El precio del apoyo de Macron a Calviño en el BEI: España comprará más energía nuclear a Francia

Fuentes europeas aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que Sánchez ha atado los síes en el Ecofin de Alemania, a través del apoyo español a Buch para el MUS, y de Francia con este trato comercial

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), estrecha la mano al presidente francés, Emmanuel Macron, durante la ceremonia de firma de acuerdos celebrada en el marco de la Cumbre Hispanofrancesa, este jueves, en Barcelona. EFE/Alberto Estévez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), estrecha la mano al presidente francés, Emmanuel Macron, durante la ceremonia de firma de acuerdos celebrada en el marco de la Cumbre Hispanofrancesa, este jueves, en Barcelona. EFE/Alberto Estévez

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En el Gobierno en funciones han estado poniendo toda la carne en el asador en los últimos días y, sabiendo que necesitaban y priorizaban que la vicepresidenta primera y ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, fuera finalmente la designada por el Ecofin para presidir el Banco Europeo de Inversión (BEI) en detrimento de la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager -comisaria de Competencia en el cargo-, ha estado negociando con todos los actores necesarios; esto es, Alemania, Francia e Italia. Y, aún necesitando sólo el apoyo de dos de los tres países, ha conseguido atar los tres, según fuentes europeas a ECONOMÍA DIGITAL.

Pero no ha sido en vano. Otras voces consultadas en Bruselas por este periódico aseguran que ha surtido efecto la negociación y que los apoyos han cotizado caros, pero algunos más que otros. Así, si con Italia centrada en haber logrado la designación del subdirector general del Banco de Italia, Piero Cipollone, como único candidato a suceder al miembro de la junta directiva del Banco Central Europeo (BCE) Fabio Panetta, con Alemania el juego de sillas ha sido clave.

Según las fuentes bruselenses, el sacrificio de Margarita Delgado para el SMM, las siglas en inglés del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE en favor de la alemana Claudia Buch, a pesar de que supondrá contradecir al Parlamento Europeo, será suficiente, más allá de la apelación al Gobierno socialdemócrata que lidera Alemania y con el que Sánchez tiene buena relación.

Sin embargo, la verdadera miga reside en qué ha convencido a Francia para apoyar finalmente a Nadia Calviño. Así, las fuentes europeas señalan que los galos respaldarán a Calviño tras cerrar el Gobierno español el trato de seguir con el cierre de las centrales nucleares y que aumente las cifras de venta de energía nuclear de Francia a España. «España tiene que aumentar el porcentaje de compra y mantener el calendario previsto de cierre de centrales», afirman las voces consultadas a ECONOMÍA DIGITAL. Algo que iría en contra de lo defendido a capa y espada por la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, una acérrima detractora del uso y promoción de este tipo de energía.

España vivirá un apagón nuclear desde 2027

Ese calendario al que se refieren en Bruselas de cierre contempla una clausura progresiva de las centrales nucleares españolas activas que empezará en 2027 y concluirá en 2035. Según el calendario, las nucleares cerrarán por orden de antigüedad (más concretamente, desde el año de inicio de su operación comercial en la década de los 80). Hay una excepción: Cofrentes, que se clausurará con posterioridad a la que le sigue el turno, Ascó II, porque es la única central de agua en ebullición (BWR), mientras las demás son de agua a presión (PWR). Así, la mayoría dejará de funcionar entre los 44 y los 45 años.

Calviño ya había admitido no cerrarse a ello en público en su gira bruselense para recabar estos apoyos. En declaraciones a Onda Cero este lunes y ante una pregunta directa sobre si aceptaría que el BEI financiara proyectos de este tipo de energía como defiende el Gobierno francés, la vicepresidenta primera del Gobierno en funciones fue clara: «Lo que determinen los reglamentos comunitarios». Y lo cierto es que estas normas permiten financiar la energía nuclear desde este año, pese a la fuerte crítica del Gobierno español actual, entre otros, pero el BEI aún no se ha adaptado a ese reglamento y mantiene lo nuclear fuera de su lista de proyectos elegibles dentro de los 70.000 euros anuales que reparte.

El parque nuclear español está formado por siete reactores en operación en cinco emplazamientos, con una potencia bruta instalada conjunta de 7.398,7 MWe (7.117 MWe netos), cerca del 6,31% del total de la potencia eléctrica instalada en el país. Genera cada año entre 55.000 y 60.000 GWh -más del 20% de la electricidad consumida en el país- convirtiéndose desde hace más de una década en la primera fuente de producción en nuestro sistema eléctrico. En España hay actualmente dos centrales nucleares en desmantelamiento (Vandellós I y José Cabrera) y una más en proceso de pre-desmantelamiento (Santa María de Garoña).

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