Las medidas de Correos contra el calor dificultan aún más el reparto del voto por correo

El protocolo de riesgos laborales de Correos establece que en episodios de calor no habrá reparto en las horas pico, entre las 13 y las 17

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La convocatoria electoral para el 23 de julio no solo tiene un componente vacacional importante, al tener lugar en una de las fechas de asueto por excelencia de los españoles. También se va a desarrollar en una de las quincenas más cálidas del año, con temperaturas que en varios puntos de España podrían superar los 40ºC.

Precisamente, tanto las vacaciones como el calor son dos de los principales componentes que están condicionando el buen desarrollo del voto por correo. No solo porque se han recibido 2,6 millones de solicitudes para enviar la papeleta a través del servicio postal, un máximo histórico. También porque las propias temperaturas están condicionando el servicio de Correos.

La empresa pública, en el punto de mira político durante la última semana, estableció el año pasado un protocolo específico para los meses de calor: ante una alerta naranja o roja de la Aemet, el reparto se paraliza entre las 13:00 y las 17:00, las horas puntas de calor. En el caso de tratarse de una ola de calor excesivo, el reparto en turno de tarde se suspende.

La campaña de voto por correo en la actualidad se está desarrollando en plenas olas de calor, con varios puntos de España superando los 35ºC. Y la paralización del reparto entre esas horas es un ingrediente más que añadir al cóctel explosivo del caos que se ha vivido en las últimas semanas, pero del que Correos está saliendo gracias a la ampliación de los horarios de oficina y a la contratación de 20.000 efectivos más.

“Es otro de los hándicap”, reconocen fuentes de CCOO a ECONOMÍA DIGITAL. “Es una situación excepcional, con una ola de calor excepcional y en un mes vacacional. Como de una a cinco no se puede repartir, hay que hacerlo en horas donde no afecte a la salud laboral. Y hay que poner más plantilla”, reclaman.

Los sindicatos han sido muy críticos con la gestión de esta campaña por parte del presidente de la empresa pública, Juanma Serrano. No solo porque las medidas han llegado tarde, sino porque la “guerra de cifras” de contrataciones ha ralentizado mucho la llegada de efectivos para suplir a los empleados públicos en vacaciones y para hacer frente a la avalancha de ciudadanos que quieren votar por correo.

El protocolo “se está cumpliendo a rajatabla”, confirma Federico Bernabé, delegado sindical de UGT en Córdoba. Y los envíos certificados, como es el caso del voto por correo, se siguen remitiendo si se puede hacer el reparto en un vehículo con la adecuada climatización durante las horas pico de calor.

En Córdoba, indica Bernabé, se ha tenido que paralizar la distribución durante algunos días que se han superado los 44°C de temperatura.

Para el sindicalista, el problema es no tanto la paralización durante horas concretas como un “problema de organización”. “Cómo depende de Aemet, a veces no las reciben los jefes de unidad. Los trabajadores, con ese exceso de responsabilidad, ellos mismos alargan los horarios. A veces me lo dicen y yo les digo que cualquier día van a tener un problema”, incide.

Con respecto al protocolo, Bernabé reconoce que “está afectando”, aunque el mayor perjuicio está viniendo por el enorme número de votos por correo que se están depositando.

La empresa pública se adelantó al real decreto que el Gobierno aprobó este mayo, después de un episodio de calor extraordinario en abril. Con esta nueva legislación se prohíbe la realización de determinadas tareas en las horas pico de calor durante las alertas de Aemet, además de que se insta a los servicios de prevención a rediseñar las jornadas y las tareas a realizar.

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