Bruselas congela la intención de Sánchez de usar el catalán, el gallego y el euskera en la UE

Los ministros de Asuntos Exteriores aplazan sin fecha a la vista la discusión de incluir las lenguas cooficiales de España en los plenos comunitarios

Pedro Sánchez con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Foto EFE – Kiko Huesca

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Bruselas frenó la petición del Gobierno de Pedro Sánchez de oficializar el uso del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea.

Tras 40 minutos de reunión, los ministros de Asuntos Exteriores de los 27 dejaron el pedido a mitad de camino, porque no lo rechazaron pero tampoco lo aprobaron. De hecho, ni siquiera se sometió a votación.

La razón para congelar el pedido de España fue que las delegaciones necesitaban más tiempo para estudiarla.

Los ministros europeos dijeron que no tomarán ninguna decisión hasta que no haya un dictamen jurídico del Consejo de la UE

Además, los representantes diplomáticos dijeron que no tomarán ninguna decisión hasta que no haya un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida, así como un análisis económico y práctico de su funcionamiento en el bloque.

El pedido queda congelado sin fecha

Casi todos los ministros presentes expresaron sus dudas en el encuentro de Bruselas, donde España (al ejercer la presidencia de turno) “ha tomado nota”. Al no haber indicios de acuerdo, se decidió que el Consejo “retomará el asunto en una reunión futura”, sin precisar cuándo será, informa Europa Press.

Por lo pronto, la presidencia española ahora tiene la tarea de derivar la discusión técnica a los grupos de trabajo del Consejo, como consultar a los juristas de la institución comunitaria su opinión sobre usar el catalán, el euskera y el gallego en los plenos comunitarios.

El debate de quién paga las traducciones

En un primer momento, el Gobierno se había ofrecido a asumir los costes de traducir esas lenguas cooficiales en las mismas condiciones que los demás idiomas de la Unión, pero la intención choca con el reglamento europeo, que establece que la interpretación debe pagarse de las arcas comunitarias.

José Manuel Albares no convenció a los ministros europeos. Foto EFE – Eliseo Trigo

Antes de la reunión el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares había dicho que el pedido de España no es nuevo sino que “hace 20 años que España viene solicitándolo”.

Además recordó que hay “arreglos administrativos” en el Consejo y la Comisión Europea que permiten traducir muchos documentos al catalán, gallego y euskera, pero reconoció que no hay un régimen equivalente en el Parlamento Europeo.

Las opiniones de los ministros europeos

La secretaria de Estado para Europa por Francia, Laurence Boone, dijo que se debe respetar “el marco constitucional y el marco jurídico europeo, y es importante que todo el mundo estudie este asunto”.

En tanto la representante croata, Andreja Metelko, dijo que es “una propuesta que necesita ser considerada con atención: queremos ver y tener más detalles sobre el estatus de esta lenguas a nivel nacional en España”.

Asimismo, el eslovaco Peter Misik dijo que es “prematuro” hablar de una decisión porque hay “elementos legales y prácticos” por explicar.

La encargada sueca, Jessika Roswall, advirtió que el uso de esas lenguas puede ser una caja de Pandora respecto a los otros idiomas europeos: «hay muchas lenguas minoritarias dentro de la UE que no son lenguas oficiales» y quieren tener claro cuáles serán las «consecuencias legales y financieras» antes de tomar ninguna decisión.

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