fuentes de energía.
En estos términos se ha expresado el CEO del grupo energético a lo largo de un debate en el que se ha reflexionado acerca de las dificultades que plantea acelerar una transición energética globalmente inclusiva. Así, ha apuntado que uno de los efectos de la crisis provocada por la guerra de Ucrania ha sido olvidar que «dependíamos demasiado de Rusia».
Tampoco se ha cumplido el objetivo de accesibilidad, ya que «hay muchas familias que no pueden pagar la energía que necesitan», y en cuanto a la mera descarbonización, tampoco ha sido como se esperaba ya que «seguimos importando productos sin preocuparnos de si en origen son emisores o no».
Hay que ser realistas, ha explicado Imaz, y hay que descarbonizar pero «sin acudir al pensamiento mágico», porque vamos a necesitar petróleo y gas «durante muchos años, y no vamos a ver aviones eléctricos». El consejero delegado de Repsol ha abogado por una transición «inteligente», garantizando la producción de manera sostenible.
El petróleo «se va a quedar»
La compañía es «estricta con la descarbonzacion de sus productos, pero el petróleo se va a quedar», incluso en un mundo «totalmente descarbonizado». «Europa, que no produce gas y depende del exterior», tiene que hacer su producción sostenible y hacer esfuerzos para invertir en otras tecnologías», ha apuntado.
Además, ha destacado Imaz, Repsol cuenta con planes a largo plazo y una hoja de ruta comprometida con las emisiones cero, y todos los incentivos, incluidos los suyos, van en esa dirección, pero la electricidad «no va a ser la solución» antes de muchas décadas.