Catalá exige a Mazón una «posición de privilegio» en Feria Valencia

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La alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, ha exigido al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que el Ayuntamiento de Valencia tenga una «posición de privilegio» en la nueva Feria Valencia, que es una sociedad pública 100% de la Generalitat. Catalá incluso da un paso más y contempla que la gestión del centro de eventos de Feria Valencia desde el Ayuntamiento de Valencia a través del Palacio de Congresos, sociedad controlada por el consistorio.

«No voy a renunciar a Feria Valencia ni a una posición de privilegio en los organismos de dirección de Feria Valencia porque el suelo es propiedad municipal. Por lo tanto, voy a exigir una posición de privilegio para el Ayuntamiento de Valencia», aseguró Catalá.

La reivindicación frente a Mazón, sobre el que dejó claro que mantiene una relación excelente, no va por tanto sólo por el cargo sino por el control en la toma de decisiones. Entre los planes previos a las elecciones ya se contemplaba que la alcaldía de Valencia obtuviera el puesto de la vicepresidencia primera de Feria Valencia mientras la segunda y la tercera se la repartirían la CEV y Cámara de Comercio. El propósito de Catalá no radica sólo en figurar sino, además, quiere formar parte activa de la gestión.

En forma de crítica a su antecesor en la alcaldía, Joan Ribó, Catalá dijo: «No voy a permitir que el Ayuntamiento de Valencia sea un invitado de piedra. Ribó nos dejó siendo invitado de piedra y yo no lo voy a permitir».

Además de la declaración de intenciones, no hubo claridad en los nombres. Mientras Mazón sonríe cuando guarda con recelo la lista de los directores generales que tendrá el gobierno valenciano y la patronal autonómica urge para que llegue el nombramiento del que llevará las riendas de Feria Valencia, Catalá aseguró que todavía no se había producido la reunión formal con el presidente de la Generalitat para fijar quién será el director general ni la posición que tendrá en el organigrama. «Pero les anticipo que no va a haber ningún problema con el presidente de la Generalitat», apuntó.

En su perímetro, Catalá tampoco ha decidido si estará presencialmente en los órganos de administración de Feria Valencia o si delegará. Si finalmente no estuviera de manera directa, los que tendrían que sustituirla serían, según explicó Catalá, concejales como Pepe Marí, María José Ferrer San Segundo o Paula Llobet.

Al margen de que sea de forma directa o indirecta, a preguntas de ECONOMÍA DIGITAL, la alcaldesa de Valencia censuró al anterior alcalde de Compromís, Joan Ribó, por su política de brazos caídos en Feria Valencia mientras aseguró que se arremangaría con el recinto ferial. La solución jurídica de la feria, que llevaba décadas sin estar claro si era una entidad pública o privada mientras la Generalitat pagaba la deuda de una ampliación que todavía no se utiliza por falta de actividad, no es del agrado de la alcaldesa. Catalá aseguró que «no le gusta solución de Feria Valencia» e incluso abrió la puerta a nuevos diseños organizativos o de gestión.

La opción que planteó como «una idea» y con todos los interrogantes («¿Quién sabe?», dijo) fue que «gestionar la parte de eventos para utilizarla mejor«. En Valencia hay tres grandes lugares (Feria Valencia, Palacio de Congresos y Ciudad de las Artes y las Ciencias) donde celebrar lo que técnicamente se llama turismo MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions, es decir, ferias, congresos y encuentros empresariales). Los grandes congresos pueden tener cabida en Feria Valencia, que construyó un centro de eventos que permite congresos con superficie para expositores mientras el Palacio de Congresos es su competidor directo dentro de la ciudad.

La declaración de intenciones fue «apuesto por una mejor relación entre Feria Valencia y el Palacio de Congresos». La idea no es nueva en el Ayuntamiento de Valencia. De hecho, la primera moción que se aprobó con la unanimidad de todos los grupos políticos con Joan Ribó como alcalde fue precisamente, para que Feria Valencia y Palacio de Congresos dejaran de competir entre sí y colaboraran. Aquello ocurrió en julio de 2015. La competencia entre ambos recintos sigue vivo. Sólo cambia que ahora también Feria Valencia será controlado desde el sector público. Falta conocer qué pasos dará Turismo Valencia, que es quien controla el Palacio de Congresos para el Ayuntamiento de Valencia, y quién coge las riendas en el debut de Feria Valencia como entidad dependiente de la Generalitat.

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