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Decía Winston Churchill que «muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro».

Pero las empresas ni somos lobos a abatir, ni vacas a ordeñar. Somos el resultado de una idea para crear una unidad productiva de bienes o servicios en pro del bienestar social en la que los únicos requisitos a tener en cuenta son la predisposición a asumir riesgos y la esperanza de obtener beneficios.

La creación de empresas tampoco es gratuita ni sencilla, porque para llegar a levantar una persiana primero hay que realizar un recorrido ordenado por toda una casuística de cerca de 30 trámites de todo tipo (ayuntamientos, administración autonómica y estatal, seguridad social, hacienda, permisos sociosanitarios, préstamos, notaría, etc.).

Maraña burocrática

Una endiablada maraña burocrática que, aunque en su mayoría se puede gestionar online, complica y encarece considerablemente el inicio de cualquier actividad empresarial. Así, y aún reconociendo que los trámites automatizados relacionados con la Seguridad Industrial han mejorado en estos últimos años, el actual sistema sigue presentando importantes inconvenientes. Entre ellos, las modificaciones en el alta de empresas en el Registro como cambios de domicilio o denominación social no están automatizados y presentan retrasos mínimos de tres meses.

También nos enfrentamos a la imposibilidad para poder acreditar nuestra habilitación al no disponer de un Certificado que así lo acredite frente a terceros (Plataformas de PRL). Y como añadido existen importantes retrasos en legalizaciones de instalaciones que requieren el control y autorización previa a su puesta en marcha.

Necesitamos una Administración que no solo nos apoye, sino que, sobre todo, no nos entorpezca

A todo esto, hay que sumarle las dificultades en la comunicación con los servicios territoriales para la consulta de expedientes, realización de consultas técnicas o de interpretación de la normativa, presentación de denuncias, etc. Y echamos en falta un adecuado control y seguimiento sobre las instalaciones sujetas a reglamentación industrial (inscripción en el registro, realización de mantenimientos, inspecciones periódicas, inspecciones energéticas…).

Plan Simplifica

Dada la importancia de la problemática planteada, desde las asociaciones del sector servicios de empresas instaladoras del metal como ASELEC, ASEIF, ACVIRME, AVICLIMA y FEVAUTO, que formamos parte de FEMEVAL, solicitamos que no se demoren más en el tiempo la puesta en marcha de actuaciones, como el tan anhelado Plan Simplifica, que eliminen la excesiva burocracia.

Las empresas necesitamos una Administración que no solo nos apoye, sino que, sobre todo, no nos entorpezca y que confíe en la colaboración público-privada como la mejor opción. De ahí las propuestas que hemos trasladado al nuevo Consell abogan por establecer un canal de comunicación con un protocolo de actuación estable y ágil entre los servicios territoriales y las asociaciones empresariales para acotar los problemas de comunicación.

Desde FEMEVAL piden acabar con la maraña burocrática que supone la creación de empresas. Imagen: Freepik.

Para agilizar los trámites administrativos y de control consideramos necesario disponer de un sistema de información telemático (Portal web de agiliza industria) conectado en red con todos los agentes relacionados con la Seguridad Industrial, para que puedan realizar sus solicitudes de habilitación, además de registrar todas sus actuaciones. Esto permitirá avanzar decididamente hacia la administración electrónica y la gestión del conocimiento en el ámbito de la seguridad industrial, generando a su vez un Censo Industrial (Registro Industrial) con toda la información relevante de una empresa, sus establecimientos, las instalaciones auxiliares de estos, así como sus modificaciones, mantenimientos e inspecciones realizadas.

Colaboración público-privada

Y apelamos, una vez más, a la colaboración público-privada para desatascar toda la problemática existente en los servicios territoriales de Industria. Nuestra propuesta es que se impulse un sistema telemático, que permita que las federaciones empresariales del metal y los Colegios profesionales de Ingenieros obtengamos la condición de Centros de Tramitación Colaboradores de la Generalitat Valenciana, para gestionar los trámites de nuestras empresas asociadas como tramitación e incorporación al sistema informático de las solicitudes de inscripción, renovación y actualización de los certificados de empresa, así como de las instalaciones, mantenimientos y/o inspecciones realizadas, ayudando así a descongestionar la actividad de la propia Administración.

Es vital para poder disponer por fin de un Registro Industrial

En el ámbito de la seguridad industrial, este sistema es vital para poder disponer por fin de un Registro Industrial. Y, además, esta fórmula no es nueva, porque ya la hemos aplicado en otras ocasiones y ha funcionado.

Asimismo, y ante la imposibilidad de la Administración de realizar tanto las visitas de comprobación tras un alta en el registro industrial como un adecuado número de inspecciones de seguimiento, proponemos que se habilite a los Organismos de Control e Inspección para que hagan, de manera subrogada, actividades de certificación, inspección y evaluación de la documentación, en materia de seguridad industrial, más allá de las inspecciones periódicas.

Estas son a grandes rasgos medidas que, sin lugar a dudas, eliminarían barreras estructurales que dificultan la creación de empresas y ralentizan el crecimiento económico.

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