| Foro ED 28M. Un modelo económico para Barcelona

PSC y Junts se alinean para enmendar la política económica de Ada Colau en Barcelona

Jordi Valls y Ramon Tremosa coinciden en el debate de Economía Digital en defender la seguridad jurídica y los acuerdos con el sector privado para potenciar la economía de la ciudad

Jordi Valls, Ramon Tremosa y Marina Bravo. Foto: Juan Pedro Chuet-Missé

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El PSC y Trias per Barcelona –la marca adoptada por Xavier Trias para la lista de Junts a las municipales de la capital catalana– son dos de los partidos que, según las encuestas, se juegan la alcaldía de Barcelona en las elecciones de este 28 de mayo. Algunas voces apuntan a un posible entendimiento entre ellos, si bien los socialistas son aún socios de Ada Colau, a quien Trias asegura que no hará alcaldesa. Pero más allá de los posibles pactos postelectorales, ambas fuerzas coinciden en un discurso de enmienda a la política económica del actual gobierno municipal. 

Así se vio en el ‘Foro ED 28M. Un modelo económico para Barcelona’, celebrado por Economía Digital este martes, en el que Jordi Valls y Ramon Tremosa, ambos exconsejeros y miembros de las candidaturas de Jaume Collboni y Xavier Trias respectivamente, mostraron un discurso parecido no solo en propuestas sino especialmente en un relato de proteger la seguridad jurídica y entenderse con el sector privado, en contraposición a lo que consideran no ha hecho la alcaldesa actual. 

En la primera respuesta del debate, respecto a la atracción de empresas e inversiones, ya coincidieron, e incluso Tremosa dijo a Valls que le había “chafado” parte de su discurso porque el socialista habló primero y uso los mismos argumentos que tenía preparados. Eso mismo pasaría en otras dos ocasiones durante el debate de Economía Digital. “No hay posibilidades sin seguridad jurídica y confianza”, dijo Valls sobre el clima empresarial. “Como decía Keynes, si no hay estabilidad ni seguridad jurídica, no hay civilización”, remató el candidato de Trias per Barcelona. 

También coincidieron en la necesidad de pactar con el sector privado en temas como la vivienda, el turismo y el comercio. “Los desarrollos inmobiliarios son insuficientes. Hay que conseguir involucrar al sector privado, que ocupa el 70% de la inversión”, dijo Valls, que aseguró que en Barcelona “se está desincentivando la construcción de viviendas públicas por parte del sector privado”.  

Tremosa, tras volver a citar a Keynes por la defensa a la propiedad privada, pidió “un pacto político a largo plazo, contando con el sector privado, esto es básico, porque los que saben hacer pisos son los privados”. Desde el PP les recodaron que ambos partidos apoyaron la obligación de construir un 30% de vivienda protegida en las nuevas promociones, que no ha funcionado, por lo que no se logró involucrar a las inmobiliarias. Valls admitió que fue un error y defendió corregirlo. 

En turismo volvieron a coincidir, no solo en ideas generales sino incluso en ejemplos concretos, cuando hablaron de la prohibición de construir el hotel Four Seasons. El político del PSC lo calificó de error, pues en ese edificio se terminaron construyendo viviendas de lujo en vez de plazas hoteleras de cinco estrellas. Tremosa lamentó con deportividad que Valls le hubiera arrebatado el ejemplo pero le puso la guinda al decir que “para colmo, el edificio lo gestiona una empresa hotelera”. 

Ambos coincidieron –y no solo ellos, también el PP y Cs– en recordar “cómo estaba Barcelona durante la pandemia”, lo que, según ellos, puso de relieve la importancia del turismo. Valls apeló a “mantener diálogos” con las empresas del sector, mientras que Tremosa lo calificó de “sector tractor” y lamentó que “se queja de poco diálogo” con las instituciones. BComú defiende seguir con la moratoria hotelera, limitar los cruceros y no ampliar el aeropuerto para frenar el turismo. “Cuando hablamos de regulaciones, no queremos que se generen prohibiciones constantemente”, remató Valls, que habló de construir 4.000 plazas hoteleras más. 

El uso del coche en la ciudad fue otro de los temas polémicos y en los que, con propuestas no del todo iguales, Trias per Barcelona y el PSC mostraron coincidencias. “Nadie quiere una autopista por Barcelona, pero los que van por la calle Aragón, ¿qué otra opción tienen?”, dijo Valls. “Hay una cruzada contra el coche, pero la gente no coge el coche para contaminar sino por necesidad”, dijo Tremosa. También coincidieron en que se necesitan más inversiones en la red ferroviaria, pero esta afirmación fue de las pocas que generó consenso entre los siete partidos con representación en el Ayuntamiento de Barcelona. 

Potenciar el aeropuerto sí, ¿pero cómo?

En un tema importante en el que, en cambio, no coincidieron, fue en el modelo para el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Sí que consideran que tienen que potenciarse los vuelos de largo radio, pero la forma de hacerlo es distinta. Valls se mostró esquivo respecto a como hacerlo, pero la propuesta oficial de los socialistas es la de Aena, pues la gestiona el Gobierno de Pedro Sánchez –su presidente, de hecho, es Maurici Lucena, del PSC–, que es –o era– alargar la pisa afectando a La Ricarda. 

Tremosa, en cambio, apostó por desviar los vuelos de low cost a los aeropuertos de Reus y Girona y concentrar en El Prat los de largo radio, y con las mejores ubicaciones para los vuelos estratégicos. Junts desconfía de Aena, a la que culpa de convertir el aeropuerto barcelonés en un aeropuerto low cost, y, de hecho, teme que la ampliación que plantea el gestor público sea para traer más turistas de baja calidad: “La mayoría de los ingresos de Aena provienen de las hamburguesas que venden en las terminales. Ojo que la ampliación del Prat o sea traer más pasajeros low cost para vender más hamburguesas y camisas”. 

ERC, ¿en tierra de nadie?

Un posible entendimiento entre PSC y Trias per Barcelona dejaría a ERC en tierra de nadie. Los republicanos ya cortaron por lo sano con Junts en la Generalitat y la relación de ambos partidos no pasa por su mejor momento, pese a que Trias se esfuerza a diario por diferenciarse del partido de Laura Borràs y mostrar que en Barcelona manda él. Y con los socialistas, ERC acordó los presupuestos de la Generalitat pero no tienen un pacto estable.

Ernest Maragall ganó las elecciones de 2019, pero no pudo gobernar por el apoyo de Manuel Valls a Colau, a quien decía haber venido a destronar desde París. Ahora teme que le vuelva a pasar –si bien ahora las encuestas no le son favorables–, pero que sea por un acuerdo precisamente entre PSC y Trias por Barcelona.

En una entrevista en Economía Digital, el candidato de ERC vio clara una intención de Trias y Collboni por firmar una sociovergencia y aseguró que ambos «empezaron a negociar en vivo y en directo, intercambiando condiciones, y además ninguna tenía mucho que ver con Barcelona».

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