Ford pasa de 1.100 coches al día a 700 la semana que viene mientras UGT se niega a firmar un ERTE
La factoría de Ford Almussafes reducirá de 1.100 vehículos la producción de coches a 700 la semana que viene por la caída de la demanda de los coches que produce. La reducción de la producción no tiene, por tanto, relación con la falta de microchips ni de ningún otro componente del coche, que fueron los motivos en los que se fundamentaron los últimos ERTE que se han aplicado en la factoría valenciana. De hecho, UGT ya ha mostrado su total oposición a negociar expedientes de regulación de empleo mientras los planes a futuro de Almussafes no sean clarificados.
Carlos Faubel, presidente del comité de empresa en Ford Almussafes y líder de UGT en la factoría, explica que los trabajadores no van a ser flexibles en esta ocasión frente a los problemas de la factoría. «Tendrán que buscar qué hacen con los del turno de tarde, si se dedican a formación o a tareas que no tengan que ver con la produccción», explican. No habrá negocación con la Dirección General de Trabajo para la negociación de un ERTE que permita aliviar los costes de Ford durante los días que no tenga producción.
De hecho, Faubel apunta que para próximos parones de la producción se debería recurrir a la convocatoria de jornadas industriales, que son días que por convenio se puede parar la producción. La reducción de la producción de Ford para la semana que viene no permite la opción de las jornadas industriales ya que se ha planteado un paro parcial que sólo afecta al turno de tarde pero no al de mañanas. Desde UGT-Ford no descartan que en el parque de proveedores se puedan solicitar nuevos ERTE.
El comunicado de UGT-Ford asegura que «mientras no cambie la situación y Ford se decida a desvelar sus planes con respecto al futuro de la electrificación no será posible acordar, al menos con UGT, fórmulas transitorias que minoren el impacto que supone atravesar periodos de baja producción».
El sindicato aclara: «Es decir, Ford tiene un Acuerdo que cumplir al que solo habría que cambiarle las fechas. Mientras esto no suceda, no será posible sentarse a explorar alternativas para resolver un hipotético excedente de personal que se pudiera dar tras la marcha de la furgoneta Transit. Es cierto que la situación de la industria del automóvil es muy compleja, y las infraestructuras no avanzan al ritmo que lo hacen las normativas no contaminantes que impone la Unión Europea, pero todas las marcas están tomando decisiones y posicionándose ante la nueva realidad del mercado».
Por ello, el sindicato mayoritario en Ford Almussafes afirma: «Urge que la dirección de la compañía a nivel mundial clarifique sus planes sobre Valencia, y solo a partir de ahí podremos encontrar las mejores soluciones para afrontar el futuro con éxito».