El bono valenciano para la cesta de la compra fracasa: Puig cortó su promoción tras ganar Mazón
El bono valenciano para la cesta de la compra dotado con 90 euros por beneficiario no está cumpliendo sus expectativas y la derrota socialista en las elecciones autonómicas supuso enterrar esta iniciativa. Según explican a ECONOMÍA DIGITAL tres fuentes empresariales, una vez Ximo Puig se convirtió en presidente en funciones de la Generalitat se dio carpetazo a la promoción de esta ayuda para los que cobran menos de 21.000 euros. El acuerdo entre el gobierno valenciano y la distribución alimentaria conllevaba la distribución de unas pegatinas a modo de reclamo que iban a lucir Mercadona, Consum, Carrefour, El Corte Inglés, Lidl, Dia, Alcampo, Más y Más…
Nunca llegaron y cuando se volvió a preguntar a partir del 29 de mayo se confirmó que, además, nunca iban a llegar una promoción de ayudas otorgadas por Generalitat cuando el presidente va a ser del PP. Carlos Mazón inicia hoy su investidura. Hoy en día, ninguno de estos establecimientos tiene promoción alguna de unas ayudas pese a que hasta mañana aún se pueden solicitar en el caso de que se cumplan los requisitos.
A falta de dos meses para las elecciones autonómicas (el 28 de marzo), Ximo Puig anunció la creación de un bono cesta de la compra con la que se repartía 90 euros que se podían gastar en supermercados (fundamentalmente) e incluso en pequeños comercios de alimentación. La medida llegó tras las agrias críticas de Podemos contra los supermercados, cebándose con Juan Roig al que tildaron de capitalista despiadado, mientras el PSOE mostró un apoyo cerrado a los empresarios. Tras plantear desde el gobierno socialista a las empresas qué podían hacer para controlar la inflación alimentaria con medidas autonómicas, se le recordó a Ximo Puig que las competencias sobre la bajada del IVA eran nacionales y que sus márgenes no habían elevado los precios de los alimentos.
El socialista insitió y planteó dar ayudas directas para abaratar la alimentación. Finalmente, se acordó un plan de más de 48 millones de euros de presupuesto de los cuales las empresas privadas que se sumaban aportaban el 5% del total. El beneficiario podía desde el 20 de abril y hasta mañana, 14 de julio, realizar la solicitud telemática para obtener una tarjeta de prepago con 90 euros que se puede gastar durante un periodo de cuatro meses.
En aquel momento, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, dijo que el sector de la distribución alimentaria había hecho “lo que está en sus manos”, porque su capacidad de ayudar es limitada. “El sector también está haciendo frente a un importante incremento de costes y como consecuencia de ello los márgenes se están reduciendo”, afirmó.
El objetivo marcado en la precampaña fue alcanzar los 500.000 beneficiarios y la realidad de los datos marcan unas metas mucho más limitadas. “La expectativa, con la información que tenemos actualmente, es que no se vaya a completar ni una quinta parte de los fondos que se anunciaron”, aseguran fuentes del sector, que se refieren al último balance estimativo de la evolución del bono cesta de la compra.
La empresas participantes en esta iniciativa son: Alcampo, Carrefour, Consum, Dia, Dialprix, El Corte Inglés, Hiperber, Lidl, Más y Más, Mercadona, Spar y el pequeño comercio representado por Confecomerç y Unió Gremial. Como es habitual en estas iniciativas, al principio de recibir la tarjeta se realiza la mayoría de los gastos permitidos por lo que las expectativas actuales están muy contenidas con la campaña prácticamente finalizada.
“Se nos dijo que nos darían unas pegatinas para ponerlas en los establecimientos para que se supiera que éramos establecimientos adheridos. Una vez Ximo Puig pasó a ser presidente en funciones ya no se supo nada más de las pegatinas”, explican desde el sector de los supermercados. El margen de maniobra en esta iniciativa por parte de Carlos Mazón es nula ya que, aunque hoy se celebre el debate de investidura no será hasta el lunes que viene cuando adquirirá de manera efectiva los poderes como presidente de la Generalitat. Para entonces, esta ayuda lanzada por los socialistas a dos meses de las elecciones autonómicas habrá ya terminado sus plazos oficiales para solicitarse.