Grupo Gastroadictos superará los 250 empleados en 2024
Cuando lo que ahora conocemos como Gastroadictos, decidió abrir las puertas de Bar Mistela en Nou Benicalap, muchos tildaban de locos a Juanjo Masip, Rafa Recuenco, Néstor Vaccaro e Israel Baquero, sin embargo ellos lo tenían claro. Sabían lo que querían y tenían el convencimiento de que aquello iba a funcionar, y no se equivocaron, hasta el punto de que en 2024 llegarán a los 250 empleados.
El sabor tradicional, el barro, la madera o el hierro, dieron forma a uno de los locales que no tardó en ponerse de moda en Valencia, y tras el que legaron Cremaet, La Sastrería o Casalla, con los que se han convertido en una referencia gastronómca en la ciudad de Valencia con una propuesta a la que se sumarán nuevos locales, el primero de ellos ya a inicios de 2024.
Con esta nueva apertura “esperamos superar los 14 millones de euros de facturación, y eso nos hará marcharnos a los 240-250 trabajadores ya en 2024, una cifra que superaremos en 2025, con más aperturas y haciendo crecer el proyecto”, nos cuenta el CEO de la empresa Rafa Recuenco. Tras un 2023 en el que se ha encarecido absolutamente todo y en el que el objetivo de este grupo hostelero ha sido el de normalizar las cosas, ha llegado el momento de dar un paso más, un paso que vendrá con un nuevo punto de venta en Cortes Valencianas.
Esperamos superar los 14 millones de euros de facturación, y eso nos hará marcharnos a los 240-250 trabajadores ya en 2024, una cifra que superaremos en 2025
Rafa Recuenco
Caídas del sector de un 15% en 2024
Este paso al frente es toda una declaración de intención si tenemos en cuenta que la previsión “es que el sector de la hostelería tenga una caída de entre un 15% y un 20%, que es mucho, pero nosotros vamos a intentar competir y salir lo mejor parados posible, lo que intentamos siempre es ser mejores y más eficientes y redoblar la apuesta. En lugar de encoger el brazo y asustarnos, estamos reforzando los departamentos de la empresa para poder estar listos, queremos mantener el aforo tratando de mantener otro tipo de cliente”, explica Recuenco.
Para el socio, a forma que el grupo tiene de plantearse esto “es a largo plazo, En primer lugar vamos a tratar de mantener los números por punto de venta, quizá caigan un poco los aforos, pero con una mejor gestión podremos reemplazar ese aforo con otras líneas como eventos o mesas de 10 personas, por lo que esperamos poder mantener los números”.
Un obrador central para aumentar la calidad
Para lograrlo, cuenta el CEO que actualmente ya trabajan digitalizando procesos “para automatizar mucho del trabajo que hacemos. Queremos tener un control de los costes total y diario, que nos permita conocer exactamente cada 24 horas lo que nos cuesta cada producto, lo que nos facilita poder repercutir en el precio final el mínimo necesario para asumir las subidas de precio que nos marca el mercado”.
Pero sin lugar a dudas, el paso principal que están dando, pasa por poder elaborar algunas de sus recetas fuera de los locales en un obrador central, “algo que se hará sin perder calidad en contra de lo que piensa la mayoría. Quienes tienen obrador suelen ser las grandes compañías, hoteles y demás y eso nos lleva a pensar que muchas veces eso va asociado a una pérdida de calidad y de artesanía. Aquí vamos a producir todo aquello que haciéndose fuera de los locales no pierda calidad sino todo lo contrario, la aumente, como por ejemplo la ensaladilla. Al final cuanto más fresca está mejor, tenemos estimado que puede aguantar sin perder calidad 3-4 días, pues bien, esto lo vamos a centralizar para que cada dos días se renueve la ensaladilla en nuestros locales”, dice Rafa Recuenco.
En el obrador amos a producir todo aquello que haciéndose fuera de los locales no pierda calidad sino todo lo contrario, la aumente, en contra d elo que piensa mucha gente
Rafa Recuenco
En su caso es una propuesta manual, artesanal y con la que buscan luchar contra la falta de personal pudiendo ofrecer horarios distintos con los que poder atender las necesidades de cada uno de sus trabajadores en función del momento que vivan a nivel personal.
Dignificar la profesión y retener talento
Es precisamente en la retención de talento donde más está sufriendo el sector, y contra ello lucha Gastroadictos. Una de sus normas internas es, tal y como relata Recuenco, que como máximo “nuestro personal haga dos partidos a la semana, y que trabajen de forma intensiva. Queremos dignificar el trabajo de nuestro equipo y queremos formarlos, darles valor y recorrido, que puedan evolucionar dentro de la empresa. Nos dimos cuenta de que necesitamos crecer no por ser más grande o por ego de tener más locales, simplemente porque nosotros no íbamos a poder competir con ese local familiar, que lo hace todo de forma tradicional, sin tener a los mejores. Necesitábamos crecer para poder tener en el equipo a gente muy buena, y para ello hay que tenerlos bien remunerados, y para que eso no afecte a las cuentas lo que tenemos que hacer es crecer para escalarlo”.
Queremos dignificar el trabajo de nuestro equipo y queremos formarlos, darles valor y recorrido, que puedan evolucionar dentro de la empresa, somos el conjunto de personas que nos rodean
Rafa Recuenco
La Cámara de Comercio o la AJEV han reconocido su trabajo con premios al empleo y la sostenibilidad algo que pone en valor el trabajo que hace Gastroadictos en pro de una profesión que lucha por lograr un reconocimiento que parecen haber logrado aquí.
Premios de esta índole “reconocen nuestro trabajo con las personas, que es donde hay un hándicap brutal en el sector, porque al final estos premios, lo que hacen es dar visibilidad a que con las personas trabajamos bien, y eso nos ayuda a la captación de talento. Todos los socios venimos del barrio, de trabajar duro y de familias muy obreras, que eso ya te da una visión. Nos han educado en el compañerismo, en el codo con codo y en el cuidar al que tenemos al lado. Somos el conjunto de personas que nos rodean”, concluye el Ceo del grupo.