Las vías del Corredor Mediterráneo se salvan del traspaso de cercanías a Cataluña
Las vías por las que circula el Corredor Mediterráneo, lleven también pasajeros o no de cercancías, se ha han quedado a salvo del traspaso de cercanías de Cataluña. Según figura en el acuerdo firmado por PSOE y Esquerra Republicana, la condición que se ha firmado impide al gobierno catalán adquirir la propiedad de las redes ferroviarias en las que además de operar cercanías circulen otro tipo de trenes, entre los que se encuentran los utilizados por el Corredor Mediterráneo.
Este punto es crítico porque entre las redes ferroviarias que están en Cataluña hay vías que son de uso exclusivo de las cercanías, que son objeto de traspaso acordado, de uso del Corredor Mediterráneo, y de uso mixto. Estas últimas, que son las que actualmente ya se utilizan para el transporte de los pasajeros de las cercanías y de las mercancías del Corredor, son las que seguirán siendo de titularidad del Estado.
El punto en el que PSOE y ERC explicitan este acuerdo dice: «El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana traspasará a la Generalitat de Catalunya la titularidad de la infraestructura ferroviaria en la que los servicios prestados sean de forma exclusiva titularidad de la Generalitat y puedan excluirse de la explotación conjunta del resto de la Red Ferroviaria de Interés General«.
Por tanto, el acuerdo tiene dos condiciones que se tienen que cumplir a la vez para que se produzca el traspaso. A modo de ejemplo, el acuerdo especifica que «entre los tramos de infraestructura que serán objeto de traspaso, se incluirán al menos la línea del Maresme de la R1, la línea Papiol-L’Hospitalet-Vic-Puigcerdà de la R3 y la línea de San Vicenç de Calders-Barcelona de la línea R2.
Josep Vicent Boira, coordinador del Corredor Mediterráneo, explica a Economía Digital que hay trazados críticos para la infraestructura que permiten el transporte de mercancías por todo el arco mediterráneo en las que se comparten vías con cercanías. Pone como ejemplo tramos entre Tarragona y Castellón, que si bien está claro que una vez empieza la Comunitat Valenciana acaban los acuerdos pactados entre ERC y el PSOE, en las vías que transcurre el Corredor Mediterráneo por la provincia de Tarragona en convivencia con las cercanías de Tarragona sí que existe este doble uso. Leído el acuerdo, estos tramos quedarían a salvo del transpaso de transferencias.
El coordinador del Corredor Mediterráneo incide en conversación con este periódico en la importancia de que quede muy claro qué las vías que tienen un uso regional son diferentes a las que tienen ámbito estatal. De este modo, Boira recuerda el modelo alemán, en el que cada uno de los landers tiene la propiedad de las infraestructuras que tienen origen y final dentro de su mismo lander mientras que las vías que pasan por varios landers tienen el trato de infraestructuras federales en las que los landers no toman decisiones.
«Sería un riesgo ceder vías críticas para el Corredor Mediterráneo», advierte Josep Vicent Boira. Esta opinión era, de hecho, fuertemente compartida por el gobierno de España hace sólo seis meses. Así lo dijo la entonces ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, cuando incidió en que el traspaso de la red de cercanías no era posible. De hecho, hace seis meses, lo que había por parte del Gobierno eran acusaciones a la Generalitat por su falta de compromiso con las infraestructuras de su comunidad autónoma. Ayer, el PSOE no sólo transfirió a Cataluña los trenes de Cercanías sino que además le dió una ‘propina’ de más de 1.000 millones.
Próxima cita: 16 de noviembre
Aunque el acuerdo entre PSOE y ERC, de momento, deja a salvo el Corredor Mediterráneo, el estado de las obras y las circunstancias que lo rodean serán objeto de análisis en el séptimo acto empresarial por el Corredor Mediterráneo, que tendrá lugar el 16 de noviembre en Madrid. Se espera para entonces la participación de más de 2.000 empresarios y representantes de la sociedad civil que unirán sus voces en un llamado conjunto: #QuieroCorredor.
El último acto de este movimiento, impulsado por la Asociación Valenciana de Empresarios, que preside el naviero Vicente Boluda e impulsa Juan Rogi, presidente de Mercadona, reunió a destacadas personalidades empresariales y representantes de la sociedad civil consistió en una acción itinerante que acabó en Alicante, tras pasar por Barcelona, Antequera y Cartagena, donde miles de personas se sumaron a la experiencia inmersiva del «laberinto de retrasos» y se recogieron más de 2.000 firmas. En esa ocasión, Diego Lorente, director general de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), enfatizó la importancia del Corredor Mediterráneo, destacando que la región mediterránea concentra más del 50% de la población, las exportaciones, el turismo extranjero y el tráfico marítimo y portuario del país. Sin embargo, lamentó que las conexiones ferroviarias actuales no estén a la altura de estas necesidades.