Los problemas para formar Gobierno elevan la incertidumbre de Iberdrola y Endesa sobre energía nuclear

El eterno debate sobre el futuro de la energía nuclear en España está más abierto que nunca, pese a la realidad fijada sobre el inicio de su cierre para 2027; pero la incertidumbre política lo salpica todo

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En 2027 se inicia el apagón nuclear en España. Así está acordado entre las empresas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP), el Gobierno y las autoridades regulatorias. Asimismo, el Ejecutivo español ha mandado a la Comisión Europea el ‘plan de energía’ donde se detalla el cierre. Sin embargo, en mitad del debate político que todo lo impregna, la idea de alargar la vida útil de las centrales ha ido en aumento

Y, precisamente, estas ideas que han sido expuestas por el Partido Popular dejan a las empresas, sobre todo a Iberdrola y Endesa -que son los socios mayoritarios de las centrales- en una situación de incertidumbre. El problema es que retrasar el cierre requiere de cuestiones técnicas que deberían cerrarse en los próximos meses. El contexto político, sin embargo, provoca una posibilidad de repetición electoral que genera más dudas en todos los actores implicados. 

A priori, la situación estaba zanjada. El PSOE fijó un calendario de cierre (de 2027 a 2035) y las empresas lo aceptaron. Aunque el PP abrió el debate. Durante la campaña electoral confirmó lo que avanzó ECONOMÍA DIGITAL: su intención es trabajar para mantener abiertas las centrales nucleares en España. 

Esta situación, curiosamente, ha generado un debate que hace meses estaba cerrado. Eso ha provocado que las empresas, con Iberdrola y Endesa a la cabeza, se hayan pronunciado públicamente en las últimas semanas. 

Su mensaje ha cambiado. Han pasado de una cierta neutralidad sobre el futuro nuclear a cuestionar si es el momento idóneo. No obstante, según ha podido conocer este medio, las dos grandes eléctricas españolas han empezado a tener es una gran incertidumbre sobre el tema. 

En los próximos días, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se enfrenta a una investidura fallida. Esto, ‘de facto’, aleja de nuevo el debate nuclear. Y es que, pese a las palabras de Iberdrola y Endesa, el Gobierno socialista no contempla bajo ningún escenario que esta tecnología siga en marcha más allá de 2035

Ahora bien, el fantasma de la repetición electoral ha vuelto a surgir. Eso supone nuevas oportunidades para que los populares accedan a la Moncloa y, de nuevo, que el asunto de la energía nuclear se eleve a debate político. Aunque los tiempos empezarían a ser un grave problema a nivel técnico

Un problema de tiempo 

Ante este escenario, el tiempo se ha convertido en el gran aliado del PSOE, y un severo problema para el PP. Sin un atisbo de certidumbre en el horizonte, el reloj dicta sentencia sobre el futuro nuclear. 

Y es que, al margen de las negociaciones previas con las empresas, que al final son parte esencial, hay otras cuestiones temporales que no podrían alargarse más allá de 2024. Una de ellas tiene que ver con la compra de materias primas, lo que incluye el combustible (uranio); así como el aprovisionamiento para las centrales, sobre todo, la de Almaraz que es la primera que cierra.  

De igual manera, la negociación para alargar la vida útil del parque nuclear llevaba consigo renovación de licencias, así como permisos por parte del Centro de Seguridad Nuclear (CSN); o las negociaciones con Enresa para reacondicionar a gestión de los residuos.

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