El fantasma de los 100 €/MWh: el precio de la luz da alas a la inflación

Los precios mayoristas del mercado eléctrico español siguen anormalmente altos, y pese a que no existe una psicosis como en 2022, el problema se mantiene

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Precios a 500 €/MWh. Lo peor de la crisis energética vivida en 2022 ya ha pasado. Por ello, durante 2023 las comparativas de precios siempre arrojan un descenso año-sobre-año que, en realidad, es bastante engañoso. Los precios medios de enero a octubre están en torno a los 100 €/MWh. Una situación que se refleja de manera milimétrica en la macroeconomía. 

Y la situación parece haberse instalado con normalidad. En cualquier mes, en cualquier momento y en cualquier lugar. Por ejemplo, el precio medio del mercado diario del mes de septiembre ha sido de 103 €/MWh, un 36% inferior al precio medio de septiembre de 2022. Este precio ha sido un 2,5% superior al de Alemania y un 14,2% superior al de Francia. Con respecto a agosto de 2023, el precio medio de septiembre ha sido un 7,1% superior. 

De esta forma, considerando la evolución del mercado diario en 2023 y las cotizaciones de los precios futuros hasta fin de año, el precio medio estimado del mercado eléctrico español es de 95,7 €/MWh, un 42% menor que el de 2022, un 5,3% más barato que el del mercado alemán y un 8,6% más barato que el mercado francés.  

Es de destacar que la gran industria de Francia y Alemania compra su electricidad con contratos más competitivos que el precio de sus mercados eléctricos. Así, en Francia disfrutan de la tarifa ARENH a 42 €/MWh. 

Un triple problema relacionado 

Esta situación que refleja la industria en Francia con los precios es una de las tres derivadas que implica tener los precios mayoristas de la electricidad por encima de los 100 €/MWh. 

El primero de ellos, el industrial. La mayoría de las compañías de este sector, todavía, tienen precios indexados a los mercados diarios. Por tanto, tienen que asumir un coste muy elevado. Al menos, en comparación a la situación de hace unos años cuando el escenario de precios estaba sobre los 50-60 €/MWh. 

Eso provoca una pérdida de competitiva clara con respecto a otros países a la hora de desarrollar estrategias de exportación. Si cuesta más producir, hay que elevar precios, y eso aminora la competitividad. 

Pero hay otra cuestión más negativa. Según BBVA Research, la inflación estará en 2024 en valores de cercanos al 4%. Tiene sentido. La cotización del futuro para 2024 del mercado eléctrico español a 2 de octubre ha sido de 110 €/MWh, un 8,2% más caro que hace un mes. Esto significa un axioma claro: con precios eléctricos altos la inflación no puede aminorarse. 

Y, por último, como ‘paganini’ en la ecuación están los ciudadanos. Tienen que afrontar en primera persona el pago en sus facturas eléctricas, pero además se deben enfrentar a los efectos de la inflación. 

Asimismo, tal y como ha venido contando ECONOMÍA DIGITAL, el problema con la factura eléctrica llegará a principios de 2024 cuando algunos de los impuestos asociados a este recibo vuelvan a recuperar la normalidad. Y es que, desde Bruselas, se ha recordado insistentemente a España que es hora de quitar ciertas ayudas que se ejecutaron cuando estalló la guerra en Ucrania. 

Por tanto, no se trata solo de un mercado mayorista que no rebaja sus precios, sino que los componentes de la factura que están ocultos terminarán aflorando.

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