Digi dispara su crecimiento ante los líos corporativos de Telefónica, Orange y MásMóvil

Digi sigue sumando nuevos clientes en mitad del tsunami corporativo que afecta a sus principales competidores. Todos, sin excusa, tienen ‘marrones’ internos que resolver. Eso no significa que hayan descuidado su área comercial, pero la diferencia con el operador de origen rumano es que solo tiene esa preocupación. 

Telefónica vive una situación de máxima incertidumbre tras la entrada en su accionariado de STC. Además, el Gobierno tiene que mediar. Por su parte, Orange y MásMóvil siguen negociando con la Comisión Europea para validar su fusión. Y las fechas se difuminan en el tiempo. Por último, ya es oficial que Vodafone España tiene compradores en firme para su compañía. Aunque se desconocen las condiciones. 

En este contexto, Digi no levanta el pie del acelerador. El operador azulón ha sumado más de 97.700 portabilidades de telefonía fija y móvil en septiembre, lo que significa un incremento de más del 20% respecto al mismo mes del ejercicio previo. De esas líneas, más de 48.400 corresponden a portabilidades netas de telefonía móvil. 

Con esta subida, Digi se encuentra a un paso de superar los 4,3 millones de usuarios de móvil que ya reportaba al cerrar el verano, y los 1,1 millones de fibra que tiene en su cartera. No hay dudas de que su base de abonados seguirá creciendo los próximos meses. Además, tener una estrategia tan clara y definida le aleja de problemáticas a la hora de encarar sus promociones. 

Digi, barato 

La unión conceptual de Digi y precios bajos ya ha calado en la sociedad. Si una persona no quiere televisión ni otra clase de servicios añadidos, sabe que puede tener una fibra barata, con móvil barato y, con un poco de suerte, si la compañía tiene despliegues en la zona del usuario, la fibra óptica será todavía más barata. 

En esa ecuación comercial, Digi está cazando más que nadie. No hay distracciones. Ni fútbol, ni series, ni paquetes convergentes con diversas fórmulas. Una línea de fibra, una línea de móvil, y listo. 

Mientras, de manera contraria, sus principales rivales ahora mismo deben cerrar otras cuestiones. Quizá solo Vodafone, que como ha contado ECONOMÍA DIGITAL tiene previsión de lanzarse a una nueva ‘guerra comercial’, es la única compañía que puede meter presión a Digi. 

Por lo que respecta a Telefónica, más allá de sus problemas corporativos con los saudíes, siempre tienen el problema de mantener su rentabilidad por cliente (Arpu) en línea con sus inversiones. Las ‘guerras comerciales’ le pasan demasiada factura. 

Y sobre Orange y MásMóvil, aunque llevan un año negando la situación, su actividad comercial ha sido más bien de contener. Es cierto que ambas compañías han mantenido, lógicamente, su ritmo en la captación de clientes, pero resultaba del todo extraño robarse cliente mutuamente o, peor aún, perderlo en favor de un tercero. 

Bajo este escenario, Digi tiene todavía unos meses para seguir creciendo al ritmo que quiera. Bien es cierto, como contó este medio, que no puede descuidar la rentabilidad por cliente. O, si lo descuida, es porque tienen otras opciones de futuro para la compañía. En todo caso, tampoco puede mantener sin fecha de caducidad su agresividad comercial. 

Además, dentro de unas semanas se conocerá el resultado sobre la fusión entre Orange y MásMóvil. Entonces se sabrá si Digi se queda con los ‘remedies’ resultantes para que se haya validado la operación. De esta manera deberá revisar su estrategia. El motivo es que ya no tendrá el mismo tamaño y los costes tampoco serán igual. Pero hasta entonces puede seguir creciendo.