PP y Vox olvidan la automoción, la cerámica, el Puerto de Valencia y las energías renovables
El acuerdo programático sobre el que se basará el nuevo gobierno valenciano obvia a la industria valenciana. Aparece la agricultura altamente representada, con 9 de los 50 puntos, mientras que la industria no sólo carece de apartado propio sino ni siquiera son nombrados sectores críticos para la economía valenciana como es la automoción en la provincia de Valencia y la cerámica en Castellón. Sin embargo, el turismo, que aunque se desarrolla en toda la región tiene su especial singularidad en Alicante y, todavía más, en Benidorm, logra dos de los 50 puntos del acuerdo.
La estructura del acuerdo tiene 9 apartados. Los más políticos (8 puntos) son los referentes a la libertad (5 puntos) y a la reducción del gasto público (3 puntos). Los servicios sociales (22) están agrupados en educación y lengua (6 puntos), sanidad (6 puntos), políticas sociales, familia y vivienda (5 puntos) y seguridad (5 puntos) mientras que los más económicos (20 puntos) son el propiamente llamado Economía (9 puntos), mundo rural, agua y patrominio (9 puntos), que fundamentalmente se refiere al sector primario de la economía, e infraestructuras (2 puntos).
Dos aspectos criticos en la Comunidad Valenciana, como son el turismo y el corredor mediterráneo, ocupan dos puntos para prácticamente decir lo mismo. El punto 13 dice que «Aprobaremos un plan estratégico de protección y promoción del turismo» que, evidetemente, tendrá que contemplar por sí mismo si se incluyen o no impuestos especificos. Sin embargo, el punto 14 del mismo añade al anterior: «Eliminaremos la tasa turística«.
Similar procedimiento aparece en el punto 44 «Ejecutaremos todas las inversiones pendientes para garantizar la conectividad, especialmente por vía ferroviaria, tanto de bienes como de personas entre las tres provincias de la Comunidad Valenciana». Es imposible cumplir este punto 44 sin atender a las obras del Corredor Mediterráneo, pero en el punto 45 se añade: «Impulsaremos el desarrollo del Corredor Mediterráneo, proyecto de importancia capital para la atracción de inversión y el crecimiento de las empresas de nuestra región».
El listado de acuerdos premia a Agricultura y Turismo, que han tenido más polémica en Alicante, mientras no aparece la automoción de Valencia y la cerámica de Castellón
Como ejemplo de punto en el que se incluyen varios aspectos íntimamente relacionados pero que, en lugar de desagregarlo, se agrupa, está el número 39: «Aprobaremos una ley integral de protección a la familia que incluya medidas para el fomento de la natalidad con ayudas al nacimiento, así como a gastos esenciales como el comedor escolar, transporte, material, uniformes o actividades extraescolares, el acompañamiento de nuestros mayores, el apoyo a personas dependientes y sus familiares con especial atención a las familias numerosas».
El último año previo a las elecciones ha tenido como un especial protagonismo la Cerámica en Castellón, la automoción en Valencia y la agricultura en Alicante. Los problemas de Alicante tienen puntos específicos mientras que los de Valencia y Castellón se puede interpretar que estuvieran en el punto 6 donde dice: «Incentivaremos la actividad empresarial impulsando ayudas para apoyar a las empresas ante los graves efectos del aumento de costes». Pero no habla de hornos, cerámica y gas.
El efecto de la inflación queda como un factor genérico sin aterrizar en el problema energético, que ha protagonizado otra de las polémicas del anterior gobierno y que PP-Vox han obviado en su primer acuerdo programático. Lo más parecido a una referencia a las energías renovables es el punto 15 que dice: «Impulsaremos medidas para proteger de forma efectiva nuestro gran patrimonio medioambiental y defenderemos el patrimonio natural y el desarrollo de todas las oportunidades que de su aprovechamiento se deriva para las personas que residen en su entorno».
Ese acuerdo programático podría utilizarse como referencia para establecer el marco que el nuevo gobierrno de PP y Vox querría desarrollar cuando se enfrente a los nuevos proyectos de energías renovables, ya sean eólicas o fotovoltaicas.
Respecto a la captación de inversiones extranjeras, que fue bandera de Ximo Puig, tampoco hay muestras en el acuerdo. La delicada situación que atraviesa la automoción, con SAS convocando una huelga general para el próximo miércoles que paralizará Ford Almussafes, y la histórica planta de fabricación de asientos en Almussafes ahora en propiedad de Lear pero que ya ha acordado su cierre no es, todavía, suficiente para este sector se coloque entre las prioridades programáticas del gobierno que tendrá a Carlos Mazón y a Vicente Barrera a la cabeza.
Esta omisión también se expande a los fondos europeos, que vehículados a través de los programas Perte están llamados a ser utilizados tanto por el entorno de Ford y Volkswagen así de como de otros fabricantes que podrían instalarse en la Comunitat. También depende de ellos sectores como el sector de los chips o el amplísimo sector agroindustrial instalado en la Comunitat Valenciana, del que tampoco se hace eco el programa de gobierno. La digitalización no aparece en el programa.
Entre las reivindicaciones, que más que gestiones autonómicas son apuestas por trasladar los deseos valencianos a Madrid, destaca el punto 18 del acuerdo, donde se dice: «Instaremos al gobierno de España y a las instituciones europeas a la protección de nuestros productos frente a la competencia desleal de terceros países».
La ampliación del Puerto de Valencia, en la que tanto PP y Vox han demostrado su voluntad inequívoca de apoyo no aparece en el pacto entre Mazón y Barrera, aunque en otros de sus puntos de total sintonía, como es el 27, sí que ponen negro sobre blanco: «Garantizaremos la libertad de educación, la libre elección de centro y la libre elección de la lengua de enseñanza entre las dos oficiales en todas las etapas educativas».