Los ladrones del campo se desatan: robos de día que hunden a los agricultores
Los ladrones del campo han iniciado una serie de robos organizados, de día y sobre productos que están sin madurar. Así lo denuncia AVA-Asaja, que advierte al Gobierno que existen «grupos criminales perfectamente estructurados» que están hundiendo a los agriculturores.
La denuncia de AVA-Asaja se centra en la proliferación de primeros robos en los campos algarrobas cometidos este año que «se producen a plena luz del día, cada vez en unas fechas más tempranas (cuando los frutos secos aún no han alcanzado el estado óptimo de maduración) y por parte de bandas que actúan con una mayor organización, rapidez y uso de materiales para incrementar sus ganancias a costa de hundir la rentabilidad de los productores».
Esta pérdida de rentabilidad es doble. Eliminación de ingresos para el propietario del campo, por un lado, y bajada del precio del producto que tiene que competir con las algarrobas robadas en agosto (y a partir de septiembre, las clementinas y después naranjas), cuyo precio es notablemente inferior al que tiene que cubrir los costes y los impuestos de la actividad agraria.
La Asociación Valenciana de Agricultores ha detectado desde hace quince días robos continuados en diversos términos del Camp de Túria (como Olocau, Marines y Llíria). Asimismo, las fuerzas de seguridad han constatado un incremento de sustracciones en la comarca alicantina de la Vega Baja del Segura (en fincas de Albatera, Almoradí y Rojales) y han abierto una investigación a una banda de cinco personas que se coordinaban para estudiar el terreno, robar y vender la mercancía.
Ava-Asaja exige a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, la reimplantación y la máxima intensificación del plan especial de vigilancia que vienen llevando a cabo estos últimos años los equipos ROCA de la Guardia Civil junto a la Policía de la Generalitat. Además de los campos, la asociación insta a centrar los controles a las puertas de los almacenes que son susceptibles de recibir los productos sustraídos, donde pide una comprobación rigurosa de la trazabilidad de cada lote, cuya cantidad debe coincidir con el potencial productivo de las parcelas indicadas en el registro.
El responsable de la sectorial de frutos secos de AVA-Asaja, Armando Boullosa, afirma que “es evidente que hay ladrones que quieren hacer del robo de algarrobas su modo de vida y para ello han aprendido a crear grupos criminales perfectamente estructurados. Hemos llegado a una situación cada vez más intolerable ante la cual la Administración debe poner todos los medios a su disposición. Valoramos la iniciativa que han emprendido ayuntamientos como el de Chiva para contratar guarderías rurales que conocen el término y pueden ayudar a prevenir delitos. Toda colaboración es necesaria frente a un problema que amenaza la supervivencia misma del cultivo”.
La asociación de agricultuores solicita asimismo ampliar la vigilancia a otros cultivos e infraestructuras agrarias que están sufriendo robos sistemáticamente. Según sus estimaciones, los robos provocaron en el último año 25 millones de pérdidas a los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana.