Valencia, Cataluña, Galicia, Andalucía y otras 22 regiones europeas piden alternativas al coche eléctrico
La alianza de regiones automovilísticas ha firmado una declaración en la que se pide alternativas al coche eléctrico. Con la firma de los responsables de Industria de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Andaluciía y otras 22 regiones europeas se pide un cambio en la política europea, focalizada hacia la electrificación como vía para la descarbonización e incluyendo los combustibles sintéticos y el hidrógeno como tecnologías críticas para la reducción de la contaminación.
La declaración, firmada en Navarra, subraya que los reglamentos europeos deben tener en cuenta el impacto en la economía regional de las medidas destinadas a mantener y reforzar la competitividad de toda la cadena europea de la industria del automóvil y aboga por que «se tengan en cuenta las distintas soluciones tecnológicas (por ejemplo, la electrificación, las tecnologías del hidrógeno y los combustibles alternativos), que también pueden desempeñar un papel importante en el proceso de descarbonización».
La regiones productoras de automóviles en Europa reconoce que la legislatura europea que finaliza en 2024 se caracteriza por «una legislación intensiva para la consecución de los objetivos europeos, que son bienvenidos pero suponen un reto para las regiones automovilísticas, incluidas las regiones de la industria proveedora».
La cuestión es que de cara a la próxima legislatura ya se quiere empezar a marcar una senda diferente a la proyectada hasta ahora. Por ello, piden «a la próxima Comisión Europea que aborde la transición justa de todas las regiones mediante el nombramiento de un Comisario europeo con una responsabilidad clave para todas las vías de transición industrial con impacto en las economías regionales».
El objetivo que desean las zonas de Europa donde se fabrican automóviles es que se «respalde una transición justa y equitativa de las regiones de la industria automovilística y de suministro, a fin de minimizar los efectos perturbadores y mantener la competitividad global de la industria».
La indicación que propoponen es que las políticas de cohesión «deben centrarse en los procesos de transición industrial en todas las regiones, incluidas las regiones altamente innovadoras y económicamente fuertes, en beneficio de toda la Unión Europea». Y eso implica más fondos. La declaración firmada «pide a la Comisión Europea que verifique si es necesario revisar el alcance de la dotación del Fondo de Transición Justa (FCT) para incluir otras actividades en transición, como las relacionadas con la transformación de la industria del automóvil; recuerda que las áreas prioritarias adicionales deberían dar lugar a una financiación adicional«.