Baja por accidente laboral para autónomos: estos son los motivos por las que te la pueden conceder
Para que un accidente sea considerado laboral debe reunir las condiciones fijadas por la legislación vigente
Como trabajadores, en cualquier momento podemos sufrir un accidente laboral. Según reflejan los datos de la Estadística de Accidentes de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, suceden más de lo esperado.
Pues, entre enero y julio de este año, han tenido lugar 360.594 accidentes de trabajo. De esta cifra, 340.705 corresponden a trabajadores asalariados y 19.889 a trabajadores autónomos.
Qué es un accidente laboral
No todos los casos se consideran accidente laboral. Pues, para ello es necesario que se reúnan varias condiciones, tal y como recoge el artículo 115 de la Ley General de la Seguridad Social.
Una de ellas pasa por que el trabajador haya sufrido una lesión corporal. En este sentido, conviene tener en cuenta que las enfermedades psicológicas también tienen esta consideración.
Además, es indispensable que el accidente se haya producido en el puesto de trabajo, o bien, como consecuencia del mismo, según apunta el portal 65ymás.
Quizás el más conocido es el accidente in itinere, un concepto que hace referencia a aquel que sucede cuando el empleado se está desplazando al lugar de trabajo.
En este caso, será indispensable que no se hayan producido interrupciones en el desplazamiento, así como que se haya utilizado el transporte habitual y se haya seguido el itinerario que se acostumbra a seguir.
Accidente laboral en los autónomos
Pero, ¿qué sucede en el caso de los trabajadores autónomos? Los supuestos en los que se considera que un autónomo ha sufrido un accidente de trabajo, están concretados en el Real Decreto 1273/2003, del 10 de octubre.
Un claro ejemplo son las lesiones que sufre el trabajador en el puesto de trabajo mientras desarrolla su actividad profesional, pero también los que suceden en actos de salvamento, siempre y cuando tengan conexión con su empleo.
También tendrán esta consideración las enfermedades que contraiga a causa de su empleo o las que se agraven tras el ejercicio de su actividad profesional, según desgrana la legislación vigente.
Cuando una enfermedad se agrava por el trabajo puede considerarse accidente laboral
No obstante, en estos casos no se consideran accidentes laborales los que ocurren cuando el autónomo va o vuelve a su puesto de trabajo, o los que se deban a una imprudencia temeraria o dolo, un término que hace referencia a la voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas.
Cobrar la baja laboral
Las personas que cuenten con los requisitos necesarios podrán solicitar la prestación por accidente laboral, que consiste en el 75% de la base reguladora y se comienza a cobrar desde el día siguiente a la baja.
Para cobrar el subsidio, el empleado habrá de presentar distinta documentación como la denuncia policial del accidente, el informe de los servicios sanitarios o proporcionar pruebas gráficas de lo sucedido.
Los beneficiarios podrán ingresar el subsidio a lo largo de 365 días, si bien podrán prorrogar el pago por otros 180 días, siempre y cuando haya expectativa de mejora.
En el caso de los trabajadores por cuenta propia la entidad gestora o la mutua es la que se encarga de formalizar el pago a la persona que ha sufrido el accidente laboral.