Ouigo ve más rentable el AVE de Madrid a Valencia que a Barcelona
La compañía francesa Ouigo considera más rentable la línea entre Valencia y Madrid que la que une Barcelona con la capital. El motivo es que los costes de operar entre las dos ciudades más pobladas de España implica el pago del impuesto denominado «adición a la modalidad B», un tributo que no se repercute en las rutas hacia Valencia o Alicante ni a las de Andalucía pero sí en la línea entre la primera y la segunda ciudad de España.
El resultado es que, para la ruta entre Madrid y Barcelona, Ouigo operará un tren por frecuencia ofreciendo 509 plazas mientras que la estrategia para Alicante o Valencia es unir dos trenes por ‘slot’ para juntar 1.018 plazas y obtener la máxima economía de escala siempre que sea posible
Ouigo tiene asignadas cinco frecuencias para cada uno de los tres destinos de tren de alta velocidad liberalizados que salen de Madrid: Barcelona, Comunidad Valenciana y Andalucía. La decisión que ha tomado es que las cinco frecuencias hacia la Comunidad Valenciana se dividirán en tres trayectos para Valencia y otros dos para Alicante (que empezarán a operar en mayo).
En el caso de Alicante, el plan es viajar siempre con dos trenes juntos ofreciendo 1.018 plazas en cada una de las dos frecuencias por sentido. Teniendo en cuenta que la población de la ciudad de Alicante no alcanza los 340.000 habitantes, la oferta permitiría que todos sus ciudadanos fueran a Madrid cada algo menos de seis meses. Esta estrategia de juntar dos trenes se aplicó también en la ruta entre Madrid y Valencia durante los días de mayor demanda en Navidad y la voluntad de Ouigo es hacerlo siempre que le sea posible en sus destinos en la Comunidad Valenciana. El motivo es que en esta ruta sí que consiguen economías de escala.
La oferta de Ouigo de Alicante a Madrid equivale a que todos los alicantinos vayan a la capital dos veces al año
El escenario para la ruta Madrid-Barcelona es distinto. Uno de los factores adicionales es que Iryo, el operador nacido de Air Nostrum, Trenitalia y Globalvia, ha desplegado una oferta muy superior que alcanzará 16 frecuencias por sentido al día pero, sobre todo, la diferencia está en los costes. Federico Pareja, director de Marketing y Comunicación de Ouigo, explica a Economía Digital que el impuesto que cobra Adif por el número de plazas que tienen los trenes evita la economía de escala en esta ruta.
«En los trayectos a Valencia y Alicante no se paga la «adición a la modalidad B», igual que tampoco se paga en prácticamente ningún lugar de Europa pero entre sí Madrid y Barcelona. Nos penaliza si metemos más capacidad en los trenes por lo que no nos permite hacer economías de escala», explica Pareja.
Desde Ouigo entienden el abono de tasas por el uso del surco (las vías), la estación y por el número de viajeros pero «lo que no es normal es pagar por capacidad que le metes a los trenes se venda o no se venda».
Ocupación entre el 85% y el 90%
La estrategia de Ouigo está logrando, de momento, unas cifras satisfactorias con respecto a la ocupación. «Los trenes han tenido una ocupación media de entre el 83% y el 85% durante enero. Hay que tener en cuenta que enero es el mes con menos viajes de todo el año, por lo que estamos contentos», explican desde Ouigo.
Respecto a la linea entre Madrid y Barcelona, la ocupación de las cinco frecuencias de Ouigo se instalaron en el 97% antes de la irrupción del tercer operador, Iryo. Actualmente, han descendido hasta el 90%.
La tercera ruta que operará Ouigo será hacia Andalucía, la cual tiene un problema. Esta es la primera línea de tren de alta velocidad inaugurada en España. Llegó por la Expo 92′ de Sevilla y tiene un sistema de comunicación de la vía con el tren antiguo denominado LZB. Los trenes ahora están diseñados con el sistema ERTMS, más moderno y estandarizado en toda Europa. Ouigo se adecuará, con el coste que ello supone, a este inconveniente que tiene operar trenes en Andalucía mientras tienen claro que sus destinos de Valencia y Alicante serán los más rentables hasta que puedan operar el Corredor Mediterráneo, al que tildan de «el caramelo» que llegará.