Este es el plazo máximo que tienes para rechazar un despido

Así como un trabajador tiene el derecho de renunciar a un empleo si no está conforme o consigue uno mejor, también un empresario tiene puede despedir a un miembro de su plantilla por diversos motivos.

Si es que hay una falta que motive un despido disciplinario, como violar acuerdos contractuales, faltar sin avisos o incumplir con las tareas, no hay mucho que protestar.

Pero en caso que un despido no se ajuste a la ley porque no se envió el preaviso ni la carta de preaviso; o si los motivos esgrimidos por la dirección son falsos a criterio del trabajador, puede recurrirlo como improcedente.

La Justicia determina si el despido es improcedente

Pero cabe aclarar que quien determina si es o no así es la Justicia. Para ello el empleado tiene que presentar una papeleta de conciliación, y posteriormente, una demanda en los juzgados laborales.

Este documento solicita al empleador solucionar el problema del despido sin necesidad de ir a los tribunales.

La demanda por despido en el ámbito privado se tiene que presentar a los 20 días hábiles

En el caso de las empresas privadas, el tiempo es primordial porque si se necesita presentar una demanda, hay que hacerla a los 20 días hábiles tras la notificación del despido.

Qué sucede en la administración pública

Pero en el caso de la administración pública es diferente. O al menos así lo ha determinado hace pocos días el Tribunal Supremo, que ha obligado a un juzgado de lo social a revisar la demanda que había presentado un trabajador contra el ayuntamiento de Marbella, once meses después de haber sido despedido.

Este trabajador tuvo un contrato temporal en ese ayuntamiento andaluz entre julio y diciembre de 2016, cuando recibió el preaviso de finalización de contrato. Pero recién en noviembre del año siguiente decidió reclamar por el despido.

Tanto el Juzgado de lo Social número 12 de Málaga como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rechazaron las pretensiones del trabajador, al entender caducada la acción de despido, por haber transcurrido el plazo de 20 días desde la resolución administrativa extintiva de la relación laboral, informa EFE; o sea, tal como sucede en el ámbito privado

Pero el Supremo tomó otro factor en cuenta: el órgano judicial cuestionó si la notificación debía cumplir con una serie de requisitos.

La Sala recordó que el artículo 59.1 del Estatuto de los Trabajadores precisa que “las acciones derivadas del contrato de trabajo que no tengan señalado plazo especial prescribirán al año de su terminación”.

Por ello, los jueces consideraron que si la notificación del acto del despido no tenía vía y plazo de impugnación, se suspende el tiempo de caducidad hasta que el trabajador interponga una demanda.

En este sentido, el Supremo fijó que el plazo máximo para impugnar un despido -al menos en la administración pública- es de un año.

Cómo recurrir un despido improcedente

Más allá de los plazos del ámbito privado y el público, cabe puntualizar que si un empleado considera que el despido es improcedente, debe firmar la carta pero indicando el concepto “no conforme”.

El paso siguiente es presentar la papeleta de conciliación, trámite obligatorio por más que uno piense que no hay posibilidad de acuerdo.

Luego hay que presentar la demanda en el juzgado correspondiente, con toda la documentación necesaria y la citada papeleta de conciliación, y como decíamos, dentro de los 20 días hábiles de haber recibido el despido.

Las opciones de la empresa

En caso que la empresa reconozca que el despido fue improcedente, suele abonar la indemnización que corresponde.

El Supremo determinó que en el ámbito público hay un año de plazo para recurrir un despido

Otra alternativa es que reincorpore al trabajador a su antiguo empleo, donde tendrá que hacerse cargo de los salarios que le deben en el período entre el despido y el regreso.

Aquí es importante tener en cuenta que la resolución judicial puede tardar entre seis meses y un año, con lo cual para la empresa representa un impacto económico tener que pagar los salarios no abonados de ese período.

De cuánto es la indemnización

La indemnización por despido improcedente es de 33 días de salario por año trabajado, y si es por un lapso menor al año, se prorratean por meses hasta un máximo de 24 mensualidades.

En caso que el contrato haya sido firmado antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización es de 45 días por año trabajado.