Ansiedad en el gobierno de Ximo Puig: Anuncia una fábrica de coches sin nombre ni ubicación
El gobierno de Ximo Puig ha sufrido un ataque de ansiedad tras las elecciones en las que se presentaron con la llegada de Volkswagen a Sagunto como gran hito de su gestión. La campaña electoral socialista, como es habitual en todas, se llenó de anuncios aunque con la característica de que en el equipo de «El president» (Ximo Puig) tintaba siempre sus anuncios con inversiones extranjeras que llegaban a una Comunitat Valenciana que era una región amable con la inversión. Así evangelizaba el PSOE.
Pasado el 28-M, la inercia no se ha parado y aunque el calendario no está ahora en las propuestas sino en las listas (ya sean para el Congreso y Senado o para las consellerias o concejalías) el ansia de protagonismo ha llevado al anuncio precipitado de la llegada de una empresa de electromovilidad en Valencia que desembarcaría con una chequera para invertir más de 4.500 millones de euros, una cifra calculada bajo la premisa de que será más grande que Volkswagen, que anunció 3.000 millones, pero luego ampliables con otros 1.500 más.
Así informó Levante-EMV ayer. Hay un detalle (el acuerdo con la empresa se firmó hace dos días y se filtra a las pocas horas) que lejos de ser pregrino es crítico para entender el momento de incertidumbre y tension interna que recorre las tripas del partido socialista valenciano y que retrata la ansiedad que hay en el gobierno de Ximo Puig. El 5 de junio se firma el acuerdo con la empresa de electromovilidad de la que no se sabe nombre ni ubicación. En menos de 24 horas, el acuerdo confindencial que supuestamente no se puede contar fue filtrado a un medio de comunicación y, a las pocas horas, reconfirmado al resto de periodistas.
La agencia de noticias EFE dice que se trata de «un proyecto que todavía está en una fase incipiente y para el que se han celebrado reuniones entre miembros del Consell, entre ellos la consellera de Política Territorial, Rebeca Torró, y la empresa, según confirman a EFE fuentes de este departamento». Hasta ayer «fase incipiente» era sinómino en el gobierno de Ximo Puig de que no se comunicaba bajo ningún concepto para evitar que se pudiera romper la negociación.
El resto de fuentes del Consell de Ximo Puig miraron ayer para otro lado. Desde el gobierno socialista se señaló a Rebeca Torró, consellera de Política Terrotorial y que se ha identificado como artífice y brazo ejecutora de la llegada de Volkswagen a Sagunto, como la única que podía y debía hablar de este asunto. Silencio sobre este tema por parte de Ximo Puig y silencio sobre este tema por parte de Arcadi España, conseller de Hacienda, y rival de Rebeca Torró a recoger el liderazgo socialista en el caso de que Ximo Puig diera un paso al margen.
El ‘modus operandi’ de Ximo Puig, que se seguía a rajatabla cuando su mando en la plaza era indiscutible por el peso de su cargo (es decir, porque podía cesar cada viernes al que se saltara sus directrices), era la enorme discreción con la llegada de inversiones. Mucho silencio, pocos implicados con información y sólo se anuncia cuando la inversión ya se iba a ejecutar. Así se hizo con Volkswagen y así ordenaba Puig que se siguiera actuando. También así se alababa que fuera desde el sector empresarial.
ECONOMÍA DIGITAL ha confirmado que Rebeca Torró estuvo el 5 de junio en Madrid y que se desplazó sin ningún otro miembro de lo que fue (y todavía es oficialmente) el equipo que dirigía Ximo Puig. Fue este lunes 5 de junio cuando ha comunicado Torró que firmó un acuerdo sobre el que se sabe que ella es la que presenta una rúbrica pero se desconoce quien aporta el otro autógrafo por aquella cláusula de confindencialidad que sólo se ha aplicado en el 50% de la operación.
Sobre las intenciones reales de esta empresa de electromovilidad pocas cosas se saben. Las empresas del sector confirman que semejante nivel de inversión sólo es posible para un fabricante de coches eléctricos. Las dos marcas que en el sector se contemplan que puedan abrir centros de producción en el arco mediterráneo son la americana Rivian y la china BYD, que pronto empezara a vender en Valencia vehículos que compiten directamente con el prometido Mustang para la fábrica de Ford en Almussafes.
La respuesta oficial del sector de la automoción fue nítida. Paco Segura, presidente de AVIA, lanza dos mensajes. El primero es «si se confirma una inversión de este calado«. El segundo: «Las empresas valencianas de automoción y movilidad podrán poner a disposición de cualquier empresa sus capacidades, talento, experiencia y trayectoria para desarrollar proyectos». Dicho de otra forma, el cluster que reúne a las empresas que acompañan a estas inversiones está ahora «ojo avizor» y capacitado para convencer a cualquier fabricante de las ventajas que ofrece el know-how instalado ya en Valencia.
Pero esto es «si se confirma» porque, de manera general, el anuncio causó un nivel de escepcticismo enorme. “Ximo Puig no se cree que ya no es presidente y aún se cree que las elecciones generales la va a ganar con temas locales cuando las autonómicas las ha pérdido por hablarse de la temática nacional” es el marco que dibuja un representante empresarial sobre el anuncio repentino del gobierno saliente.
La apuesta por las inversiones de Ximo Puig
Este anuncio de inversión hay que enmarcarlo en la bandera principal de Ximo Puig durante la pasada legislatura que consistió en transmitir que la Comunidad Valenciana era tierra fértil de inversiones con el ejemplo de Volkswagen, un hito que ya es realidad como demuestra que las empresas valencianas Becsa, Pavasal y Bertolín están ya trabajando en la futura gigfactoría con la urbanización del solar.
La apuesta del barón socialista fue plantear el dilema “Volkswagen o Gürtel” y en eso se centró. Ximo Puig anunció el 19 de mayo, a nueve días de las elecciones, que tenía en cartera 10 proyectos que iban a invertir 24.400 millones de euros en la Comunidad Valenciana. La promesa electoral consistía en la creación de 43.000 empleos.
En el último debate electoral celebrado el jueves 25 de mayo, Ximo Puig insistió en la captación de empresas que había logrado su ejecutivo y lanzó el anuncio de que una «importante empresa americana» se iba a ubicar en la comarca de Camp de Turia. Fuentes populares aseguran que la “utilización en campaña electoral de su inversión ha sentado mal entre los americanos”.
El anuncio de la empresa de electromovilidad, que sí que forma parte de las 10 empresas que tenían opciones de cristalizar sus inversiones dentro del anuncio genérico de Ximo Puig, se ha convertido en una herramienta que ha utilizado personalmente Rebeca Torró sin que haya sentado bien a los que eran sus compañeros de viaje en el gobierno valenciano.
La pregunta ahora es si Ximo Puig va a comunicar a Carlos Mazón los 10 proyectos de inversión que anunció que sobrevolaban Valencia por la gestión socialista. La respuesta más cercana al presidente de socialista durante la jornada de ayer fue un enigmático «seguimos trabajando».
Mazón empieza su proceso de investidura
La agenda de hoy contempla el inicio por parte del candidato popular a la presidencia de la Generalitat Carlos Mazón de su ronda de contactos con los partidos políticos para formar gobierno. El primero es el PSOE. El PP ha llamado a Ximo Puig, que ha declinado la invitación pero sí que está prevista Rebeca Torró, que es la que ha contado la operación confindencial con unos tiempos que no son los marcados por Ximo Puig.
La preocupación en los entornos empresariales y de la investigación, donde las intrigas internas de los partidos son distracciones que evaporan paciencia y oportunidades, es si va a haber apoyo o no, seguimiento o no, a las inversiones que sobrevuelan la Comunitat Valenciana.
Desde la élite empresarial se asegura: «Hay un compromiso por parte del equipo más cercano de Ximo Puig de explicar a Mazón como quedan todas las gestiones que se han iniciado con inversores”. Oficialmente, el PP no tiene fecha para este traspaso de cartera aunque en la reunión prevista para hoy no sólo se va a hablar de la próxima investidura.
Además, hay otra preocupación. Durante la úlitma legislatura de Ximo Puig, el gobierno socialista ha llegado acuerdos como el alcanzado con Volkswagen en el que se adquirían compromisos cuyos flecos no se podían definir. Fue imposible garantizar por parte de Ximo Puig un importe fijo de ayudas del Perte que gestionaba Pedro Sánchez (ya que se alcanzó el acuerdo antes de conocer las bases del Perte) pero sí que era factible dibujar un escenario de ayudas que se cubriera con ese mecanismo y aquellos que se pudieran articular por el camino.
El gobierno de Ximo Puig ha demostrado, pese a pasar momentos de terrible tensión, que esos marcos de negociación con los inversores los ha podido cumplir y, además, dentro de la legislatura en la que ostentaba el poder. La precipitación, ansiedad y pugna interna del PSOE son las que ahora siembran dudas en el PP sobre qué compromisos ha podido alcanzar una consellera que llega a un acuerdo para que desembarque una empresa de electromovilidad con 4.500 millones de euros en el bolsillo sin que sus compañeros del gobierno valenciano, como son Ximo Puig y Arcadi España, quieran hablar sobre el acuerdo confidencial contado en menos de 24 horas.