Ford sufre recortes mientras la ayuda para captar a empresas como Tesla sube un 150%
La incertidumbre sobre el futuro de Ford Almussafes queda patente en los primeros presupuestos de Carlos Mazón al frente de la Generalitat mientras la evolución de Volkswagen hacia la construcción de su factoría recoge el impulso en diversas partidas del presupuesto. Dentro de unas cuentas públicas en las que no se ha dado por hecho ningún gasto (a excepción de la obligación de la deuda y el personal), las cuentas sí están preparadas para proyectos estratégicos como puede ser la llegada de grandes inversiones, ya sea la llegada de Telsa, otro fabricante enfocado a la descarbonización o proyectos transformadores de hidrógeno verde.
En números, la consellería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha sufrido bajadas en una larga lista de conceptos. Donde se observa más claramente es en la política industrial, donde Ford ha pasado de tener tres partidas que sumaban 11,4 millones a reducirse a dos de 8,5 millones. Es decir, el ‘oxígeno’ directo se ha mermado un 26%.
En 2023, Ford tenía presupuestada una partida de nueve millones de euros para «proyectos de Desarrollo Experimental e Innovación en el sector de la automoción que tengan beneficios y un efecto tractor sobre empresas y pymes. Inversiones productivas sostenibles» mientras que para el año que viene se reduce un 22% y el concepto cambia a «proyectos de I+D+i e iniciativas para la electrificación de los vehículos y la transformación tecnológica de los procesos industriales, proyectos de inversión y actuaciones orientadas a la neutralidad del carbono y sostenibilidad de procesos de fabricación».
Además, la Fundación Desarrollo e Innovación, que es la que gestiona fundamentalmente el conveyor (el tren aéreo que transporta piezas desde el parque industrial Juan Carlos I hasta las manos del operario de Ford Almussafes que ensambla el coche), recibió en las cuentas del Botànic dos millones de euros. La cuantía para 2024, cuando este tren aéreo no será utilizado por la Transit Connect a partir del 27 de marzo por el fin de la producción de dicha furgoneta, se limita a 1,5 millones.
Ford, parado; Volkswagen, disparado
El último presupuesto de Ximo Puig además tuvo una concesión directa de 400.010 euros para «Ayudas para la inversión para infraestructuras locales. Inversiones en la terminal logística del área industrial de Almussafes para su conexión y operatividad logística con el Corredor Mediterráneo». Esta obra fue nuevamente prorrogada hace tres semanas por el pleno del Consell dirigido por Carlos Mazón. Lo que ocurre con esta ayuda es otra muestra más de cómo el futuro de Ford está, como mínimo, postergado.
Justo lo contrario pasa con Volkswagen, cuya filial PowerCo ve como su subvención directa también se reduce mientras las partidas satélites de su interés y sin su nombre continúan en crecimiento. El dato de la subvención directa, que tiene que ver con la formación que ejecuta a los empleados de la gigafactoría que tiene prevista su apertura en 2026, fue de 3,8 millones de euros mientras que para 2024 se limita a 3 millones. Esto no significa que el proyecto de la gigafactoría reduzca su consumo de fondos públicos ya que el presupuesto incorpora una inversión de 10 millones de euros en 2024 más otros cuatro millones en 2025 que tienen como destino el Campus Battery que se situará en los aledaños de la gigafactoría.
Dicho de otra forma, atendiendo sólo a las subvenciones de concesión directa, hay una merma del 21% pero si englobamos el dinero público destinado a formación de interés para PowerCo hay un incremento del 347%. A esto hay que sumar que desde la Generalitat se espera que lleguen 90 millones de euros que el gobierno de Pedro Sánchez tiene comprometidos para la gigafactoría de Sagunto. Además, Espacios Económicos Empresariales, que es la empresa gestora del suelo sobre el que se levantará la gigafactoría, ha más que duplicado su presupuesto, al pasar de los 70,5 millones hasta los 148,5.
Impulso de proyectos estratégicos
Todos estos recortes en la política industrial tienen su contrapunto en una de las principales partidas para el año que viene, que es la que con 10 millones vía concurrencia competitiva se destinará a «apoyo a proyectos estratégicos para la reindustrialización de la Comunitat Valenciana, en especial, proyectos de hidrógeno verde y otros que fomentan la descarbonización, sostenibilidad industrial y la economía circular». Aunque los grandes proyectos ya sean de Tesla, BYD o cualquier otra fabricante de la automoción son gestionados directamente por Presidencia, la partida en Industria vendría a ayudar las iniciativas cuyo apoyo sea decidido por Mazón.
Con Ximo Puig, esta partida tenía cuatro millones de euros y el objetivo era «Apoyo a proyectos estratégicos que supongan la aceleración,
atracción, diversificación, reconversión industrial sostenible, desarrollo industrial o la innovación en la Comunitat Valenciana. Entre las diferentes actuaciones se impulsará la sostenibilidad de la industria intensiva en consumo energético, proyectos de hidrógeno verde, iniciativas que faciliten la gestión sostenible de nuestra masa forestal y otras que fomenten la sostenibilidad industrial». El avance desde el presupuesto del Botànic al de Carlos Mazón en esta política refleja un incremento del 150%.
Fuera de los presupuestos quedan políticas derogadas como la de Alianza Valenciana de Baterías que, tal y como desveló Power Electronics vía su CEO David Salvo, hermano de Amadeo Salvo, que fuera presidente del Valencia CF que promocionó la llegada de Peter Lim, inventó un proyecto de 30.000 empleos que no tuvo base industrial. Tampoco se repite la subvención de un millón de euros que las últimas cuentas del Botànic le concedieron a Power Electronics por «apoyo al centro de desarrollo y producción de cargaderos y sistemas de almacenamiento para infraestructura de vehículo eléctrico».
Por otra parte, se conceden cuatro millones de euros directos a Stadler para el «apoyo a la aceleración de la mejora medioambiental y la eficiencia energética en el sector de fabricación de trenes y maquinaria de transporte en la planta de Albuixech». Al final del primer trimestre de este año, la compañía de trenes dirigida por Íñigo Parra anunció que ampliaba sus instalaciones en la Vall d’Uixó porque acumulaba más de 5.000 millones de euros en pedidos y necesitaba ampliar su capacidad de producción.