Calviño se asegura la presidencia del BEI con el apoyo de Alemania, Francia e Italia a una semana del Ecofin

La ministra española Nadia Calviño logra los apoyos de los grandes accionistas del BEI y será nombrada presidenta en la reunión del Ecofin de la próxima semana si no hay imprevistos

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. EFE/ Mariscal

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. EFE/ Mariscal

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El acuerdo está hecho y se ha desencallado en las últimas 48 horas. La actual vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, tiene a su alcance ser la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) tras asegurarse el apoyo de los grandes accionistas del prestatario europeo; Alemania, Italia y Francia. Si no hay ningún sobresalto de última hora, indican fuentes conocedoras de las negociaciones, la ministra gallega será nombrada para el cargo en la reunión de ministros de Economía de la UE (Ecofin) que se celebra la próxima semana en Galicia, precisamente su tierra natal.

Calviño cierra los apoyos

Para ser presidenta del BEI, Calviño necesitaba el apoyo de dos de las tres grandes potencias accionistas de la institución con sede en Luxemburgo. Y el Gobierno español habría atado ya el voto de las tres: Alemania, Francia e Italia. España cuenta con el 11% de las acciones de la entidad, mientras que las tres grandes poseen cada una el 19%. Así, los cuatro países suman el 68% de los votos, la mayoría necesaria para el nombramiento, sin contar lo que harían el resto de países.

Sin embargo, no es el caso. Las tres grandes potencias están a favor de la española como máxima dirigente del Banco con sede en Luxemburgo, cuyo puesto tiene una remuneración cercana a los 400.000 euros prácticamente netos. En el caso de Alemania, tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL este martes, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez habría sacrificado las opciones de Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, como supervisora del BCE, en favor de la otra contrincante Claudia Buch, candidata de Berlín.

Francia también habría terminado por apoyar la candidatura española, después de que España haya planteado un acuerdo con Francia para incrementar las relaciones energéticas entre ambos países y, especialmente, en el caso de la energía nuclear. Italia también formaría parte del acuerdo, después de que su propio candidato, el exministro de finanzas Daniele Franco fuera propuesto el pasado agosto para la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), donde también se encuentra Luis de Guindos.

Vestager, contricante de Calviño

Calviño ha competido en su carrera por la presidencia del BEI con la hasta hace pocos días comisaria de Competencia, la holandesa Margrethe Vestager, poco apreciada por los principales Estados miembro, y con cada vez menos opciones, según reconocen las fuentes en Bruselas. Además del italiano, existían otras dos candidaturas, la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Östros, ambos actuales vicepresidentes del BEI aunque con muy pocas opciones para ascender.

Calviño se había postulado durante la última legislatura para las máximas posiciones en organismos económicos internacionales, aunque ninguno había logrado salir adelante. Se intentó que la ministra dirigiera el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la salida de Christine Lagarde hacia el BCE, aunque finalmente no se siguió adelante. Calviño se postuló también para la presidencia del Eurogrupo (ministros económicos del euro), pero su candidatura también fracasó.

La presidencia del BEI, un organismo que, aunque poco visible, controla un enorme presupuesto en sus funciones de órgano prestamista a administraciones y empresas para el desarrollo económico en el marco de la UE, era una de las opciones con las que el Gobierno podía resarcir a su ministra y reforzar su posición en los organismos comunitarios. Pero se requería la presentación de una candidatura durante el verano, lo que, si se hubiera terminado la legislatura, habría dado la imagen de ‘abandono del barco’ en la recta final del mandato de Sánchez, por lo que el presidente frenó las aspiraciones de su vicepresidenta en Luxemburgo.

El adelanto electoral, sin embargo, desbloqueó la situación y España formalizó la candidatura de Calviño tras el 23J, tras esconderlo durante semanas a pesar de que medios, como ECONOMÍA DIGITAL, ya adelantaran la información. Aunque la investidura de Sánchez no está del todo resuelta, un escenario más que optimista para el socialista ha hecho viable, finalmente, la formalización de la candidatura.

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