Ribera promete más agua desalada al sureste para compensar el recorte del Tajo-Segura
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado la aprobación en Consejo de Ministros del nuevo plan hidrológico de la cuenca del Tajo, el cual contempla la imposición, por primera vez, de un caudal ecológico y la consiguiente reducción en la cantidad de agua trasvasada al sureste español a través del Segura.
Según ha explicado Ribera, el caudal ecológico que se aplicará entre 2023 y 2026 será de 7 hectómetros cúbicos (hm3) y aumentará en 2026 y 2027 a 8 hm3 y a 8,65 hm3, respectivamente. La ministra ha defendido dicha aplicación progresiva del caudal por una «voluntad de conciliar requerimientos legislativos con el impacto social, económico y ambiental»; impacto que se ha escenificado este mismo martes con una manifestación de los regantes del sureste en Moncloa para mostrar su rechazo al recorte del trasvase.
Ribera ha defendido el nuevo plan hidrológico en cumplimiento de la legislación europea y en la «necesidad de ejecutar las sentencias que han condenado al Estado por no fijar caudales ecológicos» y ha prometido que «en el peor de los escenarios» de falta de agua por carencia de precipitaciones sumada al nuevo caudal, la cantidad de agua trasvasada del Tajo al Segura solo se reducirá a entre 70 hm3 y 110 hm3 al año.
Además, ha asegurado que el sureste tendrá más agua, «como mínimo 140 hm3» al año, por las inversiones que el Gobierno pondrá en marcha hasta 2027 en agua desalada, agua reutilizada, programas de eficiencia en el regadío y programas de reducción en pérdidas de transporte de agua. No obstante, ha pedido «tiempo para que las inversiones ya iniciadas permitan disponer de recursos adicionales».
Comisión bilateral
La ministra ha asegurado que lo más importante de este plan hidrológico es que permite «anticiparnos a un escenario problemático» de descenso del agua disponible por el cambio climático y que evitará problemas mayores, «como pasó durante once meses en los que no se pudo trasvasar del Tajo al Segura porque no llovía». Transición Ecológica asegura que la reducción del agua media disponible en España es ya, de media, del 12% y que este porcentaje se elevará entre el 14% y el 40% hasta 2050.
Por otra parte, ha reconocido que «una gran parte de la actividad económica» del levante español depende de la disponibilidad de agua y necesita «inversión adicional». En este sentido, ha asegurado que el agua de los acuíferos no debería ser más barata que el agua de la superficie, el agua desalada o la reutilizada, por lo que se compromete a fijar «una política de precios de recuperación de costes» según la cual el precio del agua desalada se termine situando en los 34 euros por hm3, aunque ello conlleva también mayor inversión en electricidad barata producida con renovables.
Para hacer un seguimiento del calendario de las distintas inversiones, Ribera ha instado al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, a tratarlas en una comisión bilateral con el resto de comunidades autónomas con intereses en este ámbito, Murcia y Andalucía.