De la crisis del aceite a la de las naranjas: Banco Mundial advierte que los precios subirán por la sequía en España
En las últimas semanas, los consumidores asisten con asombro al crecimiento como la espuma del precio dispuesto en los lineales del aceite de oliva, una situación que ha llevado, incluso, a algunos supermercados a proteger estos productos con alarmas antirrobo.
Una situación similar podría suceder con las naranjas. Distintas organizaciones advierten que, a lo largo de los próximos meses, el precio de esta fruta podría elevarse de forma significativa. Además de la escasa rentabilidad que afecta al sector agrario español, y de la ausencia de relevo generacional, la sequía amenaza con romper el mercado.
El último año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre del año pasado y concluyó el 30 de septiembre de este año, fue el más seco de este siglo en España, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, que también evidencian que el país se encuentra sumido en una situación meteorológica de larga duración.
Mientras que las cuencas de los ríos Guadiana, Guadalquivir y Sur están sufriendo la sequía más duradera desde, al menos, 1961, las del Pirineo oriental y del Ebro, están padeciéndola con una mayor intensidad.
La sequía acorta la producción de naranjas
«La sequía que está teniendo lugar en España, el mayor productor de naranjas en Europa, comportará una mayor presión en los precios de las naranjas en 2024″, alerta el Banco Mundial en el informe ‘Perspectivas de los mercados de materias primas: bajo la sombra de los riesgos geopolíticos’ publicado recientemente.
La advertencia se sitúa en la línea de las expectativas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que también ha apuntado que la sequía tendrá un impacto negativo en la producción de cítricos de la campaña 2023-2024, que dio su pistoletazo de salida el pasado mes de septiembre.
La producción de naranjas en esta campaña se recorta un 8,2% respecto el año pasado
Según el aforo de cítricos elaborado por el departamento que encabeza Luis Planas, la previsión es que la producción alcance los 5.754 millones de toneladas esta campaña. A pesar de que la cifra es parecida a la registrada en la cosecha anterior, si se toma como referencia la media de las cinco últimas, experimentará un recorte del 14,4%.
Si se pone el foco solo en la producción de naranjas, la previsión es que se produzcan 2.643 millones de toneladas, un dato que refleja un descenso del 8,2% respecto el año pasado. El descenso es más acusado aún si se compara con la media marcada en las últimas cinco cosechas, ya que alcanza el 24%.
Las razones tras esta merma de la producción, según ha esgrimido el ministerio de Agricultura y Pesca, no son otras que la sequía y las extremas condiciones climáticas registradas este año.
«Han sido decisivas en este volumen de producción, fundamentalmente por la falta de disponibilidades hídricas, las anormales altas temperaturas registradas durante las fases de floración y cuajado del fruto, y por las olas de calor en estadios posteriores que han requerido de restricciones al riego en algunas regiones», ha enfatizado.
Los consumidores pagarán más
«El precio para consumidor final va a ser más elevado que en campañas anteriores«, afirma el secretario general de La Unió Llauradora, Carles Peris, en una conversación con este diario.
Teniendo en cuenta que en cultivos como los cítricos las producciones serán inferiores, la demanda superará a la oferta, lo que comportará que el precio suba en origen, y también, para los consumidores. Peris indica que la oferta disminuirá no solo por la falta de agua ocasionada por la sequía, sino por los efectos del cambio climático y los incrementos en los costes de producción, como los fertilizantes, el agua o la electricidad.
Mientras que la variedad de naranja conocida como ‘navelina’ se pagaba a los agricultores en campañas anteriores en torno a los 30 céntimos, este año el precio se ha disparado hasta los 50 céntimos, un incremento de cerca del 50% y, consecuentemente, se traduce en una subida de precios también para el consumidor final, apunta el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.
Lejos de desistir, esta tendencia al alza en el precio de las naranjas se va a mantener a lo largo de toda la campaña, que se extiende hasta el verano, vaticina.
Dado que cada una de las variedades de naranja cultivadas tienen un momento óptimo de recolección, el representante de Asaja advierte que el incremento de precios por la sequía va a afectar a todas ellas. José Vicente Andreu llama también la atención sobre el impacto del Trasvase Tajo-Segura, que comporta que a los agricultores les falte el agua «como si hubiese sequía», subraya.
El director de AVA ASAJA – Asociación Valenciana de Agricultores, Jenaro Aviño, señala que donde más se está notando los efectos de la sequía «es en Andalucía y en zonas muy concretas de la Comunidad Valenciana». Los precios de las naranjas dependerán, dice, de «como se mantengan los mercados», pero sobre todo de la «evolución en la producción».
«Desconocemos si el año que viene habrá el mismo precio de este año, si bajará o subirá», comenta, aunque asume que las expectativas «no son halagüeñas». El descenso en la producción «parece que se va a mantener unos años«, advierte, debido a la sequía pero también a otros factores como la falta de rentabilidad para los agricultores, que provocará que haya menos producción, de manera que los precios se quedarán «como están ahora o se encarecerán».
Impacto de las naranjas procedentes de Egipto y Sudáfrica
Otro de los factores a tener en cuenta serán las naranjas procedentes de Egipto y Sudáfrica, que habitualmente han presionado a la baja los precios del cítrico.
Mientras que en septiembre y octubre la naranja producida en España pierde cuota de mercado en favor de Sudáfrica -el país comercializa sus cítricos durante el verano y al inicio de la campaña- en marzo y abril la pierde en favor de Egipto, que comercializa el cítrico a un precio inferior, apunta Carlos Peris.
«Egipto es el único país productor que está manteniendo el nivel de producción», asegura el secretario general de La Unió Llauradora, a la vez que recalca que países como España, Portugal, Italia o Marruecos están produciendo menos. La producción de naranjas en el país africano, además, no se está viendo afectada por la sequía, puesto que al disponer del agua del río Nilo dispone de los recursos hídricos suficientes para «mantener su capacidad productiva».
Debido a la menor producción de naranjas prevista para este año, señala José Vicente Andreu, podría aumentar la importación del cítrico a Egipto, una situación que desencadenaría una «grave crisis» a medio plazo para el productor.
El presidente de Asaja Alicante alerta que, al perder cuota de mercado en favor de Egipto, si el próximo año el año hídrico y la producción vuelven a la normalidad, el mercado quedaría «copado por el principal competidor» de los productores de naranja de España.