Digi presiona a Orange y MásMóvil para sacar un acuerdo ventajoso con las torres de Cellnex

Orange y MásMóvil esperan tener cerrada su fusión para final de año. Así lo ha confirmado el CEO del operador naranja, Ludovic Pech. Antes deben dejarlo todo atado con la Comisión Europea, y eso supone la negociación previa con los interesados en los denominados ‘remedies’: los activos que deben disponer al mercado para obtener el ‘ok’. Digi tiene mucho que decir. 

La negociación se encuentra en la fase de ‘stop the clock’ que dictó Bruselas para que la Dirección General de Competencia comunitaria pudiera negociar las propuestas de Orange y MásMóvil. Durante este tiempo han surgido rumores sobre quiénes podrían ser los potenciales candidatos para hacerse con los activos. Digi es ahora mismo quien tiene mayor capacidad. Bruselas lo ve bien. 

En el transcurso de las negociaciones, además, ciertos asuntos han ganado peso. Las redes fijas, como sucedió en otras operaciones (Jazztel-Orange) parecían algo esencial a la hora de fomentar esa competencia que reclaman desde Bruselas, y que precisamente se impone en los ‘remedies’ para aprobar la fusión. Pero eso ha cambiado. 

El espectro radioeléctrico, los equipamientos de radio y la infraestructura de acceso móvil son la clave. Digi quiere acceder a estos elementos. Son conscientes de que eso cuenta con el beneplácito de Bruselas, y por eso tiene margen para negociar. 

El operador de origen rumano, que se ha convertido en una auténtica máquina de ganar clientes, es consciente de que no puede mantener ese ritmo sin solventar cuestiones como la necesidad de ancho de banda sobre una red móvil propia -más los acuerdos mayoristas que consiga-. 

Bajo esta premisa están negociando Orange y MásMóvil con Digi. Las pretensiones de unos son conocidas por los otros. Ambas partes asumen que la Comisión Europea vería esto con buenos ojos, pero quedan flecos por cerrar. 

Digi y las torres de Cellnex 

En el transcurso de esta negociación entre Orange y MásMóvil con el resto de operadores de cara a solventar la situación de los ‘remidies’, el negocio móvil se ha convertido en la clave; Digi en principal actor; y el alquiler de las torres de Cellnex será esencial. 

Según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, si Digi quiere tener espectro, y todo hace indicar que así es, el movimiento lógico es tener una red. Y eso pasa por Yoigo.

Quedarse con la red de MásMóvil (Yoigo) implica mantener los contratos existentes. Por un lado las tareas de operación y mantenimiento, con el consiguiente gasto en Opex que eso supone; y, por otro, al alquiler de los ‘sites’, que tiene un alto coste y están con Cellnex. 

La fuerza negociadora de Digi reside en que esta red de MásMóvil puede quedar fuera de servicio en los casos de redundancia con Orange, y esto beneficia los intereses del operador de origen rumano. Es decir, tampoco existen tantas alternativas para estos activos. 

Digi tiene todas las de ganar en el transcurso de la negociación

Todo esto se negocia con una potencial consecuencia: Digi será más grande y mayor competencia cuantos más activos tenga. El resultado de la fusión entre Orange y MásMóvil será dar mayor velocidad a una compañía que no deja de dar clientes a todos los demás. 

Esta situación, que todos asumen como peligrosa por la erosión de márgenes que supone al tener tantas compañías a nivel nacional, es el peaje para consolidar el mercado que, en realidad, seguirá igual de fragmentado. Digi tiene todas las de ganar y lo sabe.