La industria española clama contra el acuerdo de PSOE y Sumar en plena caída de ingresos y aumento de costes
"Supongo que a Marruecos le habrá gustado la propuesta", dice el presidente de una multinacional española sobre el acuerdo de los dos partidos.
La industria española clama contra el acuerdo entre PSOE y Sumar para formar nuevo Gobierno, que incluye la reducción legal de la jornada laboral a 37,5 horas sin rebaja salarial.
Patronales y empresarios consultados por este diario advierten que su ejecución supondría prácticamente la estocada final a la industria española, en plena caída de ingresos e incremento de costes. «Los inversores se irán a Marruecos«, comentan.
«Tengo tres fábricas en España con los turnos ya institucionalizados, no puedo parar la actividad ni un minuto durante todos los días; ahora, ¿tendré que poner un turno más?», se pregunta el presidente de un grupo de materiales consultado por este diario. «La competitividad es igual a la productividad más el entorno; si el entorno es desfavorable, se pierde competitividad, y eso es lo que va a ocurrir, la industria española perderá competitividad«, sostiene.
El anuncio del acuerdo entre los partidos liderados por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz llega en un momento en el que la industria española afronta un aumento continuado de los costes, con subidas de los precios energéticos acompañadas de los altos tipos de interés, con caídas registradas en el primer semestre del año de las ventas.
La patronal valenciana del metal califica el acuerdo de «barbaridad» y la catalana habla de «imposición legal»
El sector se resiente: vende menos y paga más
Los datos de la Central de Balances Trimestral que elabora el Banco de España ya dan una muestra de que las cuentas del sector empresarial se resintieron en los primeros seis meses del año. La cifra de negocios cayó un 7,1% en el primer semestre, frente a un crecimiento del 45,7% en el mismo periodo de 2022, mientras que el resultado neto se desplomó un 55,2%.
Las únicas cifras en positivo en los seis primeros meses de 2023 son las referidas a la creación de empleo, un 3,1% más. Pero las empresas del sector incrementaron los gastos de personal un 9,6%.
Detrás de esta última cifra se encuentran, entre otras razones, los incrementos de cotizaciones por la reforma de las pensiones o el último incremento del salario mínimo interprofesional (SMI).
"No es una propuesta realista", comenta en una conversación con este diario el presidente de una multinacional española de componentes, con varias fábricas en España y en el extranjero, en relación al acuerdo de PSOE y Sumar. "Supongo que a Marruecos le habrá gustado la propuesta, con ella es posible que la inversión extranjera opte por irse a otros mercados", lamenta.
La Unió Patronal Metalúrgica (UPM) catalana rechazó el martes en un comunicado la propuesta de reducción de la jornada laboral, calificándola de «imposición legal» que no respeta el diálogo social y que, según ellos, incrementará los costes sociales.
En un comunicado emitido el miércoles, la UPM criticó la medida, afirmando que se tomó «fuera del pacto social» y «obviando preceptos de nuestra Carta Magna».
"Hay quien manifiesta que beneficiará a la productividad, pero no nos consta que ni siquiera en el proyecto piloto que se realizó ya en su día, se preguntara si se podría hacer el mismo trabajo con una reducción de jornada", advirtió la organización.
Vicente Lafuente, presidente de Femeval, la patronal valenciana del metal, calificó el martes de "barbaridad" la medida de reducción de la jornada laboral sin recorte salarial, como publicó este diario. "Atacas la competitividad, si reduces horarios tienes que subir precios", indicó. "Esperamos que hagan una reflexión sobre la barbaridad que significa hacer las cosas así", añadió.
A las críticas de la industria hacia las medidas laborales que contempla el acuerdo entre los dos partidos se sumó ayer la patronal del gran consumo, Aecoc. El presidente de la organización, Javier Campo, aseguró que el pacto "va a destrozar" la competitividad.
"En la política se ha instalado un clima de división, del que no puede salir nada bueno. Esperemos que la política recupere el sentido común porque hay mucho que hacer porque necesitamos reformas a largo plazo", dijo Campo.