La familia Villar Mir amplía su crisis: Energya VM pierde casi la mitad de sus clientes

Grupo Villar Mir sigue perdiendo fuelle, y la que fuera una de sus grandes apuestas, el sector energético, no termina de dar buenas noticias; de hecho, el negocio ha entrado en barrena

Villar Mir

Villar Mir hijo y padre

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De lo que un día fue la obra intelectual y empresarial de Juan Miguel Villar Mir alrededor de la constructora OHL apenas queda nada. La última en sucumbir a los efectos del mercado ha sido su comercializadora eléctrica, Energya VM, encuadrada en la división de servicios energéticos. Se ha dejado por el camino cerca de 40.000 clientes. 

Pero el desgaste viene de lejos en la mayor parte de los negocios del grupo. Y eso que, no hace mucho, el poderío era notable. OHL era un actor relevante en el ámbito de las infraestructuras y la construcción; Ferroatlántica tenía su peso industrial; al igual que Fertiberia; o la inmobiliaria Espacio

A este entramado se sumó la división energética con Villar Mir Energía. Además, intentó abarcar diversos segmentos como la generación renovable y la comercialización de electricidad. 

Sin embargo, la situación se ha tornado en complicada. España ha vivido una crisis energética sin precedentes, y cada compañía ha tratado de poner orden en su casa. En el caso de Grupo Villar Mir la solución pasó por poner a la venta activos e, incluso, la propia comercializadora. 

Energya VM, sin fuerza en Grupo Villar Mir

En este contexto, los últimos meses han sido complicados para los intereses de Grupo Villar Mir que ahora comanda Juan Villar Mir (hijo de Juan Miguel Villar Mir). Por un lado, se llevó a cabo la venta del negocio eólico a F2i y Credit Agricole. Un total de 483 MW. De esta forma, salían del negocio de la generación. 

Posteriormente, y con los mismos actores, se ha negociado la venta del negocio comercial. Y aquí es donde han surgido los problemas. Tras unos meses de tiras y aflojas, y cuando parecía que todo estaba hecho, la pasada primavera se detuvo el proceso, tal y como contó El Confidencial. 

El argumento esgrimido desde Energya VM fue que la compañía había mejorado su rendimiento y, por tanto, ya no necesitaban ejecutar esta operación. Sin embargo, la tozudez de los números deja una situación algo diferente. 

Según los datos públicos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el tercer trimestre de 2019 la comercializadora de los Villar Mir tenía 85.000 usuarios. Una cifra que ha bajado hasta los 49.000 clientes en el Q3 de 2022.  

Es cierto que la situación se circunscribe en mitad de una crisis energética donde las grandes eléctricas han vuelto a captar clientes de manera masiva; pero la tendencia no es positiva. Así, a falta de tener datos actualizados, esa cuota de mercado del 0,2% deja a la comercializadora de los Villar Mir en una situación delicada. 

Además, tal y como se refleja en los datos de la CNMC, donde tiene mayor capacidad de competir es en el segmento pyme, el más atomizado del sector, pero donde las grandes eléctricas empezarán a hacer su gran apuesta comercial para, precisamente, recuperar los clientes que hayan podido perder. 

Bajo este escenario, la perspectiva no es halagüeña. Las grandes eléctricas han cogido el ‘modo rodillo’ y serán capaces de comprimir más el mercado. Eso, lógicamente, hace que la comercializadora pierda valor. Está por ver las decisiones que se vayan a tomar para dar la vuelta a la situación en Energya VM.

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