Un chozo del siglo XXI con paredes de cristal: el glamping conquista el Valle del Jerte
En el corazón del Valle del Jerte ,un original concepto de alojamiento recupera la estructura de los chozos tradicionales, ahora con paredes de cristal y todo el lujo de un glamping
Primero fueron unas yurtas traídas directamente desde Mongolia que se ‘plantaron’ entre cerezos, tan innovadoras que inauguraron una categoría especial de establecimientos en Extremadura, la de alojamientos singulares. Se suma a este catálogo -y también a una tendencia creciente, la del glamping- El Regajo, tres chozos del siglo XXI que conectan las típicas construcciones del pasado en este entorno agrícola con el turismo más glamuroso.
Glamping en el Valle del Jerte
A poco más de dos horas y media de Madrid, en la localidad cacereña de El Torno, Daniel Morán, informático de profesión, dejó su carrera para emprender en 2018 un nuevo rumbo en el sector turístico.
Volvía a su pueblo, en el corazón del Valle del Jerte, con el objetivo de crear una oferta turística diferente apostando por la sostenibilidad, la innovación y la diferenciación.
Se decidió por el glamping, alojamientos que añaden un plus de lujo al camping y que se articulan en forma de burbujas, casas en los árboles o iglús y que, en su caso, miró al pasado para tomar la inspiración en los tradicionales chozos, construcciones circulares basadas en las antiguas construcciones celtas y que sobrevivieron al paso del tiempo convertidos en refugios para pastores. Así nació Glamping El Regajo.
Chozos pero del siglo XXI
Como explica Morán, se trata de elementos constructivos ancestrales utilizados por agricultores y ganaderos como lugares de residencia o como cabañas para el ganado, que fueron declarados Patrimonio Histórico y Cultural por la Junta de Extremadura-.
Habitualmente construidos en piedra, aquí se les dio una vuelta sustituyendo una de las paredes por vidrio para lograr una inmersión plena con el entorno, una finca de 5.000 m2 con cerezos y otros frutales.
En total, 3 chozos que suman a la ecuación terrazas privadas y, en dos de ellos, jacuzzi exterior.
Los chozos se ubican en una finca de 5.000 m2 con cerezos y otros frutales y vistas al Valle del Jerte
En el interior, todo tipo de comodidades, que van desde las camas king size a ducha XL con vistas a los cerezos, cafetera, tostador, microondas, hervidor de agua y nevera.
Además, también están equipados con telescopios para ver las estrellas que en esta zona, y gracias a la ausencia de contaminación lumínica, se convierte en toda una experiencia.
Además, se pueden añadir diferentes servicios, desde un desayuno privado a una ruta guiada por los alrededores, así como actividades de aventura, que se organizan en colaboración con otras empresas de la zona.
Glamping: los alojamientos que vienen
Se trata, explica su responsable, de una nueva forma de entender el turismo rural que pretende ser un referente del turismo experimental de Extremadura, un alojamiento que aporta “un valor añadido a la oferta turística y la promoción del destino Valle del Jerte y a su vez de la Comunidad Autónoma”.
Se dirige a un perfil de turista ‘eco-sostenible’ que busca la inmersión en la naturaleza, el mundo rural y la posibilidad de vivir noches únicas observando las estrellas desde un mirador natural.
En línea con fenómeno del glamping, que combina la experiencia de acampar al aire libre con las comodidades e incluso el lujo de los mejores hoteles, los chozos de El Regajo ofrecen la posibilidad de disfrutar de la naturaleza y la libertad sin renunciar por ello a los atractivos de los alojamientos más sofisticados. Además, como una alternativa más ecológica.