Ford renuncia a los proyectos de los proveedores para la petición del Perte
Ford no ha llamado a los proveedores para la segunda edición del Perte. El 24 de agosto de 2022, Economía Digital desveló en exclusiva que Ford renunciaba a 106 millones de euros que tenía preasignados para la primera edición del Perte. El 8 de septiembre de 2022, Ford sentó a los socios de aquel consorcio que se iba a formar y les comentó la decisión que les había adelantado por correo electrónico. Se dejó la puerta abierta a que se volvieran a retomar los proyectos. La sensación de aquella reunión fue un: «Ya nos llamarán».
Pero no han llamado y, pasado un año, se da por hecho que Ford no va coger al teléfono para inciar la gestión. La consecuencia de esto, según entienden los proveedores, es que los proyectos que hace un año formaban parte de la electrificación de Ford Almussafes como justificación de la petición de ayudas no van a optar a ninguna ayuda. Otra cuestión es que alguno de los desarrollos tecnológicos que, sobre todo pymes, plantearon para los nuevos modelos de Ford Almussafes pueda acabar haciéndose realidad.
El motivo de esta situación es que en el primer Perte se obligaba en las bases a que la petición de ayudas fuera bajo la fórmula del consorcio. El objetivo era implicar no sólo a los OEM (los fabricantes) si no también a los proveedores (sobre todo, pymes). De este modo, Ford tuvo que buscar proveedores y, aunque algunos rechazaron participar por las leoninas condiciones que tenía la convocatoria, el respaldo del parque de proveedores fue notable.
Ahora, para la segunda edición del Perte, no sólo es que no se necesita formar un consorcio sino que los CNAE que pueden optar a las ayudas son tan limitados que prácticamente sólo están los fabricantes. Los proveedores han pasado de ser pieza clave para lograr dinero del Perte a ser vetados.
Al margen de que para la petición de ayudas Ford no ha incluido a las pymes y no puede hacer, en el sector, según explican tanto fuentes empresariales como sindicales, hay un notable desánimo por haberse cerrado la puerta a lo que hace un año era urgente y necesario.
El impacto que tiene esta situación es de incremento del desánimo. Los que hace un año estaban ilusionados porque el Perte, con las actuaciones que ello conllevaban, conducían a los proveedores hacia la nueva producción eléctrica que ahora no saben si va a contar con ellos o no. El efecto que tiene en la multinacionales es que siguen sin existir certezas que justifiquen el mantenimiento de las inversiones y plantilla mientras que los empresarios locales se encuentran con las manos vacías de proyectos, y más que lo estarán cuando la producción de la Transit Connect acabe entre finales del año y el primer trimestre del año que viene.
Carlos Faubel, desde UGT-Ford, apunta que «la desaparición de los proyectos de los proveedores supone otra dosis de incertidumbre porque no sabemos los motivos». Lo cierto es que en cuanto se sepa qué modelos se van fabricar, cuándo se van a empezar a montar y cómo se van a realizar se despejaran las dudas no sólo de la plantilla de la factoría de Ford Almussafes sino de todo el parque de proveedores sobre los que continúa una enorme sombra de incertidumbre que preocupa tanto a sindicatos, directivos como propietarios de empresas.
La confirmación de que por el Perte de baterías se va a realizar una inversión de 188 millones de euros camina en la dirección de confianza de que Almussafes tendrá productos. Al margen de que Martorell va a destinar a la planta de ensamblaje de baterías 300 millones de euros y que está en un proceso de electrificación similar aunque con certeza en sus modelos y plazos, el anuncio de la resolución provisional de ayudas ha calmado la tensión en la factoría.
El siguiente acontecimiento se espera para finales de septiembre o principios de octubre, que es cuando según las fuentes consultadas, se empezarán a producir las reuniones en las que se podrían concretar algunas de las incógnitas que aun sobrevuelan sobre Ford Almussafes.